DESPEDIDA DE ELBOJ

A casa, pero con el bastón de mando

Solo familiares y políticos socialistas próximos a Elboj acudieron al pleno, que no acabó con aplausos, y en el que hubo ausencias destacadas como la del presidente de Aragón, Marcelino Iglesias.

El novio de la hija, la hija de Elboj, el hijo y su compañera Mari Carmen Larroche, en primera fila.
A casa, pero con el bastón de mando
R. GOBANTES

Fue una despedida emotiva pero con más apretones de manos que abrazos y con los mejores y oficiales deseos. Ya sin rencores y sin reproches de la oposición. Pero también con escaso público. Es cierto que el salón de plenos, con sus 40 butacas inamovibles, no permite excesos, y que desde protocolo no hubo muchas invitaciones precisamente por ese motivo, pero tampoco fueron precisos muchos asientos más. Al final, ni vivas, ni aplausos, ni ovaciones ni nada de nada. Solo apretones de manos.

Los más íntimos, entre los que se cuentan familiares, que siguieron el acto en primera fila, y solo los más próximos del partido socialista, acudieron a decirle adiós al ya ex alcalde de Huesca, Fernando Elboj, y a desearle suerte en la siguiente etapa solo como senador. Pero pocos más. Tampoco representantes de instituciones como el Gobierno central, el Gobierno de Aragón... ni los presidentes provinciales del resto de partidos, ni agentes sociales. Una excepción: el presidente de la Federación de Barrios de Huesca, Antonio Tuda.

Como representantes socialistas, acudieron para arropar a Elboj el secretario general en Huesca, José María Becana, y el vicesecretario, Jesús Miguel Franco, y Adolfo Cajal. También estuvo la directora general de Formación Profesional y Educación Permanente, Natividad Mendiara, y el director general de Acción Exterior, Pedro Salas. Sin embargo, al margen de las obligaciones protocolarias, se echó en falta la presencia del presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, que ayer no tenía actos públicos, y que no asistió a estrecharle la mano a pesar de los réditos electorales que ha obtenido Elboj en estos once años. Un mérito, que después de la mayoría absoluta en 2003 que él mismo recordó, nadie le puede quitar.

Con mucho tiempo de antelación llegaron los concejales más próximos a Elboj, estaban en la puerta con tiempo y muy trajeados, el ahora alcalde en funciones, Luis Felipe, la concejal de Fiestas, Teresa Sas, el concejal de Deportes y Relaciones Institucionales, Domingo Malo, y el concejal de Movilidad, José Manuel Ballarín. Después, llegaron todos los demás. Pero también, y quizá fueron los gestos más emotivos y sinceros, acudieron a la despedida los ex concejales Andrés Puyuelo, María Jesús Tovar, Joaquín Lizana y Sebastián Sanvicente, que compartieron trabajo con Elboj en sus primeros años.

Una vara que no 'rebla'

Después de unos primeros momentos de seriedad, como requería el acto. Elboj se despojó de esa aura de intocable que parece le ha acompañado durante estos últimos años para bromear, ya con un semblante más relajado. Tras su discurso y sus mejores deseos para el ya alcalde en funciones, Luis Felipe, fue este último quien le entregó el bastón de alcalde mientras el portavoz del PAR como socio del equipo de Gobierno, Fernando Lafuente, le hizo entrega de la banda roja que llevan los concejales en los actos oficiales. Y se la llevó a su casa.

Pero ojo, que tiene truco. No fue por vanidad. Se la llevó simplemente porque era suya, pero no se la atribuyó sin la correspondiente explicación. Érase una vez un alcalde que se dio cuenta de que su vara de mando era falsa. En la empuñadura, se leía la inscripción de "primer teniente alcalde". Furioso, pensó que lo propio sería llevar una vara acorde a su condición de alcalde. Entonces, Sebastián Sanvicente, concejal durante el primer mandato y asesor en el segundo le encargó una solo para él. Para que nunca jamás tuviera que coger la de teniente alcalde.

Es de madera de boj, por aquello del apellido y porque no 'rebla', como se dice en Aragón, no se doblega con facilidad. Y es que después se enteró de que la vara de mando propiedad municipal la regaló el ex alcalde Luis Acín al rey Don Juan Carlos, que se encaprichó. Pero, ¿y ahora Luis Felipe, que bastón tendrá? Ya se ha encargado uno, pero como no será un regalo, no se lo llevará. Elboj no suelta el suyo.