FESTIVIDAD

La lluvia desluce la celebración del Corpus

La lluvia desluce la celebración del Corpus
La lluvia desluce la celebración del Corpus
JOSé DíAZ

La lluvia arruinó buena parte del excelente trabajo que llevaron a cabo durante la madrugada del sábado decenas de vecinos de Tamarite de Litera para alfombrar con espectaculares diseños las calles por donde debía pasar la procesión del Corpus. Una tormenta que descargó una buena cantidad de agua sobre las cinco de la madrugada se llevó por delante parte de las alfombras de viruta tintada, sobre todo los rosetones que adornan los inicios de las calles.

La avenida no dejó casi rastro del rosetón que coronaba la calle San Miguel, así como parte del de la plaza del Mesón y deslució el que adornaba el altar de la calle Obispo Miranda. En otras zonas, como la plaza España y la calle Mayor el agua respetó algo más los diseños, aunque estropeó los colores.

A pesar de todo, los visitantes, que fueron muchos, igualmente, pudieron apreciar el trabajo. "Es una pena, porque este año ha sido mucha la gente de todas las edades que ha colaborado y por eso acabamos bastante pronto, sobre las cuatro de la mañana", comentaba con cierta desazón la concejal de Cultura del Ayuntamiento, Carmen Balagué.

Flores naturales en Binéfar

Las alfombras de Binéfar, hechas de flor natural, no tuvieron problemas, excepto que el agua borró los dibujos y hubo que volver a hacerlos, y lucieron esplendorosas para la procesión. La situada en la plaza de la Litera hacía referencia a los cuatro evangelistas y en sus 18x13 metros contenía rosas, prunas, genista, césped, hiedra y hojas de chopo. La de la plaza España, con una composición similar, también contenía motivos religiosos.

En Fraga también hizo acto de presencia la lluvia, copiosa aunque intermitente. Si de madrugada el fuerte chaparrón, con cerca de 40 litros por metro cuadrado, retrasó la hora de inicio para confeccionar las alfombras, la tormenta de las diez de la mañana, una vez finalizadas, obligó incluso a suspender la procesión. Los padres llevaron a los niños de primera comunión hasta una de las alfombras, en la plaza del Carbón, para hacerse las fotos. También se decoraron la parte trasera del Ayuntamiento, el Paseo del Segoñé y la plaza Nueva, con arroz, serrín teñido, césped y pétalos.

Hasta Huesca se ha querido sumar a la tradición de las alfombras de Corpus, aunque tímidamente. Delante de la catedral, se dibujó un cáliz con pétalos de claveles.

Por la tarde, tras la misa oficiada por el vicario de la diócesis, Nicolás López Congosto, en la Catedral, en la que participaron los niños de primera comunión hubo una procesión.