PATRIMONIO

Los frescos que pintó Bayeu en la Cartuja sufren graves daños y algunos son "irrecuperables"

El chapitel de su torre campanario se hunde y en el interior la humedad y las grietas estropean la pintura.

Los frescos que pintó Bayeu en la Cartuja sufren graves daños y algunos son "irrecuperables"
Los frescos que pintó Bayeu en la Cartuja sufren graves daños y algunos son "irrecuperables"

"Las pinturas de fray Manuel Bayeu, si de verdad tienen el valor que les atribuyen, se nos están yendo de las manos o, mejor dicho, de las paredes". Así lo manifiesta Antonio Puyol, presidente de la Asociación de Amigos de la Cartuja de Nuestra Señora de Las Fuentes, que lamenta el "grave" deterioro que sufren los más de 2.000 metros cuadrados de frescos existentes en este enclave monegrino y realizados por el discípulo y cuñado de Goya.

Durante la romería de San Isidro del pasado 15 de mayo, decenas de vecinos de Lanaja, Cartuja, Pallaruelo o Sariñena pudieron volver a comprobar 'in situ' el estado de deterioro que sufre el monumento que, entre otros aspectos, se evidencia en el hundimiento del chapitel de su torre campanario. En el interior, los frescos siguen expuestos a la humedad y, tal y como apunta Puyol, algunas pinturas, casi borradas, son "irrecuperables". "El estado es lamentable y vergonzoso; hasta podría declararse en ruina", añade.

Aunque ahora lleva ocho años desvinculado del ejercicio sacerdotal, Antonio Puyol, que durante más de 20 fue el párroco del núcleo de Cartuja de Monegros, realiza estas manifestaciones a "título particular", ya que la asociación que encabeza está "inactiva", según explica, "por respeto" a las negociaciones iniciadas entre la familia Bastarás, propietaria del inmueble, y el Gobierno de Aragón. "No queremos interferir ni ser una molestia; nos prometieron intervenir y ahora, debemos estar callados", manifiesta.

No obstante, ni el silencio ni la reivindicación han dado todavía los frutos esperados. Más de dos años después del inicio de las negociaciones, que tienen el objeto de obtener la propiedad del inmueble, siguen sin producirse avances y, ante el paso del tiempo, ambas partes coinciden al escudarse en la "complejidad" de alcanzar un acuerdo. Además, ha pasado más de un año desde que las Cortes de Aragón aprobaran por unanimidad permitir intervenir en el enclave, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 2001, y hasta ahora, el litigio de la propiedad impide estas actuaciones.

Además de las afecciones exteriores, aparecen humedades y grietas en la lonja del inmueble y la mayoría de las pinturas de los claustrillos y las pechinas están "gravemente" dañadas. A ello, se suman las afecciones del fallido intento de ser convertido en balneario, las causadas cuando fue utilizado como redil y granero o, por ejemplo, las pintadas, escritos o raspaduras. Ante todo ello, Puyol insiste en que la responsabilidad de conservar el edificio es "de aquellos de que cobran por hacerlo" y confía en que "pronto" se den los pasos para ello.