Un médico del centro de salud de Biescas fue detenido la noche del martes acusado de un presunto delito de agresión sexual a una paciente de dicho consultorio, vecina de una pequeña localidad del Valle de Tena. La joven denunció al facultativo J. G., de 59 años de edad y de origen peruano, en el cuartel de la Guardia Civil de Sabiñánigo por unos "tocamientos" con fuerza que se produjeron en la misma consulta.

La Policía Judicial de la Guardia Civil de Jaca investiga ahora otros abusos que el presunto agresor pudiera haber cometido hacia otras mujeres o pacientes que no se hayan atrevido a denunciar, aseguran fuentes próximas. De hecho, ayer ya se comenzó a tomar declaración a personas cercanas al detenido. No obstante, a la Guardia Civil no le consta ninguna denuncia anterior.

El médico, que ejerce desde hace más de diez años en el centro de Salud de Biescas, fue detenido la noche del martes cuando se dirigía a su domicilio familiar en la citada localidad. Desde entonces, está detenido en el cuartel de la Guardia Civil de Jaca, a la espera de pasar a disposición judicial en las próximas horas.

Según la denuncia presentada por la paciente, había sido objeto de "tocamientos continuados". Al parecer, el presunto agresor utilizó la fuerza para impedir que se incorporara de la camilla de la consulta donde estaba tumbada por indicación del propio médico. Allí es donde inició los "tocamientos" que denuncia la presunta víctima.

Quejas en la localidad

Los pacientes de la zona de Salud de Biescas, que ayer tenían cita con este médico, se encontraron con la sala cerrada. En la puerta, había un cartel en el que se informaba de que no habría consulta y que preguntaran en recepción porque la otra médico del consultorio atendió las situaciones más urgentes. No obstante, nadie dio ninguna explicación acerca de la ausencia del facultativo.

Según diversas fuentes, algunos de los pacientes del médico detenido habían solicitado un cambio de la tarjeta sanitaria para que les atendiera otro especialista del centro de Biescas, puesto que no compartían su praxis médica o no estaban satisfechos con el trato recibido.

Al parecer, el presunto agresor recurría a la medicina natural en algunas ocasiones, lo que no contentaba a todos los pacientes. De hecho, tenía una consulta en la que practicaba técnicas alternativas en Jaca, que abría por la tarde fuera de su horario laboral en el consultorio público. Aunque las protestas por la calidad de la atención se habían escuchado en repetidas ocasiones en Biescas, nunca se le había acusado en la calle de presuntos abusos sexuales.

El médico detenido el martes residía en la localidad del Alto Gállego desde hace más de diez años, adonde llegó para desempeñar su puesto en el centro de Salud. J. G., esta casado y es padre de varios hijos.