TRATAMIENTO DE FERTILIDAD

El Hospital San Jorge ha realizado ya las tres primeras inseminaciones artificiales

En total, veinte parejas han comenzado el tratamiento de fertilidad en la consulta puesta en marcha hace un mes

Los doctores Royo y Losada, en la consulta de inseminación asistida del Hospital San Jorge.
El Hospital San Jorge ha realizado ya las tres primeras inseminaciones artificiales
Gobantes

Tres parejas altoaragonesas sabrán en los próximos días si va a cumplirse su sueño de ser padres. Son las primeras que, tras someterse a tratamiento en la nueva consulta de fertilidad puesta en marcha en el Hospital San Jorge, han logrado que la primera parte del proceso se haya realizado con éxito y, por tanto, las mujeres han sido inseminadas por procedimiento médico con el semen de su compañero. Ahora falta confirmar si se ha producido el embarazo.

 

Desde que a primeros del pasado abril empezará a ofrecerse esta prestación en el centro hospitalario de Huesca cerca de una veintena de parejas han empezado a someterse ya al tratamientos de fertilidad. El departamento de Salud del Gobierno de Aragón calcula que cada año serán atendidas aquí unas doscientas parejas, cifra establecida a partir de contabilizar las que hasta ahora se debían derivar al Miguel Servet de Zaragoza.

 

La puesta en marcha de esta prestación es fruto del trabajo conjunto de los servicios de Ginecología y Obstetricia y el de Análisis Clínicos del hospital oscense, que además cuentan con el apoyo y colaboración de la Unidad de Reproducción Asistida del Servet.

 

La inseminación artificial homóloga (es decir, con semen del compañero) es la primera alternativa que tienen las parejas con problemas de fertilidad para tener un hijo. Según las estadísticas que barajan los médicos, en este caso se encuentran aproximadamente un 15% de las familias. Pero no todas pueden acceder a este tratamiento. Como norma general, la legislación exige que la edad de la mujer sea de más de 18 años y menos de 39 y, además, no deben tener un hijo anterior con el mismo compañero. Obviamente no debe haber contraindicación médica para recibir el tratamiento y ni el hombre ni la mujer han debido estar sometidos a tratamientos previos de esterilización voluntaria, según explica Juan Pablo Royo, jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia.

 

Los pacientes llegan a la consulta especializada, que atiende el doctor Humberto Losada, remitidos por su médico de cabecera después de llevar más de un año intentado sin éxito el embarazo de la mujer. Allí se inicia el estudio para determinar el origen de la esterilidad y la posibilidad de tratamiento. En el caso de la mujer se analiza la situación hormonal y permeabilidad de trompas y se hace un estudio de semen en el caso de los varones. Por regla general las causas de esterilidad están al 50% entre el hombre y la mujer, según Royo.

 

Una vez acabados los estudios se procede a la estimulación ovárica de la mujer para conseguir la ovulación y seguidamente la inseminación artificial.

El doctor Royo advierte que no todas las pacientes sometidas a estimulación ovárica son tributarias de inseminación puesto que cabe la posibilidad que algunas se queden embarazadas espontáneamente con coitos dirigidos. "En un día determinado se provoca la ovulación y se le dan unas normas de coito para tratar de que el embarazo se produzca de forma más fisiológica", comenta.

 

Las posibilidades de éxito están entre el 20 y el 30% "no es mucho, pero de otra forma muchas de estas parejas no se quedarían embarazadas". Juan Pablo Royo explica que si en la primera inseminación no se logra el embarazo se hace un segundo y hasta un tercer intento, "si fallan, enviamos a la pareja al Servet donde practican inseminación in vitro y otras técnicas".