Paula Ortiz: "El cine tiene que ser revulsivo, intenso y transformador"

La realizadora aragonesa Paula Ortiz se ha mostrado este viernes convencida de que el cine tiene que ser "revulsivo, intenso y transformador" en sus propuestas, aunque ha admitido que propuestas "fuertes" a nivel estético y ético como 'La Novia' pueden no llegar a todo el público.

La cineasta ha hecho esta afirmación en el marco del 44 Festival Internacional de Cine de Huesca horas antes de recoger en la gala de inauguración del certamen el premio honorífico 'Ciudad de Huesca', que le ha sido concedido para reconocer tanto su trabajo ya realizado como su proyección futura.

Ortiz, que parafrasea al dramaturgo Juan Mayorga al afirmar que entiende los premios no como "reconocimiento" personal sino como una "exigencia" para el futuro, ha reconocido que 'La Novia' fue una propuesta "muy fuerte y arriesgada" porque suponía trasladar a la pantalla una obra de Lorca muy presente en el imaginario de mucha gente.

Ha destacado que tras la presentación de la película en el Festival de San Sebastián tuvo la percepción de que la primera reacción del público y de la crítica fue de sorpresa, "bien para unos y mal para otros".

"Pero es lo que pasa -ha añadido- cuando haces relatos con apuestas dramáticas, éticas y estéticas fuertes, que gustan a mucha gente y a otros no".

En cualquier caso, ha destacado, la apuesta por realizar películas "más valientes y hermosas" genera siempre un debate sobre lo que es el cine, "y eso es bueno".

Para la realizadora, el cine español actual es "inclasificable" y no sujeto a ningún tipo de etiqueta de género o estilo, con jóvenes directores que producen películas de "todo tipo", con propuestas e imaginarias muy diversas.

A pesar de que no todas las reacciones a 'La Novia' fueron unánimes, Ortiz se muestra satisfecha ya que, según ha explicado, "en contra de nuestras expectativas, la película ha llegado muy lejos".

Cuando se estrenó su adaptación al cine de "Bodas de Sangre", había transcurrido ya un año desde que finalizó el rodaje, algo que le permitió "distanciarse" de la producción a la hora de valorar las reacciones que provocó.

"Entonces, transcurrido el tiempo, la película no te pertenece, ya es del público, y es bueno que sea así", asegura la cineasta, que afirma, sin embargo, que es "bonito" ver que la historia narrada "llega a la gente".

En su comparecencia, ha admitido que a pesar del tiempo transcurrido desde que se inició en el mundo del cine, se siente al comenzar un nuevo proyecto como una joven realizadora, "como si estuviera empezando todavía, con muchas cosas por contar".

Ortiz, para quien cada película "es siempre la primera y la última", compara el trabajo del cineasta con el del mito de Sísifo al afirmar que cada producción supone "subir una piedra a la montaña".

En su memoria recuerda la última gala de los Premios Goya, a la que acudió con doce nominaciones y de la que salió con tan solo dos, asegurando entre risas que "nos metieron una paliza".

Según ha explicado, cuando salió de la gala, Inma Cuesta, la protagonista de 'La Novia' le dijo "La Tarara sí, la Tarara no...y esta vez ha sido que no".

Aún así, afirma que llegar a la gala con tantas nominaciones fue "abrumador", además de una experiencia "muy divertida" para todo el equipo.

Reconoce, sin embargo, que durante la gala de los Goya "había algo biológico en mí que hacía estar Zen", en alusión a su séptimo mes de embarazo.