Pintar un mural, hacer un puzzle con la imagen de la ciudad, contemplar el espectáculo del mago Alejandro o degustar un chocolate con bizcochos eran algunas de las opciones que presentaba el rincón de diversión en el que se convirtió ayer el Teatro Griego del parque de Huesca. Ocio que tenía un fin reivindicativo, como desvelaban las numerosas camisetas verdes de los asistentes, ya que la fiesta estaba organizada por la plataforma de apoyo a la Escuela Pública, y contó con la presencia de varios centenares de familias, acompañadas en su mayoría de niños de infantil y los primeros cursos de educación Primaria.

Este formato cumplía su tercer año, coincidiendo con la apertura del plazo de escolarización en los centros de la ciudad. “Queríamos invitar a las familias a que pasaran una jornada con nosotros, disfrutando de la tarde con sus hijos y participando en diferentes actividades educativas”, explica Eduardo Marco, en nombre de la plataforma, que estaba presente en un puesto informativo en el que se podía adquirir la representativa camiseta verde de la agrupación.

Desde la organización de la fiesta explicaban que la participación era algo menor que en otras ocasiones, motivado quizás por las mejoras en el ámbito de la educación pública que se han producido, según argumentaba Marco. “Sí que es verdad que otros años estábamos inmersos en una lucha más activa porque los recortes de presupuesto habían afectado de lleno a los centros públicos, una sangría que en este momento parece haber disminuido, además de que se han abierto nuevas vías, lo que ha reducido los focos de conflicto en este ámbito que había en la ciudad”.

No obstante, explicó el docente, todavía hay presentes muchas “asignaturas pendientes”. La principal es saber cómo se va a resolver el tema de la Lomce, “ya que no sabemos qué va a pasar con el cambio de Gobierno”, dijo Marco. Otra de sus reivindicaciones se basaba en la escuela rural, “que todavía necesita muchas atenciones”.

“Recientemente, hemos visto que se ha llevado a cabo un paso adelante en el aspecto de que la comunidad educativa haya podido opinar sobre un aspecto como la jornada escolar, lo que muestra cierto cambio en el inmovilismo reinante hasta ahora”, añadió Eduardo Marco.

La animada fiesta contó con varias mesas dedicadas a las manualidades, de las que se encargaban varios docentes y alumnos de la Facultad de Educación de Huesca. Allí los pequeños podían realizar enormes murales con todo tipo de pinturas. También las Ludotecas Municipales aportaron muchos juegos a la fiesta, la gran mayoría con la ciudad de Huesca como protagonista, así los pequeños pudieron jugar a un 'memory' con los monumentos de la ciudad, realizar un puzzle con una imagen de esta, o competir en un tres en raya inspirado en el tradicional cuadro de La Campana de Huesca.

Entre las familias asistentes se mezclaban las ganas de defender la enseñanza pública y la de disfrutar con los niños de la casi veraniega tarde que ayer se vivió en Huesca. Ya que como señaló una de las madres, “asistas a un colegio público como concertado, sabes que la enseñanza, y todo tipo de ayudas a esta, siempre hay que defenderlas”.