TRAGEDIA EN EL RÍO GUADALOPE

Entierran en Alcañiz a los tres miembros de la familia ahogada

La hija de 14 años, que presenció los hechos y dio el aviso, fue dada de alta en el hospital y pudo asistir finalmente al funeral.

Al funeral, celebrado en la iglesia de San Francisco, acudieron cientos de familiares y amigos.
Entierran en Alcañiz a los tres miembros de la familia ahogada
JAVIER ZARDOYA

Los entierros de los tres fallecidos el domingo al ahogarse en el río Guadalope se oficiaron ayer por la tarde. El funeral se realizó en la iglesia de San Francisco a las 16.00. El párroco de Alcañiz, Jesús Jaime, fue el encargado de llevar a cabo la ceremonia.


Al funeral acudieron cientos de personas, entre familiares y amigos de los fallecidos. Entre los asistentes se encontraba la hija menor del matrimonio, que estuvo acompañada en todo momento por servicios médicos y a la que se pudo ver mientras se protegía de las cámaras con un abanico.


Tras la ceremonia religiosa, donde el párroco alcañizano pronunció unas palabras de apoyo a los familiares, tres coches fúnebres trasladaron los féretros hasta el cementerio de la ciudad, donde posteriormente recibieron sepultura.


Una familia conocida

La noticia ha conmocionado al Bajo Aragón, dado que el matrimonio residió en Alcañiz hasta hace diez años, cuando se trasladó a Zaragoza. Antes de recalar en la capital bajoaragonesa, también residieron en otros puntos de España. De hecho, la mujer llegó con sus padres a Alcañiz con 30 años. Era hija de un militar retirado y vino procedente de Híjar, aunque se sabe que antes vivieron en Canarias. A su llegada a Alcañiz, estableció su residencia en la calle Espejo junto a sus padres. Los vecinos la recuerdan como una persona amable.


Herminia González comenzó a trabajar de ayudante de cocina en un restaurante de la avenida Huesca hace unos 20 años, aunque lo dejó cuando sus hermanos abrieron un establecimiento en la avenida del Maestrazgo para trabajar con ellos.


Por otro lado, los padres de Eduardo Gálvez fueron los que abrieron el bar El Volante de Alcañiz, en la carretera de Zaragoza, negocio que después regentaría el matrimonio. Se hicieron cargo del local durante unos años y lo vendieron hace 23 años. Los clientes más asiduos todavía se acuerdan de ellos. "Llevaba también un taxi y era transportista, así que él estaba poco por aquí", comentaron algunos. "Parece que cuando se muere uno es cuando se dice lo bueno que era pero sí, Eduardo era buena gente", explicó el actual propietario del Volante, Víctor Gómez. El matrimonio, además del Volante también se hizo cargo del bar Chufla, situado en la calle Barranco Alto número 18 de Castelserás, municipio del que era natural el fallecido.


"Éramos vecinos y siempre los he visto por aquí. Pero se fue muy pronto a vivir a Alcañiz", explicó Federico Giménez, uno de los vecinos de la misma calle donde está el establecimiento que ahora permanece cerrado desde hace un tiempo. "No los volví a ver más por aquí", concluyó.


Un suceso "muy desgraciado"

En relación a las investigaciones, el asunto sigue con su tramitación judicial. El caso ha pasado al juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Alcañiz. Ayer el Instituto de Medicina Legal de Teruel remitió al juzgado un adelanto del informe de la autopsia de los tres cadáveres.


Tras valorarlo, a mediodía se emitieron las licencias de enterramiento. Según la autopsia, las muertes se produjeron por ahogamiento.


La subdelegada del Gobierno en Teruel, María Victoria Álvarez, calificó el suceso como "muy desgraciado" y apuntó que estaba "conmocionada" por la noticia. Álvarez confirmó que en el lugar de los hechos no hay ningún tipo de señalización que prohiba el baño, pero que "la gente de la zona ya sabe que es peligroso porque aunque hay poca profundidad, el agua viene con mucha fuerza. Todo apunta a que ha sido una imprudencia".


La subdelegada del Gobierno también confirmó que la hija menor recibió tratamiento psicológico en el hospital de Alcañiz. Según apuntó, los familiares más directos de la joven se harán cargo de ella, aunque no quiso adelantar nada al respecto, al estar el caso en manos del Departamento de Asuntos Sociales del Gobierno de Aragón. Insistió en seguir las recomendaciones de las administraciones en las zonas de baño y aseguró que "en general, la gente es prudente, pero a veces los accidentes ocurren. Hay miles de bañistas, pero cuando no se conoce una zona, la recomendación general es que todo el mundo se abstenga de bañarse", concluyó.