Si las elecciones generales del próximo 9 de marzo se celebraran hoy, el PSOE en Aragón obtendría siete diputados (los mismos que en 2004), el PP conseguiría 6 (uno más), mientras que Chunta perdería su escaño. El PAR, que baja ligeramente, e IU, que sube levemente, se quedarían muy lejos de conseguir representación en el Congreso. Estos son los resultados del primer sondeo realizado por la empresa A+M para HERALDO en el arranque de esta precampaña electoral.

Aunque repetirían la representación obtenida hace cuatro años, son los socialistas quienes más crecen en el conjunto de la Comunidad. Suben cuatro puntos y se distancian ya casi nueve de los populares. Su mayor subida se daría en Zaragoza, donde se beneficiarían directamente del desplome que sufriría Chunta. Los nacionalistas, que han cambiado de cabeza de cartel, no se recuperarían del batacazo de las autonómicas de mayo, caerían casi cinco puntos y se quedarían fuera de la Cámara, tras dos legislaturas con José Antonio Labordeta como representante en Madrid.

El PSOE -cuya lista encabeza Jesús Membrado-, se haría con su escaño y vería aumentada su representación hasta los cuatro diputados. No en vano, uno de cada cinco votantes de CHA en 2004 reconoce ahora su intención de cambiar de opción y apostar por los socialistas. Los otros tres puestos en liza por la provincia los conservaría el Partido Popular, liderados otra vez por Luisa Fernanda Rudi, que prácticamente repetiría sus resultados de hace cuatro años (un 35,5% de los votos), cuando también fue candidata.

El diputado que ganaría el PSOE en Zaragoza, lo perdería en cambio en Teruel, la única provincia donde los socialistas bajan en intención de voto. Y es que el fichaje del ex presidente de Endesa, el turolense Manuel Pizarro, por Mariano Rajoy decantaría la balanza hacia los populares en su provincia de origen. El PP conseguiría hacerse finalmente con el segundo escaño en disputa y lograría auparse con la victoria en esa circunscripción, dando la vuelta a los resultados de los últimos comicios.

Subiría casi tres puntos, los mismos que perdería el PAR en su provincia más favorable, lo que le sería suficiente para arrebatarle al PSOE el segundo escaño que consiguió en 2004 por un escaso margen de 200 votos. Ahora, esa diferencia podría rondar las 800 papeletas a favor de los conservadores, según el sondeo.

Por último, en la provincia de Huesca las cosas se mantendrían prácticamente idénticas a hace cuatro años, tanto en lo referido a escaños, como en la proyección del voto. Eso sí, los socialistas (2 diputados) aumentarían ligeramente su ventaja frente a los populares (un escaño), que pasaría de ocho a casi diez puntos. CHA se mantendría, mientras que el PAR bajaría muy ligeramente e IU subiría más de un punto.

De acuerdo con este primer sondeo, la abstención rondaría en el conjunto de Aragón, el 25,8%, aproximadamente un punto más que en las anteriores elecciones generales. No obstante, la encuesta de A+M fue realizada del 21 al 30 de enero, antes de que se reavivara con fuerza la amenaza del trasvase del Ebro y de que la cúpula del Partido Popular en Aragón lanzara un órdago y advirtiera de que dimitiría si la obra se incluía finalmente en el programa elaborado por la dirección nacional.

De confirmarse ambas amenazas, está por ver qué efectos podrían tener de aquí al próximo 9 de marzo. La abstención podría subir entre las filas de los populares, si el fantasma del plan hidrológico vuelve a cernirse sobre Aragón. Esta ocasión podría aprovecharla para sacar mayor rédito el PAR. No obstante, los aragonesistas se quedan muy lejos de su sueño de volver a llevar la voz de Aragón a Madrid, como han venido reclamando estos días en sus primeros actos electorales. Aunque aspiraban a dos diputados -"si repetimos los resultados de las autonómicas", confiaba su presidente, José Ángel Biel- están muy lejos de alcanzar el primero. En Teruel, pasarían de ser la tercera fuerza más votada, a la cuarta, por detrás de CHA.

De la encuesta se desprende también que a poco más de un mes para la cita con las urnas, el voto está ya muy decidido. Tan solo un 15,7% de los encuestados reconoce que aún no sabe a quién votará. Una de las claves de esta campaña estará en los nuevos votantes. Aquellos aragoneses que no tenían edad en 2004 para participar en los comicios y que sí podrán hacerlo en estos.

Si la abstención en el colectivo de entre 18 y 24 años ronda habitualmente el 50%, en esta ocasión, esta cifra se reduce a la mitad. Además, un 42,4% de ellos de los nuevos votantes dice que dará su papeleta a los socialistas, frente al 18,2 que asegura que lo hará al PP.