Está muy abierto, pero el problema del PSOE, al igual que el de PP, PAR e IU es dar juego a quienes deberán liderar y pugnar por ocupar la Alcaldía de Zaragoza en 2015.

Para los socialistas, el dilema es doble y está pendiente de cómo se va producir, si llega, el relevo en el ámbito regional y en la candidatura a presidir la Comunidad Autónoma. Es de sobras conocida la pelea interna por el poder orgánico del partido. Una cuestión que resolverán las elecciones, porque no hay pacto interno que sirva para algo.

Si el PSOE pudiera formar gobiernos tras los comicios de 2011 (la crisis y el paro están cambiando las expectativas), y con Iglesias parece ser que las oportunidades son mayores, quien presida la DGA será también secretario/a regional del PSOE. Pero la gran incógnita es la sucesión de Belloch, porque ninguna de las personas de su máxima confianza (Fernando Gimeno y Jerónimo Blasco) estarán en disposición (por edad e influencia) de ser alternativa dentro de cinco años.

El relevo natural sería Carlos Pérez, pero todos los indicios apuntan a que el actual responsable de Urbanismo asumiría ser el número dos en el Gobierno de Aragón si Eva Almunia fuera presidenta. Con el permiso de Javier Lambán, que tendrá mucho que decir, con Iglesias o con Almunia.

Del PP no se sabe nada, en el PAR hay bronca y en IU ya están preparados.