Picor de nariz, estornudos, lagrimeo, dolor de garganta e incluso fiebre? Estas son las molestias más habituales del catarro común, que ante la bajada tan brusca de la temperatura se ha hecho 'fuerte' en la Comunidad en las últimas semanas. Y aunque los síntomas pueden parecer similares, por ahora, se queda en eso simples enfriados, ya que los niveles de gripe A se mantienen bajos e incluso nulos es mínima (en el último Boletín Epidemiológico de Salud Pública tan solo uno).

Algunos médicos de Atención Primaria consultados reconocieron el incremento de pacientes con faringitis y procesos catarrales durante las últimas semanas, aunque hacen hincapié en que "no es algo alarmante" y que "son habituales para esta época".

De momento, los facultativos están absorbiendo sin problemas la demanda de pacientes y, según pudo comprobar este periódico, los centros de salud de la capital aragonesa todavía no se han saturado. Tanto Delicias Norte, Ruiseñores, Garrapinillos, Sagasta y Canal Imperial daban cita ayer para hoy mismo y el Arrabal, uno de los que normalmente están más colapsados, ofrecía consulta para mañana.

Según algunas fuentes, la mayoría de catarros están provocados por virus, que se encuentran en el ambiente. Aunque es mentira que por la bajada de temperatura te enfríes (solo se hace por contacto directo), sí que es verdad que los cambios bruscos de temperatura, el frío y el viento hacen que estos gérmenes se muevan y sobrevivan más y se resecan las mucosas de las vías respiratorias favoreciendo su acción.

Para hacer frente al malestar, Rosa Magallón, médico de Atención Primaria del centro de salud del Arrabal, recomendó recurrir a las "medidas caseras" de siempre: bebidas calientes -como leche caliente con limón- y anticatarrales. "Son los más eficaces en estos casos. O eso, o dejar que se pasen los síntomas". Normalmente, suelen durar entre cuatro o cinco días.

Algunos centros de salud disponen de una octavilla o dosier donde se recuerdan las principales diferencias entre un catarro o enfriamiento común y la gripe. Normalmente, esta última produce síntomas mucho más fuertes: malestar general (sensación de quebranto) y fiebre mucho más elevada. Existe una red centinela de médicos de Primaria que comunican a Salud Pública los casos detectados cada semana. En el último Boletín Epidemiológico, que comprende entre los días 5 y 11 de diciembre, tan solo se ha notificado uno, por lo que la tasa de incidencia se sitúa en 3,11 casos por cada 100.000 habitantes.

El asesor técnico de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Luis Gascón, explicó que de momento la circulación del virus H1N1 y B es bastante baja, aunque recordó que normalmente durante los últimos años, la mayor concentración de gripe era durante los meses de enero y febrero. De hecho, no se puede hablar de onda epidémica hasta que no se superan los 70 casos por cada 100.000.

Aseguró que la escasa incidencia en la Comunidad se asemeja a los niveles detectados en otras comunidades y en el resto de Europa. Tan solo en Inglaterra se ha localizado algún caso más.

No obstante, el asesor de Salud Pública recomendó seguir vacunándose contra este virus, sobre todo, a los grupos de riesgo. En estos momentos, se han usado 200.000 de las 250.000 dosis adquiridas por el Gobierno de Aragón para esta campaña. Entre los mayores de 65 años, con algún factor de riesgo, se han administrado 37.000. Cualquier persona que quiera vacunarse puede hacerlo en su centro de salud.