El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Joan Clos, opinó que Gran Scala, el macrocomplejo de ocio y juego que se proyecta en la comarca aragonesa de Los Monegros, es una "buena noticia" para la industria turística española. Clos, que presentó en Zaragoza el balance turístico de 2007, afirmó que cualquier iniciativa que favorezca la "desestacionalización y diversificación" del turismo en España es "favorable", siempre y cuando cumpla con los "requisitos medioambientales exigibles en cualquier actuación pública".

Según el proyecto diseñado por el consorcio International Leisure Development (ILD), Gran Scala integrará 32 casinos, 70 hoteles, 232 restaurantes, unos 500 comercios, un hipódromo, un campo de golf y varios parques de atracciones y museos, en una superficie superior a las 2.000 hectáreas.

Preguntado por su opinión acerca de esta iniciativa, el ministro subrayó la "necesidad permanente" que tiene España de "generar destinos que sean nuevos y capaces de suscitar nueva demanda", ante la creciente competencia que ejercen otros países con ofertas turísticas alternativas. Según dijo, el Gobierno "sigue con mucho interés los proyectos impulsados en Aragón para ver cómo se concretan finalmente".

La Expo

Respecto a la Exposición Internacional que se celebrará el próximo verano en la capital aragonesa, Clos afirmó que tanto Zaragoza como Aragón "van a aprovechar de una forma indudable" la Expo, que va a ser un "acicate" para el sector turístico de la Comunidad.

Reconoció que Aragón "sale de unas cifras de turismo relativamente bajas", si bien resaltó que Expo Zaragoza 2008, junto con todas las actuaciones complementarias llevadas a cabo, van a permitir que se convierta en una "Comunidad con vocación turística".

En su opinión, Aragón ya está obteniendo los resultados del "esfuerzo" realizado para mejorar la calidad turística, con un fuerte incremento en el número de estancias hoteleras y de pasajeros en el aeropuerto de Zaragoza.

Asimismo, Clos remarcó que, "en el turismo moderno, los destinos que sean capaces de asociarse al fenómeno social low-cost (bajo coste) tendrán futuro turístico". A este respecto, destacó que el aeropuerto de la capital aragonesa cerró el pasado año con más de 100.000 usuarios de compañías aéreas low-cost, frente a los 5.000 de 2004; el ministro concluyó que "esto sólo es el principio del principio".