Brigitte Gicquel, "madre" de la vacuna contra la tuberculosis MTBVAC, Académica de Honor de Zaragoza

La Real Academia de Medicina de Zaragoza que preside Luis Miguel Tobajas concedió su máxima distinción a la prestigiosa microbióloga del Instituto Pasteur.  

El presidente de la Real Academia de Medicina, Luis Miguel Tobajas, impone a Brigitte Gicguel la insignia de Académica de Honor de la institución
El presidente de la Real Academia de Medicina, Luis Miguel Tobajas, impone a Brigitte Gicguel la insignia de Académica de Honor de la institución
JAVIER BELVER

La investigadora del Instituto Pasteur de París Brigitte Gicquel pasó este jueves a formar parte destacada de la Real Academia de Medicina de Zaragoza al ser nombrada Académica de Honor. Esta distinción, la más alta de las que concede la citada institución que preside Luis Miguel Tobajas, solo se había concedido anteriormente a otros dos brillantes científicos procedentes de universidades extranjeras: el también microbiólogo Julian Davies en 2008, de Canadá; y, en 2010, el catedrático en Nutrición José María Ordovás, zaragozano en la Universidad de Tufts en Boston, Massachusetts. Además, son académicos de honor españoles Enrique Moreno González (2008), Luis Oro Giral (2017), Carlos López-Otín (2017) y Mateo Valero Cortés (2022).

Carlos Martín Montañés, catedrático de Microbiología, ‘padre’ de la vacuna MTBVAC contra la tuberculosis y discípulo de Gicquel (considerada la 'madre' por su gran aportación para lograr la candidata a sustituir a la actual BCG), ofreció la laudatio de esta investigadora reconocida en el campo de la microbiología y pionera en la investigación de la genética del bacilo de la tuberculosis. Sus padrinos fueron Caridad Sánchez Acedo y Arturo Vera. 

De izquierda a derecha, Arturo Vera, Carlos Martín, Brigitte Gicquel, Luis Miguel Tobajas, Caridad Sánchez y Mariano Mateo
De izquierda a derecha, Arturo Vera, Carlos Martín, Brigitte Gicquel, Luis Miguel Tobajas, Caridad Sánchez y Mariano Mateo
JAVIER BELVER

Carlos Martín destacó el papel de Brigitte Gicquel para poner en marcha técnicas de ingeniería genética que permitieran manipular el agente causal de la tuberculosis, descrito en 1882 por el científico alemán Robert Koch, y que es el patógeno que más enfermedad y muerte ha causado a la humanidad a lo largo de la historia. Fue en la década de 1980, destacó el catedrático aragonés, cuando Brigitt Gicquel se incorporó con sus investigaciones en micobacterias a la Unidad de 'Génie Génétique', creada y dirigida por el profesor Davies en el Instituto Pasteur. "Representa un juego de palabras que podrías traducir como 'ingeniería genética', pero también como el 'ingenio genético' que nos recuerda al 'genio e ingenio' de nuestro escritor aragonés del siglo de Oro Baltasar Gracián y que nos indica que la sabiduría debe aplicarse a la creatividad ingeniosa". Esa mezcla de genio e ingenio debe llevarnos a tomar las decisiones correctas, consideró el profesor Martín. 

También destacó las aportaciones de Gicquel al diagnóstico y epidemiología de la tuberculosis, así como al estudio de su virulencia e inactivación selectiva de genes. Además, subrayó su papel como formadora de investigadores y el impacto de la escuela de Brigitte Gicquel en la investigación en España, una relación que comenzó con el microbiólogo Rafael Gómez-Lus, continuó estrechamente con Carlos Martín y continúa con otros miembros del grupo de la Facultad de Medicina de Zaragoza.

En su discurso de recepción, la profesora Brigitte Gicquel disertó sobre "La búsqueda de nuevas estrategias antiinfecciosas contra la tuberculosis, una odisea entre los mundos de la genética bacteriana y la inmunología". Repasó los cinco años que permaneció Carlos Martín en su equipo en el Instituto Pasteur. Uno años en los que, explicó Gicquel, "construimos las herramientas genéticas que nos permitieron iniciar estudios genéticos en micobacterias y luego construir una vacuna candidata contra la tuberculosis, que todavía se estudia hoy en Zaragoza". 

Destacó que el trabajo realizado para construir la vacuna candidata MTBVAC se ha beneficiado del consorcio europeo que crearon, compuesto por microbiólogos, inmunólogos y expertos en ensayos preclínicos y clínicos de vacunas candidatas contra la tuberculosis. Una fórmula de trabajo que permitió seleccionar la vacuna candidata MTBVAC y comenzó la odisea de ensay9os clínicos que sigue en curso. 

Como última odisea citó la búsqueda de nuevas moléculas antituberculosis. En este sentido, mencionó el hallazgo de una nueva molécula terapéutica que mostró su deseo de que continúe su viaje en asociación con socios industriales.  Acabó expresando su esperanza en que los nuevos avances en los campos de la biología y el análisis de datos mediante inteligencia artificial permitan avanzar definitivamente en el caso de la tuberculosis, como se hizo con la viruela. 

La Real Academia va camino de cumplir 200 años

La Real Academia Medicina de Zaragoza se constituyó el  día 12 de febrero de 1831 por lo que va camino de cumplir los dos siglos de existencia. Se trata de una corporación de derecho público tutelada por el Ministerio de Educación y Ciencia y tiene el alto patronazgo del Rey.

Su ámbito territorial se extiende a Aragón, La Rioja, Navarra y a la provincia de Soria.  Sus funciones son, entre otras, cultivar y estimular el estudio y la investigación de las ciencias médicas, celebrar sesiones científicas sobre el progreso, desarrollo y aplicación de estas ciencias,  y colaborar con las autoridades elevando dictámenes relacionados con asuntos de interés médicosanitario.

También fueron en su día nombrados académicos de honor españoles Enrique Moreno González (2008), Luis Oro Giral (2017),  Carlos López-Otín (2017) y Mateo Valero Cortés (2022). 

 

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