Lambán: "Si se limita a seguir las recetas de Ferraz y de Moncloa, el PSOE no ganará en Aragón en 2027"

El secretario general de los socialistas aragoneses dice que estaba convencido de que «un animal político» como Sánchez no iba a dejar su puesto

Javier Lambán, este martes en el palacio de La Aljafería. ESPAÑA PSOE LAMBÁN
Javier Lambán, este martes en el palacio de La Aljafería. ESPAÑA PSOE LAMBÁN
Javier Cebollada

El secretario general del PSOE-Aragón, Javier Lambán, ha mantenido este martes su línea crítica con la dirección de su partido y ha hecho un llamamiento a los socialistas aragoneses para que, sin ser “la aldea gala del imperio sanchista”, no actúen “como un club de fans”. “Me da la impresión de que limitándose a seguir las recetas de Ferraz y Moncloa el PSOE no ganará en Aragón en 2027”, afirmó el dirigente socialista.

Lambán, que acaba de publicar sus memorias, participaba en el ciclo ‘Conversaciones en La Aljafería’, organizado por las Cortes de Aragón. Aprovechó para dar su opinión sobre el amago de dimisión de Pedro Sánchez, que él nunca pensó que se fuera a producir.

En su opinión, “un político, y Pedro Sánchez es un animal político por antonomasia, jamás da rienda suelta a cuestiones personales y se ensimisma”. Ha considerado que “todo lo que hace un político es por razones políticas”, aunque no ha querido entrar en lo que el presidente del Gobierno pretendía con su “estrategia”.

En la charla ha abordado algunos asuntos de actualidad, como sus relaciones con la dirección del PSOE oscense, siempre tensas, o el último choque con Ferraz, por la decisión de colocar a la senadora por Huesca Rosa Serrano en la lista de las elecciones europeas en lugar de la candidata mayoritariamente apoyada por las bases del partido en Aragón, Isabel García.

Tensión con Huesca

Ha recordado que este episodio (que Ferraz imponga unas listas a Aragón) no es la primera vez que ocurre. Ya pasó en la confección de las candidaturas para las últimas elecciones generales. Y ha sido duro con el resultado de las listas. “Más de la mitad de los nombres no le llegan a Isabel ni a la suela de la alpargata”, ha dicho.

Miguel Gracia, factótum del PSOE oscense y con el que Lambán está enfrentado desde hace años, será senador si finalmente Serrano es elegida eurodiputada. “El Senado es grande”, ha dicho cuando se le ha preguntado al líder socialista por su coincidencia con el político oscense en la Cámara Alta. 

Y ha afirmado que la “decisión” de Ferraz ha sido “transparente”: “Se dice que de esa manera una compañera que ha sido senadora dejará de serlo y podrá ser senador un veterano militante oscense que se lo merece”, en referencia a Gracia.

En cualquier caso, ha defendido su buena relación con la militancia oscense, a diferencia de con la dirección del partido. Esta, ha apuntado, ha sido “fría” y "poco amable" con él. De hecho, ha dicho que fue “más obsequiosa” con el Gobierno central que con el de Aragón que él dirigía, “a pesar de que mis dos gobiernos trabajaron tanto para Huesca, Zaragoza y Teruel”. Y ha responsabilizado a la dirección del PSOE de Huesca de “truncar” el proyecto de la unión de estaciones.

También ha hablado de Cataluña, que celebra elecciones este domingo, y ha descrito al candidato socialista, Salvador Illa, como un político “sensato” y “solvente”. En este sentido, ha apoyado un escenario en el que el PSC gobernara “con el apoyo solo de las fuerzas constitucionalistas”, aunque no se ha mostrado convencido de que sea posible. Una mayoría independentista sería “una pésima noticia” y ha recelado de la opción de un tripartito de izquierdas. "Allí empezó todo", ha dicho.

En su charla ha detallado su carrera política, que va desde la militancia anarquista a la socialdemocracia. Y ha analizado la historia de su partido, que a su juicio ha tenido etapas “luminosas” y “tenebrosas”. De todas ellas se queda con el periodo comprendido entre 1982 y 1992, con Felipe González como secretario general.

Ha admitido que volvería a dedicarse a la política, aunque ha expresado cierta desazón por la “deriva” de los partidos y ha lamentado “la peor aportación” de la nueva política: el cesarismo y el populismo. Por eso ha hecho un llamamiento a la existencia de “contrapoderes” en las formaciones políticas, para garantizar la democracia interna.

También ha expresado cierta frustración por las dificultades de los dos grandes partidos, PP y PSOE, a la hora de llegar a acuerdos y evitar socios que no son constitucionalistas. En este sentido, ha defendido la abstención socialista en 2016 para investir a Mariano Rajoy, pese al trauma que supuso en su partido.

Y ha reivindicado el papel de las comunidades autónomas en la "reacción cívica" que en su opinión se debe producir en España para llegar a 2036, en el centenario de la Guerra Civil, recuperando los valores de la Transición de 1978. El expresidente ha llamado a las direcciones de los gobiernos autonómicos a liberarse de las directrices de partido, y ha recordado su propia experiencia: "Nunca me he equivocado por obedecer órdenes de Madrid. Si me equivoqué, me equivoqué solo".

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