La UE prioriza el ferrocarril de mercancías Zaragoza-Tarragona, pero no el Canfranc

La revisión de la Red Transeuropea de Transportes adelanta a 2030 el corredor con Cataluña, lo que respalda su financiación. La reapertura de la línea internacional mantiene su horizonte para 2050

Un tren cargado de contenedores sale de la terminal de mercancías operativa en Plaza.
El complejo ferroviario de Plaza también se beneficiará como nodo logístico con inversiones para la mejora de sus accesos.
Guillermo Mestre

El impulso al tráfico ferroviario de mercancías en Aragón tendrá ahora máxima prioridad europea. El pleno del Parlamento Europeo acaba de aprobar la revisión de la Red Transeuropea de Transportes, que adelanta a 2030 la adaptación del corredor entre Zaragoza, Lérida y Tarragona para permitir el tráfico de trenes de gran capacidad en ancho internacional con el fin de captar parte de la carga que ahora se transporta por carretera. Esto se traducirá en un respaldo de financiación para acelerar su puesta en servicio.

La eurodiputada aragonesa Isabel García (PSOE) ha destacado a este diario que el acuerdo también beneficiará a otra "infraestructura clave" de Aragón, la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza), ya que se aumentará la capacidad y se mejorarán los accesos a las terminales logísticas con el mismo aval económico de los fondos comunitarios.

Sin embargo, la Comisión Europea no ha aceptado acelerar la reapertura de la línea internacional de Canfranc como había planteado la Eurocámara hace un año, de modo que se mantendrá como objetivo para el horizonte de 2050. Y lo mismo ocurre con la Travesía Central, que no tiene aún trazado ni proyecto. Eso no quita que España siga impulsando las obras en el lado aragonés a la espera de un compromiso real del Gobierno francés.

El nuevo reglamento de la Red Transeuropea de Transportes ha salido adelante tras el acuerdo alcanzado con el Consejo, que se votó finalmente en el pleno celebrado este miércoles y que culmina dos años de trabajo y negociaciones. "Hemos conseguido priorizar conexiones e infraestructuras estratégicas para Aragón", manifiesta la eurodiputada socialista, quien lamenta el voto en contra del grupo popular español, Vox, Podemos e IU (37 votos en contra de un total de 631 emitidos).

Incentivos comunitarios

Las nuevas normas incluyen fuertes incentivos para construir una red más sostenible y mejorar la multimodalidad del sistema europeo de transporte. "Se apuesta por trenes más largos, rápidos y seguros, se reducen los tiempos de espera en frontera y se prioriza la finalización de la Red Transeuropea", asevera García.

Aragón se beneficiará por partida doble, dado que el eje Cantábrico-Mediterráneo también deberá estar listo de forma inexcusable en 2030 al formar parte de la denominada red básica. Su ejecución se incluyó en 2018 como sendos ramales de los corredores Atlántico (el tramo de Zaragoza al País Vasco) y Mediterráneo (de Zaragoza a Sagunto) y ahora se ha reforzado la obligación de tenerlos listos en tiempo y forma junto al resto de los prioritarios. "El compromiso del Gobierno de España con los proyectos transfronterizos es claro y ahora con este acuerdo final obligamos a hacer los deberes al otro lado de los Pirineos", manifiesta.

La eurodiputada también destaca que le da un mayor papel a los coordinadores de los corredores en el seguimiento de los avances en su ejecución y a la hora de "presionar" a los países en el cumplimiento del calendario.

Sello aragonés

La principal novedad es la inclusión de las líneas Zaragoza-Tardienta y Zaragoza-Lérida-Tarragona como una prioridad para el tráfico de mercancías, dentro del corredor Mediterráneo. La propuesta partió de la eurodiputada aragonesa para que su planificación pasara de la red global (2050) a la básica (2030), tal y como se ha acordado. Esto supone un respaldo a los planes del Gobierno central, que ha anunciado la inversión de 60 millones para impulsar una autopista ferroviaria Zaragoza-Tarragona.

Como ponente del grupo socialista europeo, Isabel García también defendió acelerar la reapertura del Canfranc en la planificación europea y así lo planteó la Eurocámara, pero no hubo acuerdo con la Comisión. La pretensión era adelantar su ejecución de 2050 a 2040 como parte de la denominada Red Extendida. "Los pasos transfronterizos requieren el acuerdo de los países implicados y Francia no demuestra la misma voluntad de España, por lo que los responsables comunitarios no lo quisieron incluir", indica.

Sobre lo que no hubo ningún movimiento es sobre la Travesía Central Pirenaica, que se mantiene en la planificación a largo plazos sin que parezca viable su ejecución cuando no se han dado pasos ni siquiera en España para su diseño.

Asimismo, el texto final incluye otra propuesta de García por la cual la Comisión Europea podrá intervenir para abordar "desafíos de movilidad" en regiones transfronterizas. Un hecho que, a su juicio, podría evitar que se repitan situaciones como el cierre unilateral del túnel de Bielsa por parte de Francia. "Es un hecho insólito que no puede ocurrir de nuevo porque afectó a trabajadores transfronterizos y al día a día de muchos ciudadanos y empresas aragonesas", concluye.

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