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Camilo Villarino, la historia del alumno "empollón" de Corazonistas que manejó la diplomacia de la UE
El Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha mostrado su satisfacción por el nombramiento como Jefe de la Casa del Rey de su número dos.
El diplomático zaragozano Camilo Villarino, de 59 años, recién nombrado Jefe de la Casa Real en sustitución de Jaime Alfonsín, el hombre de confianza de Felipe VI en los últimos 30 años, se incorporará a su nuevo puesto a partir del próximo 15 de febrero.
Al hacerse público su nombramiento el pasado viernes, la Casa Real le ha facilitado un plazo aproximado de un mes para que realice el traslado desde Bruselas, donde estaba destinado desde 2022 como jefe de gabinete de Josep Borrell, responsable de la diplomacia europea.
Fuentes próximas a Borrell sostienen que éste “se ha alegrado mucho” del nombramiento por lo que supone en cuanto a valoración de su trabajo dentro del servicio público, tanto en el Gobierno de España como en la UE, o en las diversas embajadas en las que trabajó (Zagreb. Washington y Rabat) dentro de su dilatado historial desde su entrada en la carrera diplomática en 1989.
"Extendemos nuestra más sincera enhorabuena al señor Villarino Marzo por su nombramiento como Jefe de la Casa del Rey", señalaron fuentes de la diplomacia europea de la UE a una consulta realizada desde este periódico. "Se trata de un puesto de gran prestigio y un reflejo de los logros profesionales" del diplomático aragonés. Asimismo, avanzaron que el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores (Josep Borrell) "anunciará su remplazo a su debido tiempo".
Villarino tiene tres hijas, de 29, 27 y 24 años, respectivamente, que residen y trabajan en España. Esa circunstancia facilita al diplomático aragonés, hijo del notario José Antonio Villarino García, su marcha desde la capital europea hasta Madrid, donde se pondrá al frente de la Casa Real.
"El más empollón de Corazonistas"
Entre los compañeros del colegio de Corazonistas, donde estudió junto a su hermano menor Jorge, todos los consultados coinciden en que “Camilo era el más empollón y sacaba las mejores notas de la clase, con Pepe Buendía”.
La casualidad llevó a que ambos alumnos del mismo colegio, que luego compartieron los cinco cursos en la Facultad de Derecho en la Universidad de Zaragoza, coincidieran en Bruselas los últimos dos años. De hecho, son amigos.
José Luis Buendía, doctor en Derecho con premio extraordinario y Master en Estudios Jurídicos Europeos, trabaja en el Servicio Jurídico de la Comisión Europea, donde presta asesoramiento legal en ayudas estatales.
Cuando Camilo Villarino estudió Derecho, coincidió como alumno con el actual profesor de Derecho Internacional Esteban Peralta, ex miembro de la Corte Penal de La Haya, y se hicieron “grandes amigos”, siempre les ha unido el interés por la política exterior.
Peralta tiene muy claro que el Camilo al que conoció era “un estudiante modélico y excelente”. Treinta y cinco años después siguen siendo colegas. Calcula que debió sacar 24 matrículas de las 25 asignaturas de la carrera y recuerda que el profesor Ignacio Quintana, que daba Mercantil en cuarto curso, le citaba a veces en clase como “alumno predilecto”.
Sentido necesario del servicio público
El profesor de la Universidad de Zaragoza, que imparte clase sobre la Unión Europea en segundo curso, destaca que su compañero, sobre todo, “es un hombre leal y discreto” y “un servidor público, en todos los puestos que ha estado”. Asimismo, Peralta apunta que el jefe de la Casa Real puede destacar que fue nombrado por el ministro del PP (Alfonso Dastis) como director de gabinete de Asuntos Exteriores y luego lo mantuvieron los dos posteriores, que fueron nombrados por el PSOE (Josep Borrell y Arancha González Laya).
“Lo que esto indica es que Camilo Villarino, tendrá su forma de pensar como todo el mundo, pero como servidor público al entrar en el trabajo la deja fuera. Trabaja siempre con un sentido del servicio público que es loable, necesario y, lamentablemente, no tan frecuente”, destaca el profesor que ha regresado a la Universidad de Zaragoza veinte años después, tras su estancia en la Corte Penal de La Haya.
Precisamente, la exministra González Laya destacó en un tuit que lanzó después de se hiciera público su nombramiento el pasado viernes: “Mi enhorabuena a Camilo Villarino, nuevo Jefe de la Casa de SM el Rey, merecido reconocimiento a un servidor público con sentido de estado, profesional, discreto y leal. Gran ejemplo de lo mejor de la diplomacia española”.
El apoyo del juez Lasala
El juez Rafael Lasala, que lleva el caso Gali, reconoce a este periódico que la aportación de Villarino en la investigación fue modélica porque “facilitó mucha documentación y referencias” respecto al traslado a España del líder del Frente Polisario Brahim Gali en abril 2021, y abunda que se portó “como un caballero”. “Fue un técnico y muy profesional en su declaración judicial”, destacó, “y no mencionó ningún secreto oficial”.
De hecho, el magistrado solicitó el sobreseimiento respecto a Villarino tras su declaración.
Una familia de tradición militar
Entre los motivos que han llevado al nombramiento del diplomático aragonés, junto a su gran experiencia en la UE y en la política internacional, ha podido ayudar que pertenece a una familia que tiene una tradición militar. De hecho, Villarino es oficial reservista voluntario desde 2007 y ha recibido la Medalla al Mérito Militar (con distintivo blanco).
Una de las funciones del jefe de la Casa del Rey es la dirección y coordinación de los servicios de la institución y la comunicación con los ministerios e instituciones para los asuntos que afecten a sus funciones. Dependerán de él un consejero diplomático para dar apoyo de las relaciones internacionales y una interventora que se encarga de la gestión económica-financiera.
Villarino tendrá que abrir negociaciones en las próximas semanas con el Gobierno de Aragón, los ayuntamientos y otras entidades que pretenden que la princesa Leonor participe en algún acto civil (aprovechando que estará en la Academia General Militar de Zaragoza hasta el mes de julio) porque todas estas decisiones pasarán por su manos.
Además de dedicarse a la propuesta del presupuesto, la firma de los contratos y la aprobación de las cuentas anuales, el diplomático aragonés tendrá que repartir las funciones de los integrantes de la Secretaría General, el Cuarto Militar y la Guardia Real. Entre algunos de estos miembros se incluye a la tutora de la Princesa, la teniente coronel Margarita Pardo de Santayana, y su tarea que se reparte entre la AGM y otras funciones.
