El arranque de la temporada de esquí en el Pirineo reactiva el turismo de cara a la Navidad

La campaña, que durará 107 días, empezó con 54 kilómetros de pistas en cinco estaciones. Los empresarios temían una cascada de cancelaciones si no llegaba a tiempo la nieve.

El sol recibió este sábado a los primeros esquiadores de la temporada en el Pirineo. La campaña de turismo invernal 2023/2024 se estrenó en el puente festivo en Valdelinares, pero ha habido que esperar a una nevada de última hora para poder abrir Formigal-Panticosa, Cerler, Astún y Candanchú (solo faltará Javalambre) a las puertas de la Navidad. El arranque, aunque tímido (con menos del 15% de la superficie esquiable), ya se está empezando a notar alejando el fantasma de unas vacaciones sin nieve en las pistas.

El de ayer fue el primer día de una temporada que durará, si el tiempo no lo impide, 107 jornadas, generará 1.300 empleos directos y unos 12.000 inducidos y, de repetirse los resultados de temporadas anteriores, sumará 1,5 millones de esquiadores en Aragón, que concentra el 30% del dominio de todo el país.

El buen tiempo, con sol y temperaturas de unos 5 grados, favoreció la afluencia en un fin de semana que suele ser de transición entre el puente de la Constitución y las vacaciones de Navidad. Las pistas no están a pleno rendimiento y solo se pudieron abrir 54 kilómetros pero los aficionados, a cambio, no tuvieron que soportar largas colas en los remontes. El dominio 100K Astún-Candanchú disponía de 32 km, Valdelinares y Cerler de 3 km cada una y Formigal de 16, que hoy ampliará a 21. Sirvió además para rodar las instalaciones de cara a la cita navideña y para ir sumando trabajadores tanto en las estaciones como en bares, restaurantes y hoteles en un radio de 35 kilómetros.

Para las estaciones, lo importante era arrancar, "abrir lo antes posible, una vez perdido el puente festivo", en palabras del subdirector general de Astún, AndrésPita, satisfecho de haber podido dar el paso. "Ha nevado, ha empezado la temporada y aún estamos en otoño". Esto permitirá a los clientes, sobre todo los que vienen de más lejos, planificar y reservar sus vacaciones. "Estar abiertos antes de Navidad es fundamental", afirma. Además, muchos trabajadores ya se han incorporado. De hecho ya lo hicieron con la previsión de abrir en el puente, y ayer la plantilla rondaba los 250.

Astún disponía ayer de más de 20 kilómetros sobre un total de 50 gracias a la nevada de esta semana, porque las dos anteriores "se las llevó el agua". Ha sentado una buena base de cara a próximas precipitaciones. La previsión meteorológica anuncia un anticiclón estos días con tendencia a partir del 22 a un cambio de ciclo con la aparición de otro tren de borrascas.

"Llevábamos muchos días esperando para abrir y, si nos lo permite el tiempo, iremos ampliando la superficie para prepararnos de cara a la Navidad, que realmente es cuando creemos que habrá mayor despliegue", indicó, por su parte, Álvaro Luna, el director general de Candanchú, donde ya se han incorporado unos 50 trabajadores, la tercera parte de la plantilla.

Los negocios de hostelería están en marcha en las zonas abiertas y también los hoteles de la urbanización, dando servicio este fin de semana, aunque vuelvan a cerrar hasta las vacaciones navideñas. "Para los hoteles es importante que la estación esté operativa, es un signo de tranquilidad para el mercado turístico. Solo eso ya reactiva muchísimo las reservas y da visibilidad al corto plazo", añadió Luna.

Más kilómetros esquiables en Formigal-Panticosa

El grupo Aramón mostró su satisfacción por la apertura de la temporada. "Iniciamos ampliando kilómetros esquiables en Formigal-Panticosa en el fin de semana y trabajamos para que en los próximos días el dominio esquiable se vaya ampliando", indicaron fuentes del mismo.

El arranque de la temporada ha supuesto un balón de oxígeno para los valles del Pirineo y la sierra turolense de cara a la Navidad, pese a la apertura parcial. El sector turístico asegura que el nivel de reservas ya era alto, pero sin nieve habrían caído. "La apertura de las estaciones era algo muy esperado, que ya ha reactivado a todo el mundo y se está notando en las reservas. Si no tuviéramos las pistas abiertas lo que nos llegarían serían cancelaciones", asegura el presidente de la Asociación de Empresarios del Valle del Aragón, Luis Terrén. A partir de ahora esperan nuevas nevadas, o al menos a condiciones de frío y humedad favorables para el funcionamiento de los cañones de innivación. "Hemos pasado del pesimismo, al optimismo", señala Terrén.

"El puente se perdió en los alojamientos a pie de pistas", recuerda Anabel Costas, vicepresidenta del sector de Hospedaje de la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo. "Si hay nieve, los hoteles se llenan de arriba hacia abajo", comenta, recordando que los más grandes suelen estar en el entorno de las estaciones.

La presencia de esquiadores da visibilidad al sector, indica por su parte el presidente de los empresarios de Benasque, José María Ciria, quien confía que en los próximos días se amplíe el dominio gracias a los cañones. "Hace falta ir sumando kilómetros porque esto es el motor del valle. Para Navidad ya hay muchas reservas, lo importante es que no se anulen", añade recordando la cascada de cancelaciones en los hoteles a pie de pistas al conocer que no habría esquí para el puente.

Los empresarios han esperado a la nieve para lanzar las contrataciones lo mismo que las estaciones. Josetxu Úriz, presidente del comité de empresa de Aramón, explica que desde el pasado martes ya se ha hecho el llamamiento para empezar a incorporar a los fijos discontinuos, según la antigüedad, tal y como especifica el convenio. Entre pisters, remonteros, maquinistas, responsables de los cañones de innivación y trabajadores de hostelería rondarán 150 personas, una mínima parte de todo el despliegue. El grupo prevé la generación de más de 1.000 empleos directos, con un gasto inducido de 200 millones de euros.

Nueva cafetería a 2.000 m para sustituir la quemada

Los esquiadores pudieron estrenar ayer las novedades de la temporada, tanto en pistas como en los locales de ocio. Aramón ha reforzado los sistemas de producción de nieve con más cañones, "cada vez más necesarios para consolidar las precipitaciones naturales", ha incorporado nuevas máquinas pisa pistas, ha renovado la señalética en Cerler y la oferta en algunos locales de gastronomía y tiendas.

Astún, por su parte, abrió la cafetería Sarrios, a casi 2.000 metros de altitud. Aquí había un edificio muy antiguo que fue devastado por un incendio en 2021 y hubo que demolerlo, sustituyéndolo por otro de nueva construcción y mayor superficie donde se ha mejorado la oferta gastronómica. Además, la estación ha cambiado los tornos de acceso y una máquina pisapistas. Mientras, Candanchú ha introducido mejoras en la atención al cliente, con nuevos cajeros en las taquillas y un sistema para agilizar los servicios de cafetería. No obstante, el gran reto para estos dos centro invernales es su unión en 2025 con un telecabina, un proyecto sometido al trámite ambiental. 

"Sueño con este día desde que acabó la temporada"

"Estaba soñando con este día literalmente desde que se acabó la temporada pasada", comentaba Eneko Unanue, uno de los primeros esquiadores en llegar ayer a Astún, donde además de la campaña estrenó esquís. Iba acompañado de su padre, Juan, quien reconocía que "aunque no hay mucha nieve, para ser el primer día y para desfogarse, suficiente. Además hoy no habrá agobios".

El fin de semana a caballo entre el puente de la Constitución y la Navidad suele ser muy tranquilo, aunque esta vez ha arrastrado más público animado por la apertura y por la reciente nevada, que entre el miércoles y el jueves dejó 40 cm de nieve en el Pirineo occidental.

"El primer día hay que venir, si se puede. Ya estábamos ansiosos, lo necesitábamos", aseguraban Roldán García, Carolina Barcina y Judith Gordo, tres amigos de Briviesca (Burgos), que se levantaron a las cinco de la mañana para estar en el estreno. "Ha sido un poco de locura. Nos enteramos el viernes de que abrían y nos lanzamos, porque estamos con ganas desde el mes de marzo, cuando cerró la campaña anterior", indicaron, satisfechos porque "no hay mucha gente".

Amaya Marín y Javier Saro llegaron el viernes desde Pamplona, se alojaron en un hotel de Jaca y ayer por la mañana un autobús los acercó a las pistas. "Estábamos deseando que nevara, mirando los partes de nieve, cuando hemos visto que iban a abrir nos ha faltado tiempo para venir". Ella es fiel a las estaciones del valle del Aragón y él va alternando entre el Pirineo catalán y el aragonés. "Falta un poco de nieve pero aprovecharemos lo que haya porque hace buen tiempo y se agradece tener la pista para ti", decían.

Esperando el forfait frente a la oficina de atención al cliente estaba Julen Bañales, de Bilbao y con segunda residencia en Jaca. "No es que consultáramos el parte cada día, sino cada media hora. Esta última nevada no la esperábamos, apareció de repente. Teníamos muchas ganas y seguro que lo que nos encontramos nos parecerá bien", comentaba. No consideran que se haya retrasado la temporada, porque no siempre para el puente de diciembre puede haber nieve, "y menos con estas temperaturas".

Martín Sesma, de Bilbao, acababa de llegar de Baqueira Beret. "Tenía tantas ganas que me fui a esquiar a Cataluña y ahora cuando ha habido nieve aquí en Aragón, he venido". Lamentaba que la temporada será más corta porque acaba tras la Semana Santa, que este año cae antes.

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