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Humanidades y Medicina: "El médico tiene que ser un buen médico y un médico bueno"
El Colegio de Médicos de Zaragoza ha celebrado este miércoles por la tarde un seminario para reflexionar sobre el papel de esta formación para estos profesionales.
“El médico tiene que ser un buen médico y un médico bueno. Debe tener una formación médica correcta y hacer las cosas bien desde el punto de vista técnico y además debe tomar las decisiones oportunas, teniendo en cuenta también los valores involucrados en la decisión, los deseos de los pacientes...”. Así lo ha expuesto este miércoles Diego Gracia Guillén, catedrático emérito de Historia de la Medicina en la Universidad Complutense de Madrid, que habló en el seminario Humanidades y Medicina, en Zaragoza, en el que han participado también Jordi A. Jauset, director del Máster en Neuromúsica, y el escritor Sergio del Molino.
Este acto ha estado organizado por el Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza y la Cátedra de Profesionalismo y Ética Clínica de la Universidad de Zaragoza, con el objetivo, según Rogelio Altisent, director de esta cátedra y presidente del Comité de Bioética de Aragón, de reflexionar sobre el papel de las Humanidades en la Medicina. Además, la cita busca “abrir el debate público” sobre la importancia de las Humanidades en la formación de los jóvenes estudiantes. De hecho, en la Facultad de Medicina se van a integrar estas materias “en el nuevo plan de estudios de forma inminente”.
Altisent ha moderado este seminario y ha presentado a los participantes. Jordi A. Jauset, “gran conocedor de la conexión de la música con la ciencia”, ha señalado, ha hablado de la música como medio para cuidar la salud de los pacientes y de los profesionales; mientras que Sergio del Molino ha aportado “su mirada hacia los profesionales y el sistema sanitario, con una visión crítica y a la vez constructiva de lo que los profesionales deberían aprender a través de la literatura”. Mientras que Diego Gracia Guillén, “que ha sido maestro de la bioética en España y el mundo iberoamericano”, ha logrado, añadió Rogelio Altisent, “que el método deliberativo se incorpore a la lógica del día a día profesional”: “Ha sido discípulo de Zubiri en el campo de la Filosofía y de Pedro Laín Entralgo en la Historia de la Medicina, a quien sucedió en la catedra de la Complutense”. En su intervención ha compartido su perspectiva sobre cómo debería ser la formación humanística de los médicos y ha trasladado a los asistentes sus recomendaciones para el futuro en los planes de estudio.
En este sentido, Gracia Guillén ha abordado la definición de las Humanidades y su importancia en la formación, no solo de los médicos, “sino de los profesionales de la salud en general”. Algunas disciplinas ya se han introducido en los grados, como Historia de la Medicina y también Bioética. “Ahora hay muchas facultades en las que hay cursos de Medicina y Literatura, por ejemplo, y poco a poco se van introduciendo más”. Son formaciones, dijo, que “se irán extendiendo, con la condición de que los profesores de esas disciplinas lo hagan bien, y no es fácil”.
