política
El acuerdo entre PSOE y Junts sacude la política aragonesa
Los pactos del PSOE con los independentistas redefinen el escenario de los partidos, hasta el punto de modificar sus estrategias en un contexto de polarización nacional.
El acuerdo alcanzado por el PSOE con los independentistas obliga a los partidos en Aragón a redefinir sus estrategias en un contexto de fuerte polarización nacional. El cisma apuntala el relato que ha venido desplegando el presidente, Jorge Azcón, desde su investidura. Ante él, la izquierda, tras perder las elecciones municipales y autonómicas, debe hacer oposición en plena quiebra del modelo territorial fruto del pacto por el que Pedro Sánchez seguirá en La Moncloa. Estas son algunas claves del nuevo escenario político:
1 Azcón coge la bandera del agravio e impulsa su perfil como barón del PP
En el patio de los Naranjos de la Aljafería, en el día de su juramento, el presidente Aragón, Jorge Azcón, empezó a trazar su relato con una línea que todos pudieran ver: Aragón no iba a ser ajeno al encendido escenario político salido de las elecciones generales del 23-J, pendiente de que siete diputados de Junts vieran atendidas sus exigencias. El discurso, centrado en lo nacional, sorprendió y suscitó críticas de la oposición y alguna interna. Pero Azcón ya tenía su hoja de ruta.
En ese momento no estaba despejada la repetición electoral y España se cocía en su campaña permanente. La táctica le abría dos puertas. La primera, la que ansía cualquier presidente autonómico: confrontar con el Estado con la bandera del agravio. La segunda pasaba por la activación de su perfil nacional como barón del PP de Feijóo, junto a Díaz Ayuso, Moreno Bonilla y Carlos Mazón.
Es lo que hizo en la Conferencia de Presidentes del 19 de octubre, donde se reivindicó como el presidente "rebelde" frente a "cualquier intento de romper la igualdad". Y es lo que volvió a hacer en directiva nacional del PP del lunes, cuando participó activamente en la definición de la estrategia de desgaste al PSOE.
La única duda ahora es cómo el clima político, en el que PP y Vox mantienen una irresoluble tensión, afectará a sus relaciones con los socios de gobierno. El contexto puede solidificar los pactos de PP y Vox frente a la izquierda, pero también alimentar las fricciones por ver quién saca más tajada de la conmoción del electorado conservador por los pactos con los independentistas.
2 La agenda nacional marca el debate en Aragón.
Azcón sabe que trasladar la agenda nacional a Aragón le beneficia. "Prepárense, se van a hinchar de oír hablar de igualdad entre los españoles", dijo a propósito de la amnistía en las Cortes de Aragón en el primer pleno de la legislatura ante una izquierda que protestaba al ver los asuntos de interés autonómico en un segundo plano. "No me van a marcar la agenda", insistía Azcón.
El asunto ha traído cola. La actuación de la controvertida presidenta de las Cortes, Marta Fernández (Vox), en la dirección de los debates ha levantado ampollas entre la izquierda, que considera que está favoreciendo la estrategia de Azcón hasta el punto de saltarse el reglamento de la Cámara.
El acuerdo del PSOE y Junts, que profundiza en la desigualdad territorial, refuerza el relato de Azcón y la izquierda que se desespera por sus dificultades para hacer oposición mientras crecen las movilizaciones en la calle y los pactos con los independentistas acaparan la atención de los medios. "El objetivo es que esto termine cuanto antes", decía una dirigente socialista hace unos días.
![Spains acting Prime Minister Pedro Sanchez applauds as he arrives to the meeting of the Party of European Socialists, after Spains socialists reached a deal with the Catalan separatist Junts party for government support, a pact which involves amnesties for people involved with Catalonias failed 2017 independence bid, in Malaga, Spain, November 11, 2023. REUTERS/Jon Nazca [[[REUTERS VOCENTO]]]](https://imagenes.heraldo.es/files/image_320_180/files/fp/uploads/imagenes/2023/11/11/european-progressive-leaders-meet-at-pes-congress-in-malaga.r_d.753-714.jpeg)
3 División e interinidad en las filas socialistas.
La derrota en las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo marcó el fin de ciclo para el PSOE, que en los últimos cuatro años copó las principales instituciones, a excepción de los ayuntamientos de Zaragoza y Teruel.
La interinidad se ha instalado en sus filas a la espera de que emerja un nuevo liderazgo en los congresos que se sucederán tras la investidura, con su todavía secretario general, Javier Lambán, enfrentado con la dirección nacional y en una indefinición que podría alargarse hasta el proceso de sucesión. Será el próximo año, después de que Sánchez adelante su cónclave y con la duda de hasta dónde llegará el enfrentamiento entre ‘familias’.
Por si hubiera alguna duda, la federación altoaragonesa se ha desmarcado una vez más de las críticas de Lambán al pacto con los independentistas para cerrar filas con Ferraz sin la más mínima fisura. Es la enésima demostración de la eterna tensión entre el PSOE de Zaragoza, aliado con el de Teruel, con el de Huesca. Hasta los que no quieren verla en Aragón como sucesora reconocen que la ministra Pilar Alegría tiene todas las papeletas. De entrada, contaría con el apoyo de Huesca y de, al menos, parte de Zaragoza. Pero sea quien sea el sucesor de Lambán, distintos dirigentes socialistas sostienen que la próxima dirección del PSOE aragonés estará alineada con Sánchez.
En este escenario, está por ver el papel de la portavoz parlamentaria y secretaria provincial en Teruel, Mayte Pérez, y el único dirigente con peso institucional, el secretario provincial y presidente de la Diputación de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero. Siempre con perfil bajo y alejado del foco mediático, domina el aparato de la provincia, lo que supone una importante baza. Y parece que podría dar el paso, aunque quedan aún unos meses para el congreso.
4 El papel de los partidos territoriales.
La polarización política y la omnipresencia de Azcón con su discurso reivindicativo en defensa de los intereses de Aragón ha achicado el espacio a los partidos con una marcada impronta territorial. Las cesiones a los independentistas ha permitido armar uno de los mensajes que siempre han calado en la Comunidad, el del agravio con Cataluña, y el Ejecutivo aragonés lo está exprimiendo.
En este escenario, los más desdibujados son los integrantes de Chunta, que no solo han perdido el altavoz que les dio gobernar en los últimos ocho años, sino que se han quedado sin margen para alzar la voz al haber cerrado filas con Sánchez como integrantes de Sumar. Mientras, Teruel Existe ha convertido la defensa del medio rural en su línea argumental en cada una de sus intervenciones parlamentarias, junto a su proverbial oposición al despliegue de las renovables, para buscar su hueco. Y el líder del PAR, Alberto Izquierdo, hace equilibrios tras haber aceptado formar parte en los segundos niveles de un gobierno con Vox que niega los principios de un partido territorial.
