Jesús Gascón: "La profesión de graduado social es poco conocida y menos reconocida"

El Consejo General de Colegios Oficiales de Graduados Sociales de España le ha concedido recientemente la Mención al Mérito Profesional.

Jesús Gascón, sombrero panameño en mano, en el paseo de la Independencia de Zaragoza
Jesús Gascón, sombrero panameño en mano, en el paseo de la Independencia de Zaragoza
José Miguel Marco

Jesús Gascón (Alcaine, 1950), fundador de la empresa Gascón Asesores, ha recibido recientemente la Mención al Mérito Profesional del Consejo General de Colegios Oficiales de Graduados Sociales. Un premio que se otorga a personas o instituciones a las que se quiere distinguir por su labor en pro de la justicia, de la trayectoria profesional y de la defensa de esta profesión. Nacido en este pueblo turolense, llegó a Zaragoza de muy pequeño con sus padres que emigraron en busca de una vida mejor.

El Consejo General de Colegios Oficiales de Graduados Sociales le concedió la Mención al Mérito Profesional, ¿qué significa para usted?

Supone un orgullo, porque quiero entender que es también en representación de todos los compañeros. Se puede considerar que nuestros despachos se convierten en una extensión más de los organismos públicos del Ministerio de Trabajo y de la Seguridad Social. Casi se puede decir que somos semifuncionarios.

Un magnífico colofón para su carrera de ¿cuántos años?

Nada menos que 48 años, desde abril de 1975.

"Terminé la carrera de Derecho por una cuestión de orgullo pasados los 50 años. Mi hijo ya estaba en el despacho y yo iba a clases a la Universidad Europea de Madrid los fines de semana"

Titulado en Ciencias Sociales, fundó Gascón Asesores. ¿Por qué se decantó por los servicios de gestión para empresas?

No fue por una cuestión especial. En los primeros momentos en los que estuve haciendo funciones laborales fue el cometido que me dieron y me gustó. Inicié la carrera de Derecho, pero me casé y la dejé cuando llegaron mis hijos. La terminé por una cuestión de orgullo pasados los 50 años. Mi hijo Diego ya estaba en el despacho casi sustituyéndome y yo iba a clases de la Universidad Europea de Madrid los fines de semana.

¿Ya disfruta de estar jubilado?

Tengo 73 años y llevo ocho años jubilado activo. Puedo continuar trabajando exactamente igual que antes, cobrando la pensión y siguiendo cotizando en todos los aspectos. Me apetece seguir vinculado al despacho porque le hemos dado un giro importante para ofrecer servicios a las grandes empresas a través de una UTE con una compañía informática y está teniendo una muy buena acogida.

¿Qué le parece retrasar la jubilación a los 72 años?

No es lo mismo trabajar hasta los 67 años, porque los 65 los tenemos que olvidar, que hacerlo como lo hago yo, que acudo en horas muy relajadas. En uno o dos años, como máximo con 75 años, sería lo razonable dejarlo. También soy mediador en el SAMA (Servicio de Arbitraje y Mediación de Aragón) desde julio de 2001. Es una satisfacción que pese a mi edad los compañeros me sigan solicitando como mediador para los conflictos. Y me genera la necesidad de estar actualizado en materia sociolaboral. Si el cuerpo y la cabeza me dan de sí, me gustaría continuar un poco más.

"Tenemos que estar preparados para que la inteligencia artificial no nos absorba y elimine funciones que hacemos. No creo que pueda sustituir a la relación humana, pero es una incógnita"

Empezó con las nóminas en papel, ¿se imaginaba la evolución que ha tenido el sector?

Impensable, como lo es la irrupción de la inteligencia artificial. Si prolongo un poco mi actividad es también porque supone un reto. Tenemos que estar preparados para que no nos absorba y elimine funciones que hacemos. No creo que pueda sustituir a la relación humana, pero es una incógnita.

¿La pandemia con los ERTE fue un momento duro?

Tecnológicamente estábamos preparados y la plantilla pudo teletrabajar y resolver cientos de ERTE y, afortunadamente, muy pocos ERE. Para todo el sector supuso ingentes horas y horas, y fuimos aprendiendo en el día a día. Creo que el Ministerio de Trabajo y la Seguridad Social se dieron cuenta de la necesidad de los despachos tanto de gestores administrativos como de abogados laboralistas, que llevamos estos temas sociolaborales. También ha supuesto un cambio en la cultura del trabajo. Mi próximo reto es remodelar los horarios en el despacho e ir adelantando poco a poco la hora de salida, pero también hay que educar a los clientes.

Fueron profesionales esenciales, ¿se sienten reconocidos?

La profesión de graduado social es poco conocida y menos reconocida por la sociedad en general. Otra percepción muy diferente es la que tienen los clientes.

"Pienso en repetir alguno de mis viajes con mis cuatro nietos. El más pequeño tiene meses y espero tener esa oportunidad"

¿Está a favor del turno de oficio de los graduados sociales?

Es una de las pretensiones que tiene el colegio, del que fui secretario en Aragón durante 22 años. Hoy en día las competencias entre abogados y graduados sociales están muy definidas, guardando la distancia de que los abogados tienen un gran abanico de posibilidades.

¿Algún sueño por cumplir?

En el despacho ya hay una segunda generación con mi hijo y mi hija y me gustaría que continuara una tercera. Y, sobre todo, pienso en repetir alguno de mis viajes con mis cuatro nietos. El más pequeño tiene meses y espero tener esa oportunidad.

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