crónica política

Cincuenta días del 28-M y en Aragón todo sigue (casi) igual

Solo el tiempo dirá si dilatar los acuerdos entre PP y Vox para la investidura de Azcón era la mejor estrategia

Jorge Azcón y Alejandro Nolasco, en su primera reunión.
Jorge Azcón y Alejandro Nolasco, en su primera reunión.
José Miguel Marco

Tenemos candidato a presidir Aragón, pero sin apoyos suficientes, o si los tienen se lo callan, para garantizar la gobernabilidad. Con otra campaña electoral en marcha y unas discretas y secretas negociaciones, no habrá votación, al menos, hasta la última semana de julio. Y es que avanza la negociación, pero partido a partido. Primero los ayuntamientos, luego las diputaciones, ahora las comarcas... Cruzando los puentes cada vez que se llega a un río. Ganando tiempo para concurrir sin mochila a la cita electoral. Con un cambalache de apoyos donde hasta ahora ha asumido un papel secundario Vox, que será protagonista cuando toque definir el Gobierno principal. Si los siete diputados del partido de Santiago Abascal votan ‘no’, la investidura fracasará.

Solo una vez se ha referido Jorge Azcón, el candidato, esta semana a la negociación para formar gobierno. Lo hizo antes de participar en un mitin con Cuca Gamarra, secretaria general nacional, para repetir lo que siempre dice, que apuesta por un Gobierno en solitario del Partido Popular. A pesar de que la suma de escaños, tozuda, niegue esa posibilidad. Con los 28 escaños que le reportaron los 237.817 votos que obtuvo el 28-M, se queda a seis de los 34 que requiere que la mayoría en las Cortes. Y con el apoyo de Teruel Existe (3) y PAR (1), si Vox se une a la izquierda en el ‘no’, las cuentas no salen.

Tres de los cinco gobiernos que dependían de un pacto entre PP y Vox se han constituido ya. La popular Marga Prohens preside Islas Baleares, con Vox al frente del Parlamento pero fuera del gobierno; Carlos Mazón lidera un Ejecutivo de coalición en Valencia y María Guardiola manda en Extremadura, tras ceder a la extrema derecha la consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural. Mal pintaba el pulso PP-Vox en Murcia, y el fracaso en la investidura de Fernando López Miras lo confirmó. En Aragón manejan estrategias paralelas. Los populares quieren seguir la estela de Baleares, con la presidencia de las Cortes como única cesión; la extrema derecha cree que se merece mucho más. «Si quieren prescindir de nosotros, van a tener nuestro voto en contra. ¿Con qué apoyos quiere gobernar solo?», avisaba Alejandro Nolasco, líder de Vox en Aragón.

La hiperactividad en las redes de Azcón contrasta con la discreta presencia que adoptó tras las elecciones autonómicas y municipales. Retuitea, retuitea, pero sus comentarios políticos esta semana se han limitado a felicitar a Juan Antonio Sánchez Quero por su reelección como presidente de la Diputación de Zaragoza, la institución más relevante que retiene el PSOE en Aragón, y a recordar a Miguel Ángel Blanco y Manuel_Giménez Abad, vilmente asesinados por ETA.

Sí habló de pactos Nolasco, pero de los que llegarán tras el 23-J. «Estoy viendo el debate entre el señor del PP y el señor que habita en Moncloa. Solo en el apartado «pactos» el primero ha nombrado a Vox más de 20 veces y ‘Pedro Mentiras’, más de 60. A lo largo del debate nos han nombrado más de 200 veces, y no estábamos invitados. ¿Conclusiones?», deslizaba, vía tuit.

Solo el tiempo dirá si dilatar los acuerdos entre PP y Vox en Aragón más allá del 23-J era la mejor estrategia. A los populares les permite dar una imagen de fortaleza y de independencia, quizá mayor de la que en realidad ostentan. Pero tiene riesgos, el principal, que el resultado electoral tense la relación PP-Vox a nivel nacional, y queden Murcia y Aragón como monedas de cambio.

Los pactos en Aragón empiezan a pasar factura a Teruel Existe, partido que estaría dispuesto a votar ‘sí’ a Azcón si con ello evita que gobierne con Vox. Utilizan ese apoyo explícito desde Sumar para acusar a los de Tomás Guitarte de "cambiar derechos por un kilómetro de carretera", y les preguntan si apoyarán también a Alberto Núñez Feijóo, opción que los de la España vaciada dejan abierta. El PAR se presenta a las generales, aunque solo Alberto Izquierdo esté en campaña, mientras apura sus opciones de tocar poder en el Gobierno, la Diputación de Teruel y las comarcas.

Solo Nolasco reconoce abiertamente que quieren entrar en el Gobierno. Ni Guitarte ni Izquierdo quieren sillones, o eso dicen, pues dan más importancia a los acuerdos programáticos.

La izquierda sigue al frente de un Ejecutivo autonómico sin mando, viendo cómo pasa el tiempo y cómo, aunque las cuentas son claras, Aragón sigue sin Gobierno. Cincuenta días después de que la derecha ganara las elecciones. Y un día menos desde que Pedro Sánchez aguó la victoria del Partido Popular convocando a los españoles a las urnas en plenas vacaciones. 

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