baloncesto 

“La gente va a descubrir que en el equipo hay buenas jugadoras y mejores personas”

El documental 'Rasmia', de Aragon TV, que se estrena este jueves en el cine Palafox, relata cómo el Casademont femenino ganó la Copa de la Reina con el empuje de la afición. 

Foto de la final de la Copa de la Reina: Casademont Zaragoza-Perfumerías Avenida, en el pabellón Príncipe Felipe
Foto de la final de la Copa de la Reina: Casademont Zaragoza-Perfumerías Avenida, en el pabellón Príncipe Felipe
Francisco Jiménez

El documental ‘Rasmia. La historia del Casademont Zaragoza femenino. Una victoria más allá de la pista’ que ha realizado Aragón TV se comenzó a grabar el pasado mes de enero y se presentará este jueves por la tarde, a las 20.00, en el cine Palafox. Permanecerá en cartelera varios días. 

La directora de CARTV, María de Miguel, y la directora de Contenidos, Sara Martín, encomendaron el documental al director Roberto Roldán, de la productora Factoría, y se encargaron de la producción ejecutiva. La decisión se tomó a raíz de las audiencias históricas que lograron los partidos de estas chicas. 

El documental 'Rasmia', de Aragon TV, que se estrena este jueves en el cine Palafox, relata cómo el Casademont femenino ganó la Copa de la Reina y cómo les ayudó el apoyo de la afición.

El director del documental, Roberto Roldán, y la guionista Ana Catalá han pasado tres meses y medio implicados en ‘Rasmia’, que dura una hora, y ambos comentan lo que esconde esta grabación realizada en los ratos libres de las jugadoras de baloncesto. Aquí se recogen desde sus aficiones hasta la fortaleza que recibieron del público en la final. Destacan que la de la Copa de la Reina fue una celebración “histórica”.

¿Quién es la líder de este equipo?

Roberto Roldán. La capitana es Vega porque es la que tiene más experiencia, por el tiempo que lleva aquí, y además es una líder natural.

¿Cómo fue la relación con las jugadoras?

R. R. La convivencia con las chicas ha sido una maravilla. Ellas han sido muy amables y nos han permitido lo que podían. Son muy sencillas,  naturales, y buena gente. Hemos tenido que grabar en sus tiempos libres. 

¿Dónde se ha grabado el documental?

Ana Catalá: Hemos querido ser un equipo invisible que las acompañaba en la trayectoria de los partidos. Fuimos a los viajes cuando jugaron contra el Gerona y al de Lille (Francia), con equipos de la liga Endesa y en los cuartos de final de la Eurocopa.

¿Por qué se titula ‘Rasmia’?

R. R. Yo les propuse a la tele (Aragon TV) el título ‘Rasmia’ después de hablar con Sara Martín (directora de Contenidos), quien dijo que este equipo "juega con rasmia", y lo aceptaron. Nos parecía que era un equipo que estaba haciendo una liga, más allá de la pensada a priori. Por eso se han imbuido del carácter aragonés de emoción. Nos vinculaba no sólo lo deportivo sino la comunión con la ciudad.

El Príncipe Felipe se llenó.

R. R. Va a ser muy difícil que esta Copa vaya a repetirse, y lo dice Elisa Aguilar, la posible nueva presidenta de la Federación Española de Baloncesto, que sustituirá a Garbajosa (se va a la FIBA Europa). Nos dijo que esta Copa va a hacer historia, antes de que se produjera el resultado del llenazo del pabellón. Ya lo vio tras hacer el sorteo con la Copa y al ver las audiencias de televisión. Ya entraban de 4.000 a 5.000 personas durante la liga.

A. C. Las chicas nos dicen que están en una burbuja en Zaragoza porque aquí las conocen por la calle y ellas alucinan. Cuando van a otras ciudades no ven lo mismo.

¿Está final del baloncesto femenino en la ciudad fue como la recopa que ganó el Real Zaragoza?

R. R. Estoy de acuerdo que esta final para Zaragoza fue como la recopa, pero con la importancia de que es deporte femenino, que es minoritario, y no es el fútbol. ¿Cómo ha conseguido tener tremendo respaldo social?

¿Dónde empezaron a notar ese efecto multitudinario tan sorprendente?

A. C. Ellas comenzaron a darse cuenta al acabar los partidos. Cuando salen hay muchos niños, y sobre todo niñas, esperando para que les firmen autógrafos y se convierten en sus referentes. Lara, que ya estuvo el año pasado, dice que ya venían los chicos pero se preguntaba cuándo iban a llenar el pabellón. Este año ha alucinado. En la grabación se quitaban de en medio cuando ellas eran las protagonistas.

¿Qué relación tienen las chicas de Casademont y sus compañeros del equipo masculino?

R. R. Las pocas veces que han coincidido en la grabación con los chicos de Casademont se ve buen ambiente, como la relación que hay entre Santi Yusta o Aday Mara con Vega Gimeno. En la final estuvieron con el bombo... En los últimos tres partidos se ha visto a todo el equipo masculino en sus partidos.

¿Pensaron que iban a ganar la Copa de la Reina?

R. R. Me gustó mucho su determinación y sus ganas. En un equipo de baloncesto esto ayuda porque da cuenta de que soñaban con ganar la Copa y van a por ella, porque estaban jugando en su casa. En lugar de vivirlo como una presión, fueron a matarse por ganarla, aunque con prudencia y sabiendo que era difícil. Nos lo dijo Oma, que luego es la MVP de la final y es de Mataró, y también Vega, a quien le apetecía mucho ganarla.

Aunque lo normal es que quien organiza la Copa no suela ganarla. Pero aquí fue al revés porque ellas se sentían tan apoyadas y respaldados con la comunión de su público que les ha servido de acicate en lugar de presión. Vienen a decirles que son invencibles aquí y creen que iban a ganar a Perfumería Avenida, a las que nunca habían vencido.

A. C. Me sorprende su fuerza mental cuando saben que está toda la ciudad involucrada.

¿Nadie pensaba que el pabellón Príncipe Felipe iba a acabar con 10.800 espectadores? 

R. R. Ellas son deportistas y lo vimos en el documental cuando perdieron en Lille (Francia) en los cuartos de final del Eurocopa. Allí pagaron la inexperiencia y los nervios, pero era la primera vez que se veían en una situación así. De allí sacaron una experiencia de aprendizaje y se vio en la final de la Copa, cuando echaron a Vega del campo.

Vega hizo el partidazo en la semifinal contra el Valencia y cuando la expulsaron en la final, el público reaccionó apoyando a su equipo…

R. R. La falta que le pitan a Vega, el ‘floping’, era bastante cuestionable, pero en esos momentos es cuanco más significado tiene la palabra ‘rasmia’ porque ella era la líder y ayudó llegar a la final. Ese equipo neófito en este ambiente y en la Copa de la Reina reacciona y gana. Es cuando más sentido tiene este documental y lo que ha traído el basket femenino a esta ciudad.

A. C. Hay mucha gente que ha ido por primera vez a este campeonato y ahora están reservando el abono para el año que viene.

El ambiente de la Copa de la Reina era muy positivo…

R. R. Es de agradecer el ambiente que había. Algunos como los de Araski, que habían perdido, mantenían el ambiente festivo y eso no suele pasar en otros deportes.

¿Cómo definen el corazón del documental?

R. R. No es el documental de un equipo que gana la Copa de la Reina, sino de cómo un deporte minoritario como el baloncesto femenino de Zaragoza consigue tener un tremendo respaldo social y que vaya tanta gente a verlo. Al masculino no le hace falta, al Real Madrid, al Barça o al Casademont. A Aday Mara no le hace falta un foco, pero aquí la tele lo ha puesto en el baloncesto femenino con las retransmisiones y entrevistas, y eso ha gustado en Zaragoza, algo que no pasaba antes. Ya hay una masa social que lo sigue, va al campo, reconoce a las jugadoras y les pide autógrafos. Ese es el gran éxito, no el de ganar la Copa de la Reina, que ya está en las vitrinas del club y es el broche o el lazo. Pero lo fundamental es que un grupo de chicas que no conocía nadie ha despertado a toda una ciudad.

A. C. Es una victoria que va más allá de un título.

R. R. La victoria no está en la pista, sino que está fuera de la pista.

¿Esta ciudad necesitaba esta victoria de manera sociológica?

R. R. Sí, porque esta ciudad lleva muchos años sin celebrar nada deportivamente. Por eso, esta es una gran victoria épica de Zaragoza, que hizo un pequeño grupo de deportistas femeninas desconocidas y que ha conseguido ilusionar a toda una comunidad.

A. C. Además, en el documental hemos intentado conocerlas fuera de su vida deportiva, de manera humana y con sus aficiones.

¿Cómo definen las jugadores su carácter?

R. R. En el documental, la gente va a descubrir que las jugadoras son muy buenas y mejores como personas, como dice su capitana (Vega Gimeno). Ese es el resultado y el éxito de este equipo en una sociedad tan competitiva y lleno de egos. Ninguna es una superestrella y la fuerza del equipo, como la unión, es jugar en conjunto y llevarse bien, para haber ganado la Copa de la Reina, y tener a gente detrás identificada con sus valores.

A. C. A una le gusta la fotografía, a otra la cerámica... Las conoces de verdad y te identificas con ellas. Ahora piensan ya en la Euroliga del año que viene…

¿Qué valores defienden para lograr este apoyo de los aragoneses?

R. R. Lo que más me ha gustado de hacer el documental es que haya habido mucha gente involucrada con ellas porque se hacen querer y tienen unos valores que esta sociedad está perdiendo. Estas chicas pueden ejemplificar esas mejoras.

A. C. Son guerreras por lo que les gusta.

¿Zaragoza tiene una afición única de baloncesto? 

R. R.  Dicen que como en Zaragoza, el baloncesto no se vive en ningún sitio. Me lo dijo la americana Gatling en un total: "Llevo más de 20 años jugando por todo el mundo y no he visto una afición como la de Zaragoza".

A. C. Volvió a Zaragoza porque estuvo en el primer año y fue feliz aquí.

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