La Policía Nacional salva in extremis a dos personas que querían quitarse la vida en Calatayud y Zaragoza
Agentes destinados en la ciudad bilbilitana hallaron a una mujer en su vivienda con signos vitales muy débiles y a otro joven con intenciones autolíticas en la capital aragonesa.
Agentes de la Policía Nacional han conseguido salvar en los últimos días a dos personas que trataban de quitarse la vida, una de ellas en Zaragoza y la otra en Calatayud. Según informan fuentes policiales en un comunicado, la primera actuación policial se produjo el pasado viernes, 3 de marzo, cuando agentes destinados en la Comisaría Local de Calatayud lograron salvar la vida de una mujer de 44 años que se encontraba en el interior de su domicilio sin signos aparentes de vitalidad.
Los policías habían recibido una llamada del entorno más cercano de la mujer, en la que se manifestaba la preocupación por su estado, ya que hacía varios días que no sabían sobre su paradero y temían que podía haberle sucedido algo.
A consecuencia de este aviso, varios agentes acudieron al domicilio donde residía la mujer, en la ciudad de Calatayud, y tras realizar varias gestiones infructuosas para acceder a su vivienda, tuvieron que solicitar la ayuda de Bomberos, quienes les franquearon la puerta.
Una vez en el interior del piso, localizaron tendida sobre su cama a la mujer, con los signos vitales muy débiles y casi imperceptibles, si bien la formación en primeros auxilios de uno de los agentes hizo que no se cejara en el empeño de reanimarla, de manera que finalmente fue estabilizada por el servicio de emergencias y trasladada hasta un hospital de Zaragoza.
La segunda intervención policial se produjo el pasado domingo, 5 de marzo, en la capital aragonesa, cuando dos agentes de la Policía Nacional evitaron a primera hora de la tarde que un joven se precipitara al cauce del río Ebro. Según informan las mismas fuentes, los integrantes de la dotación policial acudieron al aviso de un viandante que estaba presenciando las intenciones autolíticas del joven.
Los agentes actuaron con determinación para acercarse hasta el joven y conversar con él, tratar de calmarlo y conseguir que depusiera su actitud.
Según fuentes policiales, los dos agentes "que no dudaron en poner en peligro sus propias vidas para salvar la este ciudadano, se posicionaron de forma estratégica hasta conseguir agarrarlo fuertemente y llevarlo a un lugar seguro".
Posteriormente, el joven fue traslado por el servicio de ambulancia de Bomberos al hospital Miguel Servet para recibir el tratamiento facultativo necesario.
