Compartir las habilidades del día a día

Hasta hace unos meses, Elena, Carmen, Pablo, Jorge y Javier apenas se conocían y el tiempo que habían compartido juntos era gracias a las actividades de ocio programadas por Fundación Lacus Aragón. A fecha de hoy, estos jóvenes, con edades comprendidas entre los 12 y 17 años, son una piña y han hecho juntos cosas tan importantes como cocinar, planificar desplazamientos, trabajar el cuidado de la imagen personal o reforzar el reconocimiento y gestión de las emociones propias y de los demás. Y todo ello sin olvidarse de otras propuestas, como ir juntos a merendar o salir de compras.

Un logro que ha sido posible gracias a los ‘Talleres de habilidades funcionales’, una iniciativa que surgió porque los chicos y chicas con los que trabajan en Fundación Lacus Aragón se van haciendo mayores y "entre todos (profesionales, familias, equipos docentes) vimos la necesidad de reforzar aquellas habilidades fundamentales para el desarrollo de su autonomía, las cuáles deben ser ejercitadas de forma más intencional y con mayor frecuencia en personas que tienen necesidades educativas especiales", explica Elena Arroyo, miembro del Departamento Técnico de Lacus Aragón, quien recuerda que la periodicidad de esta actividad es semanal y su principal reto es desarrollar actividades cognitivas y contenidos instruméntales básicos con el objetivo de "fomentar la autonomía".

En estos momentos, en el proyecto participan cinco personas, porque desde la entidad consideran que es "fundamental poder trabajar estas habilidades en un pequeño grupo, aunque estamos abiertos a iniciar otros nuevos. A la mayoría los conocemos de otras iniciativas y con el resto hemos iniciado este proceso a raíz de la demanda de sus familias, estableciendo contacto antes para conocerlos mejor", indica.

F.L.A.

A lo largo de estos meses, se ha insistido mucho en trabajar áreas instrumentales, como la vida en el hogar (organización de las tareas, hacer la compra, cocina, limpieza…); el manejo del dinero y tiempo; la actuación ante emergencias; la higiene personal y cuidado de la imagen; los desplazamientos; o los hábitos saludables y las habilidades sociales.

"Vamos programando las propuestas por temáticas, tratando de trabajarlas de forma dinámica y animando a las familias a generalizarlas en sus casas», matiza Elena, a la vez que recuerda que "la evolución de los chicos está siendo magnífica y, aunque no todos se conocían entre sí, enseguida hicieron piña y mostraron una disposición estupenda para interactuar entre ellos y llevar a cabo las propuestas planteadas", indica.

En cuanto a las iniciativas propuestas, los responsables de su programación han comprobado que "aquellas en las que tenemos en cuenta sus gustos, intereses y propias vivencias son las que les resultan más significativas, de manera que disfrutan y participan muchísimo".