La DGA autoriza a 700 sanitarios a tener doble actividad, 300 en consultas privadas

Función Pública registró 864 peticiones en 2022, 200 más que el año anterior, el 80% desde Sanidad.

Fachada del Hospital Miguel Servet de Zaragoza
Fachada del Hospital Miguel Servet de Zaragoza
GUILLERMO CALAHORRA

Las peticiones de los empleados públicos para ejercer una segunda actividad pública y privada se disparan. En 2022, Función Pública concedió, en total, 864 autorizaciones, 200 más que el año anterior. El incremento tiene su origen en las solicitudes para ejercer en el ámbito privado, en el que se alcanzó la cifra más elevada de los últimos cuatro años. A ellas corresponden las casi 300 peticiones para trabajar en consultas privadas que presentaron sanitarios que trabajan en la Comunidad.

En los últimos cuatro años se han concedido 2.917 autorizaciones a funcionarios para ejercer una actividad privada o una segunda actividad pública, fuera de su trabajo principal. En esta cifra no se incluye los que tenían permiso previo para poder hacerlo, a través de un procedimiento que viene regulado en la Ley 53/1984,de 26 de diciembre, de Incompatibilidades del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas.

Entre quienes pueden optar al permiso figura el personal que desempeña tareas formativas. En este ámbito se incluyen la casi totalidad de los 462 permisos concedidos, la mayoría de empleados del Servicios Aragonés de Salud, que trabajan como profesores asociados con dedicación conjunta en una misma jornada laboral.

Figuran, entre las excepciones, autorizaciones para ser evaluadores de la Unión Europea, a veterinarios por parte de Agricultura para trabajar en festejos taurinos populares, a quienes quieren ser vocales de juntas de distritos, participar en investigaciones y asesorar sobre acreditaciones de competencias para la cualificación profesional.

Aunque ocho de cada diez peticiones proceden de Sanidad, en 2022 se presentaron, también, casi 40 desde Educación y una veintena desde el Instituto Tecnológico Aragón, el Instituto Aragonés de Servicios Sociales y Vertebración.

Cuando un funcionario quiere ejercer una doble actividad, debe solicitarlo formalmente a Función Pública. Tras consultar al departamento asignado, que ha de certificar que no va a suponer un menoscabo de su actividad en la Administración, se resuelve la petición. El Gobierno de Aragón está obligado a difundir la información a través del portal de transparencia. Ese listado revela que de los 400 funcionarios que pidieron ejercer una actividad privada, casi 300 eran sanitarios que, además de trabajar en los hospitales y centros de salud públicos, querían desempeñar su labor, casi siempre en horario de tarde, en consultas privadas.

Del hospital público, al privado

Las peticiones de doble actividad llegaron en 2022 desde todos los hospitales públicos de Aragón, con una especial incidencia en el Miguel Servet y en el Clínico Universitario Lozano Blesa, y su destino era o bien consultas privadas, de otorrinolaringología, ginecología, psicología y medicina estética o bien hospitales privados que operan en la Comunidad.

Suelen ser jornadas de tres o cuatro horas (de 17.00 a 21.00, de 18.00 a 20.00) o incluso más (de 15.30 a 21.00, dos o tres días por semana). Hay peticiones para ejercer en consultas privadas 50 horas al mes, sin especificar. En la mayoría de los casos, se trata de facultativos especialistas de área que han trabajado en horario de mañana (de 8.00 a 15.00) o de tarde (14.15-21.45) y lo cuadran con el empleo que desempeñan fuera de la Administración. En algunos casos, el escenario laboral queda mucho más abierto. Hay matronas que vinculan la segunda actividad al horario fijado en la principal. Y especialistas que trabajan como docentes en universidades privadas.

Más variopinta es la situación de los que trabajan en hospitales, pero sin desempeñar tareas médicas. Hay autorizaciones a enfermeras de centro de salud para trabajar dos días por semana en hostelería, como esteticistas o como profesor de autoescuela; auxiliares que se dedican, también, a la limpieza; celadores que trabajan, también, como taxistas, y electricistas de hospital y de oficio.

En cuanto a los reconocimientos de compatibilidad para una segunda actividad privada en Presidencia o Vertebración, se compagina el trabajo en la Administración con la hostelería. Hay trabajadores de Educación que auditan partidos de fútbol, técnicos de laboratorio que son, también, mozos de almacén, enfermeros que colaboran en la localización de terrenos eficientes de energía solar y celadores que completan la nómina como contables, mediadores de seguros o con la venta y montaje de electrodomésticos.

De los 59.224 empleados del Gobierno de Aragón, solo 864 pidieron permiso en 2022 para ejercer una segunda actividad. Es, de hecho, el personal estatutario el que tiene más facilidades para acogerse a ella. En la DGA, trabajan en Sanidad 28.057 funcionarios, 5.739 hombres y 22.318 mujeres. Hay también permisos que se solicitan para situaciones atípicas como escribir un libro.

Cuando hay una petición por parte de un funcionario, la propia resolución dice que debe comunicarse cualquier cambio tanto en la actividad privada como en la pública y debería volver a solicitarse y someterse, de nuevo, al proceso de valoración. En el caso de que no se produzcan cambios, "la validez es sine die", según indicaron fuentes de la Consejería de Hacienda. No figura en transparencia, por tanto, la cifra total de funcionarios de la DGA que en estos momentos podrían estar desarrollando una doble actividad en el ámbito público o en el privado.

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