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‘Jamón, jamón’ curado 30 años

La película de Bigas Luna se grabó en los Monegros y se estrenó en 1992. Ganó el León de Plata en el Festival de Venecia y dio la vuelta al mundo. Describió los tópicos de España, entre el jamón y el toro, en la Nacional II, en Peñalba

La película 'Jamón, jamón' de Bigas Luna grabó el toro de Osborne situado en la Nacional II, a la altura de Peñalba, en los Monegros aragoneses.
La película 'Jamón, jamón' de Bigas Luna grabó el toro de Osborne situado en la Nacional II, a la altura de Peñalba, en los Monegros aragoneses.
Oliver Duch

La película ‘Jamón, jamón’ del director Bigas Luna, se rodó en el otoño de 1992, después de las Fiestas del Pilar, en el corazón de los Monegros, dio la vuelta al mundo y sirvió para mostrar los tópicos de España que, treinta años después, siguen de actualidad. Eso cree Celia Orós, la esposa aragonesa del cineasta, que influyó en el cariño que él tuvo a los Monegros para señalar con esta historia los "arquetipos de la sociedad española". Era "un lugar auténtico" y "lleno de tierra", que Bigas eligió para grabar, entre las poblaciones monegrinas de Candasnos, Peñalba y Monegrillo. Pero su viuda desvela que fue su padre, José Luis Orós, un aparejador zaragozano, quien se llevó unos días al director a esa zona desértica. Una vez pisada y conocida en directo, escogió esa imagen con el toro de Osborne en la Nacional-II como el símbolo de un país.

"Esta película entusiasmó en Japón y dio la vuelta al mundo porque se estrenó en muchos países. Hace poco volví a verla y creo que no ha envejecido, salvo quizás el vestuario que llevaba Estefanía Sandrelli", opina la viuda del director. Ambos se calificaban como "nómadas" y con ‘Jamón, jamón’ multiplicaron sus viajes.

A sus 53 años, al alcalde de Peñalba, Roberto Saurat, le sigue sorprendiendo que los Monegros sean tan conocidos gracias a la difusión mundial de ‘Jamón, jamón’, pero eso le supone un "orgullo". Igual que a todos los monegrinos de su pueblo, donde se grabó el toro, en la carretera y en un restaurante (La Ruta), que se cerró años después. "No hay más turismo por la película y las visitas son casuales, pero la gente se para a hacerse fotos con el toro si pasa por la Nacional II. Se puede decir que, con esta película, se conocen los Monegros en todo el mundo y suelen venir muchos artistas a conocerlos", destaca el edil, quien ha podido ver en internet trabajos sobre esa zona en documentales españoles y europeos. "La gente sabe bien que los Monegros son un desierto que está en medio de Aragón y, cuando vienen, ven también que compartimos el secano con los regadíos. Por eso el bosque resalta también", agrega Roberto Saurat, quien tiene "muy buenos recuerdos" de la grabación, aquel otoño de 1992, después de celebrarse los históricos Juegos Olímpicos de Barcelona.

Celia Orós reconoce que a partir de entonces se quedaron muy ligados a esta zona. Tanto que, para las celebraciones, se convirtieron en fieles de un restaurante de Monegrillo, el municipio donde Bigas Luna tiene una calle dedicada. Allí acudían a comer ternasco, asado en un horno de pan. "El año que fue el pregonero de las fiestas del Pilar (2001) fuimos toda la familia a comer a Monegrillo", recuerda.

El director Bigas Luna (izquierda) con los actores Javier Bardem y Estefanía Sandrelli.
El director Bigas Luna (izquierda) con los actores Javier Bardem y Estefanía Sandrelli.
Productora Lolafilms

Tras rodar la película ‘Jamón, jamón’ en los Monegros, la ligazón de Bigas Luna (fallecido en 2013 a causa de un cáncer) con Aragón se hizo aún más estrecha y cariñosa. En Zaragoza, reinventó El Plata, mítico café cantante, como cabaré surrealista y, en 1998, fue el artífice del cambio de escenario de la Ofrenda de flores a la Virgen del Pilar.

EL Mito Bardem-Penélope. La documentalista Vicky Calavia, quien realizó ‘Aragón Rodado’ (2015), un trabajo sobre la ruta de ‘Jamón, jamón’ junto al actor Jordi Mollà y el jefe de fotografía José Luis Alcaine, considera que el regreso de la película a Aragón "sería un regalo" para celebrar el 30 aniversario. Aquí, en una localización tan simbólica de los Monegros "es donde nació el mito de los actores Javier Bardem y Penélope Cruz", que tres décadas después han conquistado Hollywood, la meca del cine.

Vicky Calavia, documentalista y comisaria de la exposición Bigas Luna, 30 años, esta semana en Zaragoza.
Vicky Calavia, documentalista y comisaria de la exposición Bigas Luna, 30 años, esta semana en Zaragoza.
Toni Galán

"Fue una película que triunfó en toda Europa, aunque era muy española. De hecho, me acaban de llamar desde Alemania, al haber visto la ruta que hice, porque se celebra otro aniversario del toro de Osborne, un símbolo que ahora está en cuestión", apunta Vicky Calavia para confirmar el eco que sigue teniendo para los extranjeros porque trasmite "los tópicos de los españoles", de los que aquí "ya no sacamos pecho".

"No hay que avergonzarse de esa imagen que muestra la película", defiende Calavia al enumerar el jamón, la tortilla de patata y el toro, porque "son Marca España, como la masculinidad o el erotismo palpable", concluye.

Bigas Luna ganó varios premios con la película, entre los que destaca el León de Plata de Venecia. Y el eco internacional no se apaga. La documentalista aragonesa recuerda que la marca Osborne ha encargado una exposición al actor Jordi Mollà, que también es pintor y reside en Miami (EE. UU.). "Ha hecho una serie de cuadros de los toros que se expuso hace poco en Londres, y también se basa en la película ‘Jamón, jamón’", agrega.

Jordi Mollà, en el documental Aragón Rodado, de Vicky Calavia.
Jordi Mollà, en el documental Aragón Rodado, de Vicky Calavia.
Miguel Manteca

"Bigas Luna se inspiró en un mar de tierra, una zona calmada, muy extensa, que tiene mucho sol y polvo. Alcaine (José Luis, jefe de fotografía) nos contó en el documental que era muy difícil rodar allí; lo hacían muy temprano o al atardecer para que el sol de mediodía no les afeara los rostros", detalla Vicky Calavia. De hecho, la viuda del director relata que les advirtió que podían pasar frío y acabaron aplicando el truco de ponerles hielo en la boca para que se acostumbraran al frío de las grabaciones.

Algunas escenas míticas –como cuando Jordi Mollà rompe los huevos del toro– tienen su intrahistoria. Para facilitar la escena, acabaron serrando los originales y sustituyéndolos por unos de otro material. Uno de ellos se lo llevó Bigas a su casa, donde lo tenía expuesto como si fuera una escultura; tras su muerte, Celia Orós lo cedería al Museo del Jamón de Calamocha.

Una película así de mítica no ha generado una peregrinación de turistas a ese enclave monegrino, pero la Monegros Film Commission ha promovido muchas grabaciones en la zona desértica, destaca Vicky Calavia. Recuerda que los calzoncillos Sansón que llevaba Javier Bardem los diseñó el director, inspirándose en el modelo de una empresa de ropa interior de Pina de Ebro. Ante ese anuncio se grabó una escena entre el actor, que iba en moto, y Penélope. "‘Ese soy’ –le dice él, señalando los calzoncillos del anuncio–; ella le dice que es un guarro y él le replica: ‘Y tú, una jamona’", revive.

Javier Angulo
Javier Angulo
Javier Blasco

Con motivo de este 30 aniversario, se ha reeditado el libro ‘El poderoso influjo de Jamón, jamón’. Su autor, el director del Festival de Cine de Valladolid, Javier Angulo, destaca que Bigas Luna confesó que quería meter "todo lo que suponía ser español, lo bueno, lo malo y lo peor". Describió lo que era "ser español e ibérico, con el aceite, el jamón, el ajo, y con el machismo, que era lo peor que nos definía, pero incluyendo también toda la belleza, porque buscaba los contrastes". 

Para él, "fue el director que mostró la cara oculta y negativa del macho ibérico, porque con esta película inauguró una trilogía que se completa con ‘Huevos de oro’ y ‘La teta y la luna’". Para ello, "usó un trío amoroso interpretado por unos actores jóvenes, en casi su primera película y en estado de gracia –Javier Bardem, Penélope Cruz y Jordi Mollà– e incentivados por sus padres que eran grandes intérpretes internacionales –Estefanía Sandrelli y Juan Diego–". Así cuenta Javier Angulo el corazón de la película. En su opinión, Bigas Luna quiere contar "un drama en la España profunda" y los jóvenes actores llegaron poco bregados en su debut. "Mollà creía que Bardem era un chulo de bolera de Madrid y Javier creía que Jordi era un pijo de Barcelona, pero los dos se quedaron prendados totalmente con Penélope".

Penélope Cruz y Javier Bardem, durante la grabación en los Monegros el otoño de 1992.
Penélope Cruz y Javier Bardem, durante la grabación en los Monegros el otoño de 1992.
Productora Lolafilms

Obejto de culto

Una exposición titulada  ‘30 años de Jamón, jamón’ rendirá este año homenaje a Bigas Luna. Para su viuda y una de sus hijas, Betty Bigas –que es diseñadora gráfica y una de las comisarias de la muestra, junto con la documentalista aragonesa Vicky Calavia– la manera de recordar a Bigas es "recuperar numerosos objetos de la película". La exposición podrá verse en Zaragoza desde el 1 de diciembre en los Depósitos de Agua de Pignatelli; cuenta con el patrocinio del Ayuntamiento y estará abierta durante todo un mes.

"El año pasado vino a La Mirada Tabú como jurado Javier Angulo y pensamos en crear esta exposición como un homenaje a Bigas al cumplirse los 30 años de la película", detalla Calavia. "En nuestro festival, La Mirada Tabú, cada año se hace un homenaje a un autor; Bigas es totalmente tabú porque es políticamente incorrecto, al tratar temas como los tópicos españoles, de los que hoy casi no se puede hablar, desde el erotismo a la masculinidad o la heterosexualidad, el toro o la gastronomía de base, como el jamón, la tortilla y el ajo".

Cartel de la exposicion de Bigas Luna, 30 años de 'Jamón, jamón' que se inaugura el 22 de octubre en el Festival de Valladolid, Seminci. El 1 de diciembre llegará a Zaragoza, en los Depósitos del Agua Pignatelli.
Cartel de la exposicion de Bigas Luna, 30 años de 'Jamón, jamón' que se inaugura el 22 de octubre en el Festival de Valladolid, Seminci. El 1 de diciembre llegará a Zaragoza, en los Depósitos del Agua Pignatelli.
Heraldo

Esa España que retrató en la película era muy reconocible. Vicky y Javier hablaron con la viuda de Bigas para invitarla a aportar el material que guardaba de la película. Luego se sumó al proyecto su hija, Betty, diseñadora gráfica.

Calavia explica que en ella podrán verse los jamones de la pelea final entre los dos protagonistas, inspirada en el cuadro de Goya ‘Duelo a garrotazos’, los huevos del famoso anuncio de carretera del toro de Osborne, la moto Yamaha de Bardem, maniquíes con los calzoncillos del actor diseñados por Bigas y el vestido rojo de Penélope, todo un icono del filme que representa una época de España.

Aportan también objetos personales del director, como obra pictórica con tierra de los Monegros, porque Bigas no era solo un cineasta sino "un artista polifacético", o unos guiones sobre los que trabajaba, modificándolos una y otra vez, en su huerto. La muestra incluirá una serie de fotos en gran formato del rodaje en lugares como el campo de fútbol y el bar de Monegrillo o la gasolinera y la zona del toro en la N-II en Peñalba.

"Primero se hace un recorrido por los personajes, desde el chulo que es Bardem, la niña o la perla de Monegrillo que es Penélope, el padre y la madre, que son Juan Diego y Estefanía Sandrelli, la puta, que es Ana Galiana, y el pijo, Jordi Mollà", relata la comisaria. Y, luego, los triángulos de relaciones eróticas de adultos con jóvenes.

La exposición se inaugurará primero en el Festival de Cine de Valladolid, el próximo 22 de octubre. Allí se homenajeará al productor de la película, Andrés Vicente Gómez, de Lolafilms, que también ha colaborado con el material expuesto. Y es posible que haya alguna sorpresa entre los invitados. Tras su paso por Zaragoza, está previsto que la muestra, muy deseada por la familia, concluya su gira en marzo, en el Festival de Málaga. Celia Orós cree que la exposición es "tener vivos a los muertos".

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