Aragón cuenta con un nuevo atlas climático interactivo que permitirá analizar tendencias y fenómenos climáticos extremos con el objetivo de poderlo utilizar para la predicción de incendios, con fines agrícolas o incluso sanitarios. "Si vemos que en una zona ha aumentado significativamente la temperatura, quizá se puede tomar la decisión de que el terreno ya no es idóneo para el tipo de cultivo que había", ha ejemplificado Carlos Gamarra, director general de Cambio Climático y Educación Ambiental. También se trabaja con Sanidad, según ha explicado José María Salvador, director general de Ordenación del Territorio, para definir las enfermedades más recurrentes de cada zona de salud y ver si se puede relacionar la situación climatológica. 

Estas son algunas de las funcionalidades con las que se trabaja en el nuevo atlas que ofrece mapas promedios mensuales desde 1991 a 2020 e información diaria desde 1950 a 2020. La intención, ha asegurado Gamarra, es que esta información  "no se quede obsoleta" aunque, al tratarse de datos que hay que procesar, todavía no se ha determinado de qué modo se irá actualizando. El anterior modelo era de 2007. 

Para conseguir toda la información se cuenta con 3.900 puntos de recogida de registros de precipitaciones y 2.800 estaciones de temperatura. "Son más de 150.000 datos sobre el clima de Aragón, la mayoría de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet)", ha enfatizado. Además de servir al Gobierno de Aragón para la toma de decisiones, la intención de este nuevo atlas es que pueda ser consultado por cualquier persona desde su casa. "Se pueden descargar una serie de datos, con una precisión de un kilómetro. Esta información puede ser interesante para un usuario curioso, pero es fundamental para uno avanzado", ha explicado Miguel Ángel Saz, doctor en Geografía por la Universidad de Zaragoza. 

El clima en Aragón

La Comunidad, ha señalado, cuenta con un clima "complicado", ya que cuenta con índices térmicos extremos. "En 2021, la amplitud térmica en alguna zona fue de 60 grados, llegando a estar a -20 en invierno y a 40 en verano", ha ejemplificado. Desde el punto de vista espacial, no ha habido cambios; pero se está empezando a ver y trabajar en la "tendencia acusada de calentamiento en las estaciones climatológicas, especialmente, en en verano". Se produce, un incremento importante de las mínimas, provocando cada vez más noches tropicales, que son aquellas en las que se superan los 20 gradados. 

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"Y en relación a la precipitación, las tendencias a nivel de todo el territorio no son tan claras", ha explicado. En este sentido, ha apuntado que parece que "la atmosfera se ha olvidado de lo que sería la precipitación habitual", ya que cada vez estos fenómenos son "menos estables".