Suspendidas las visitas y salidas de la residencia municipal de Calatayud por tres positivos

Dos trabajadores y un usuario de la residencia municipal de mayores San Iñigo de Calatayud han sido notificados como contagiados de coronavirus en dos pruebas de antígenos y una PCR respectivamente, según ha explicado el alcalde de la ciudad, José Manuel Aranda. De los primeros, se encuentran en aislamiento y uno de ellos no había trabajado desde el viernes. 

En cuanto a los residentes, una persona fue sometida a una prueba PCR que ha arrojado un resultado positivo y ha quedado ingresada por precaución en el hospital Ernest Lluch, ya que cuenta con más patologías. Todos los afectados están con síntomas leves, los trabajadores están confinados en sus domicilios y la residencia ha aislado a los residentes que habían mantenido un contacto estrecho con los casos.

Por el momento, desde el Ayuntamiento se han reunido este lunes por la mañana con empleados del centro y familiares para explicar la situación. Por lo pronto, Aranda apuntaba que tanto las visitas como las salidas del geriátrico quedan suspendidas y que "lo más razonable, viendo la situación general, es que se mantenga hasta después de Navidad". De igual forma, explicaba que se siguen las indicaciones marcadas por la Consejería de Servicios Sociales y Ciudadanía del Gobierno de Aragón, que por protocolo trata este episodio como brote.

Asimismo, el regidor detallaba que durante el domingo, la enfermera destinada en el centro fue haciendo diversos controles, que se suman a los cribados regulares que se hacen en el centro desde agosto. También detallaba que de las 26 pruebas de antígenos practicadas a residentes y trabajadores, todas han salido negativas y que cuentan con 30 test más para ir realizando si son necesarios.

"Todos, tanto residentes como trabajadores, están 'trivacunados', los más recientes de hace pocos días", insistía el primer edil, que ha insistido que tanto las salidas como entradas quedan en suspenso "por prudencia". Los llamados despistajes, puestos en marcha desde agosto y motivados por la entonces sexta ola, fueron una iniciativa del Consistorio porque, aseguraba Aranda, "debemos mantenernos en alerta y adelantarnos a casos de contagios que puedan poner en riesgo a la población más vulnerable".