nieve

Así se producen los aludes controlados en el Pirineo

Para evitar accidentes, tanto en pistas como en las carreteras, se efectúan pequeñas avalanchas de manera vigilada para estabilizar el terreno. 

El sistema Gazex, Daisybell y el Avalancheur, los métodos más utilizados en el Pirineo aragonés.
El sistema Gazex, Daisybell y el Avalancheur, los métodos más utilizados en el Pirineo aragonés.
Heraldo.es

Este lunes reabrió la estación de esquí de Astún después de que se llevaran a cabo una serie de aludes controlados para estabilizar el terreno y permitir el desarrollo de la actividad deportiva en la zona con total seguridad. Tanto Candanchú como Astún, ambas estaciones del valle del Aragón, permanece abiertas y con sus pistas aseguradas.

Sin embargo, existe un riesgo real de provocar aludes indeseadas si se esquía fuera de pistas. Así se informa desde la web de las estación de Astún. Por eso hicieron un llamamiento a que se extremen las precauciones y que no se practiquen descensos fuera de las vías habilitadas.

Debido a la inestabilidad del manto de nieve, el lunes por la mañana, el equipo de la estación puso en marcha el protocolo de seguridad PIDA. Son las siglas de Plan de Intervención para el Desencadenamiento de Avalanchas que existe en cada estación y que recoge todo lo que debe hacerse y cuáles son los sistemas a utilizar en cada una de las zonas de mayor riesgo. Tras estas maniobras, la estación reabrió con normalidad.

Las avalanchas naturales pueden deberse a varias causas. Tras las intensas nevadas caídas la semana pasada, se acumuló en las laderas una gran cantidad de nieve fresca. Este tipo de nieve, tiene muy poca cohesión convirtiéndola en inestable. Si un esquiador pasa por encima puede provocar un corte en el ángulo máximo de equilibrio del manto lo que genera el deslizamiento hacia abajo de los granos de nieve que comienzan a chocar unos con otros, provocando una reacción en cadena con el consiguiente resultado del alud. Sin embargo, tanto en las estaciones de esquí como en las carreteras pirenaicas, se recurre a tres métodos para evitar y controlar las situaciones de peligro.

El sistema Gazex consiste en una estructura de tubos fijos instalados en los puntos críticos de la estación. Es un sistema informatizado que se maneja desde el puesto de control. Desde allí se envía un impulso eléctrico al tubo elegido y este expulsa un cartucho con una combinación de gases (oxígeno y propano) que al mezclarse produce una detonación, que provoca la avalancha.

Cuando las condiciones meteorológicas lo permiten, se recurre al helicóptero y al Daisybell, una capsula metálica con forma de cono que transporta oxígeno e hidrógeno. Permite lanzarlos desde una altura mayor con el mismo resultado que el método anterior.

Por último, algunas estaciones cuentan con un Avalancheur, un cañón de tiro neumático que lanza flechas con explosivos a puntos de difícil acceso. Tiene un alcance de dos kilómetros de distancia.

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