infraestructuras

La terminal intermodal de Monzón bate su récord con 50.000 contenedores en 2020

l El crecimiento de Novapet y las exportaciones cárnicas del grupo Pini impulsan su actividad ferroviaria.

Un portacontenedores descarga, el pasado martes, un tren llegado del puerto de Barcelona.
Un portacontenedores descarga, el pasado martes, un tren llegado del puerto de Barcelona.
FRANCISCO JIMENEZ

La Terminal Intermodal de Mercancías (TIM) de Monzón cerró el año pasado con un nuevo récord de actividad pese a la crisis generada por la pandemia. La división logística del grupo Samca movió 1.100 trenes y rozó los 50.000 contenedores, lo que supone un crecimiento del 8% respecto al año pasado, especialmente positivo si se tiene en cuenta que en 2019 ya se logró un hito al aumentar la carga un 26%.

El director de la TIM, José Antonio Ramos, señala a este diario que el mayor volumen de producción de la fábrica barbastrense de Novapet, del mismo grupo aragonés Samca, y las exportaciones cárnicas de Litera Meat, la planta porcina abierta por Pini en Binéfar, explican el éxito cosechado el año pasado. Este último cliente se sumó hace justo un año e inauguró la nueva línea de negocio de contenedores refrigerados y a estas alturas se logra enviar un tren diario al puerto de Barcelona cargado con productos cárnicos dirigidos al mercado asiático.

La suma de ambos clientes compensó con creces el descenso de las remesas de alfalfa, fruto de la subida de los costes de los fletes, y el revés que supuso durante el primer trimestre los desvíos que tuvieron que hacer los trenes por el cierre de la línea de Lérida como consecuencia de las inundaciones que sufrió el año anterior a la altura de Vinaixa.

De este modo, la terminal de Monzón se ha consolidado como la tercera del país de capital privado, solo superada por las de Azuqueca y Coslada, ambas situadas en el cinturón logístico e industrial de Madrid.

La recuperación también se está haciendo notar en la carga de trabajo en las instalaciones montisonenses en el primer trimestre, en el que se han movido 15.837 contenedores, casi un tercio de todos los contabilizados el año pasado, lo que hace augurar otro récord, según manifiesta el director comercial, Pedro Semitiel. La mayor parte tienen como origen o destino el puerto de Barcelona, al que quieren sumar al accionariado junto al de Tarragona con una participación minoritaria, del 15%. Samca tiene ahora el 90% y Logirail (Renfe) el 10% restante.

La terminal de graneles

Al impulso de los contenedores se suman las importaciones de cereal de la vecina terminal de graneles agroalimentarios, que en su primer año ha logrado rozar las 35.000 toneladas. La jefa de operaciones, Maripaz Pasías, indica que los envíos, de entre 1.000 y 8.000 toneladas mensuales, acaban en sendas fábricas de piensos que el grupo Jorge tiene en Sariñena y Mazana en Capella, además de los de Harinera de Villamayor que van a Plasencia del Monte. Para suministrarles parte de su materia prima, gestiona los envíos ferroviarios desde el puerto de Tarragona.

El reto es ahora lograr que parte de la soja que viaja ahora por carretera para la fabricación de piensos se pase al ferrocarril. El director de la TIM de Monzón reconoce que el salto sería exponencial y obligaría a incrementar las instalaciones de almacenamiento porque se podrían captar 200.000 toneladas al año. "Las importaciones de cereal son más irregulares al depender del precio en el mercado internacional, pero la soja es regular porque supone un 20% de la composición de cualquier pienso y no hay producción nacional", explica.

La primera prueba se hizo con éxito el pasado otoño y supuso la descarga automática de un tren con 700 toneladas de harina de soja para Mazana, procedente de Tarragona. La colaboración es más estrecha si cabe con el puerto de Barcelona, que ya está diseñando las instalaciones necesarias para transbordar graneles agroalimentarios del barco al ferrocarril con el fin de explotar este negocio.

El cuello de botella es la vía de Selgua, que cuenta con solo 410 metros y obliga a partir los trenes para acceder a las instalaciones. De ahí la importancia de que uno de los diez apartaderos de 750 metros que va a financiar el puerto de Barcelona en las líneas de Lérida y Caspe para impulsar el tráfico de carga se vaya a acondicionar a las puertas de las instalaciones de Monzón. José Antonio Ramos explicó que con esta actuación se podrá duplicar el número de trenes.

Una inversión de 1,5 millones para mejorar el complejo

La división logística del grupo Samca prevé invertir este año 1,5 millones en la mejora de la terminal. El mayor movimiento de contenedores conlleva también más camiones, por lo que se ha decidido ampliar los accesos y la zona de espera para los vehículos pesados, además del aparcamiento para el personal.

El director del complejo revela que otro de los objetivos es digitalizar los accesos, que implica la lectura de matrículas y contenedores con el doble objetivo de ganar fluidez y mejorar la gestión de los envíos. Con la misma intención, se pondrá en marcha el depósito temporal aduanero, de modo que se podrán despachar tanto las importaciones como las exportaciones y los contenedores se podrán subir y bajar directamente a los barcos desde los trenes, sin tener que someterse a inspección en los puertos.

Las inversiones se completan con la adquisición de un quinto portacontenedores y la ampliación de las zona de depósito de contenedores refrigerados, que contará con una tercera torre para 30 unidades.

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