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Escuelas de Segunda Oportunidad. Una respuesta al abandono escolar temprano y al desempleo juvenil
Su objetivo pasa por devolver la confianza y construir oportunidades en un pequeño entorno de éxito que motiva a los alumnos a seguir progresando y eleva su dañada autoestima. Conocemos el día a día de la Escuela de Segunda Oportunidad de Casetas, en Zaragoza.
Son jóvenes. La mayoría, demasiado. Han abandonado el sistema educativo reglado a una edad temprana sin ninguna titulación, jóvenes migrantes y de especial vulnerabilidad que, además de no tener titulación académica, tampoco tienen cualificación profesional, lo que los sitúa en un claro riesgo de exclusión.
La Asociación Telca gestiona el Centro Sociolaboral Casetas, en el barrio zaragozano, integrado en la Red de Centros Sociolaborales y dependientes de Zaragoza Dinámica, que se ha convertido en su Escuela de Segunda Oportunidad, que atiende a este alumnado con un perfil especial.
Frenar el abandono escolar
Las Escuelas de Segunda Oportunidad (E2O) facilitan a jóvenes de 15 a 29 años, sin empleo ni titulación, un modelo pedagógico original, basado en una formación innovadora a través de itinerarios personalizados, un refuerzo en competencias básicas y laborales, experiencias prácticas, vinculadas con el mundo empresarial, y un apoyo en demandas sociales con una especial atención a los más vulnerables. Pero lo que las hace verdaderamente especiales es su objetivo: dar respuesta a las elevadas tasas de abandono escolar temprano y desempleo juvenil, a través de propuestas educativas individualizadas e integrales, con un tratamiento personalizado para cada uno de sus alumnos y especial atención a su situación personal, creando una vía de integración escolar, laboral y social para todos ellos.
En la actualidad, en Aragón hay siete escuelas acreditadas, todas en Zaragoza, y gestionadas por Asociación Telca, Fundación Adunare, Fundación Federico Ozanam, Fundación María Auxiliadora, Fundación Picarral, Fundación Rey Ardid y Fundación San Valero. En total, contando las aragonesas, 43 Escuelas acreditadas en toda España: 10 en el País Vasco, 1 en Navarra, 2 en Castilla y León, 5 en Madrid, 2 en la Comunidad Valenciana, 7 en Andalucía, 8 en Cataluña y 1 en Canarias.
Aprendizaje y participación
En la Escuela de Casetas (Zaragoza) se desarrollan tres módulos formativos en los que se lleva a cabo una iniciación profesional de todo el alumnado: un programa de Aula Taller, en la especialidad de Multiprofesional de Mantenimiento de Edificios, para jóvenes de 14-15 años que siguen matriculados en un Instituto de Educación Secundaria (IES) de referencia pero que, tras una valoración exhaustiva por los diferentes agentes implicados, son derivados por Inspección Educativa a aulas de escolarización externa para continuar su formación; otro Programa de Cualificación Inicial (PCI), en la especialidad de Auxiliares de Estética; y un tercer programa de Formación Ocupacional (FO), en la especialidad de Operario de Fontanería y Calefacción, estos dos últimos para jóvenes a partir de 16 años.
Junto a estos programas, y paralelamente, se van desarrollando otros proyectos que complementan la formación integral del alumno, como ‘Nuestro Huerto’, un proyecto joven y en colaboración con la Asociación de Vecinos de Casetas, en el que ambas partes hemos descubierto que podemos aportar mucho los unos a los otros y que se ha convertido en un espacio de aprendizaje, participación y colaboración intergeneracional constante, que integra otras áreas de conocimiento y que se llevan del aula a la práctica con mucho éxito. Este proyecto, además, sirve para dar visibilidad al trabajo que se hace en la escuela y al potencial del alumnado que, a la vez que explota su parcela, se encarga del mantenimiento de las zonas comunes, como proyecto de Aprendizaje y Servicio.
Los programas y sus contenidos son eminentemente prácticos, con clases de taller desde el primer día y adaptados a las capacidades particulares de cada alumno, buscando y fomentando, en todo momento, las de cada uno, para propiciar un pequeño entorno de éxito que les motive a seguir progresando y que eleve su autoestima tan dañada en muchas ocasiones. En los programas de PCI y FO se llevan a cabo periodos de prácticas laborales en empresas del sector, lo que supone un contacto real con el empleo y que pueden derivar en contrataciones.
Clases activas y participativas
Las clases son activas, dinámicas y participativas. Los contenidos y aprendizajes se ajustan al día a día, siempre en relación con su vida diaria, de manera que puedan aplicar y practicar de forma directa todo lo que aprenden. Además de la práctica, no se descuidan los contenidos de aprendizajes instrumentales en los ámbitos científico–matemático, sociolingüístico y dinámico–artístico.
A principio de curso, se hace un estudio y valoración personalizada de cada alumno, en la que se analiza su trayectoria hasta llegar a la escuela, se mide su nivel académico, capacitación profesional, situación familiar, personal y social, y todos aquellos factores que puedan condicionar su éxito. El joven participa activamente en esta valoración, se tienen muy en cuenta sus expectativas con respecto al curso, a la formación que va a iniciar y se elabora un plan personalizado a seguir, que se va adaptando en cada momento a la situación y al entorno del alumno.
Orientación a las familias
Junto a la atención al alumnado, se trabaja también la atención y orientación a las familias, fundamental para el buen desarrollo del Plan Integral del Alumno, en el que se marcan objetivos a conseguir a corto, medio y largo plazo, y en el que el Departamento de Orientación de la propia escuela desempeña un papel fundamental.
Los alumnos permanecen en la escuela una media de dos cursos y, una vez concluidos, se abren tres vías de continuidad: retorno al sistema educativo reglado –FP Básica, Grado Medio, tras pruebas de acceso, o Escuelas de Adultos, según edad–; continuar su formación en otra de las escuelas acreditadas o en cualquier otro centro de formación; o acceder al mercado laboral. A cada alumno se le orienta acerca de cual puede ser la vía más adecuada, atendiendo a su situación personal, y durante año y medio se hace un seguimiento tutorizado de su evolución por si fuera necesaria la reorientación, atención o acompañamiento, según su progreso.
La incidencia de la pandemia
Todos los años, la Escuela de Segunda Oportunidad de Casetas, en Zaragoza, oferta 12 plazas para cada módulo formativo y ha alcanzado una elevada tasa de éxito, aunque, lamentablemente, la pandemia por covid-19 ha tenido y está teniendo una importante incidencia en la población más vulnerable y en su formación.
Desde el curso pasado y a raíz del confinamiento por la pandemia, trabajamos en la digitalización de las aulas, talleres y de las diferentes áreas de formación, de manera que todos los alumnos puedan acceder a los contenidos, actividades, pruebas de nivel… de forma telemática, tanto desde el aula como desde sus casas, en caso de no poder asistir presencialmente a las clases. Salvar la brecha digital ha supuesto otro reto importante para la escuela y actualmente ha desarrollado mecanismos y cuenta con equipamientos suficientes para que ningún joven quede excluido.
Actualmente, las Escuelas de Segunda Oportunidad buscamos un mayor reconocimiento a todos los niveles como respuesta eficaz a los desafíos de abandono escolar temprano y el desempleo juvenil.
Desde 2016, cuando se fundó la Asociación Española de Escuelas de Segunda Oportunidad, se organiza un Encuentro Nacional de Escuelas. El último, que debería haberse celebrado en Cataluña, en 2020, fue suspendido por el estado de alarma sanitaria y se celebrará, en formato virtual, el próximo 29 de abril. El ‘hashtag’ elegido para este V encuentro es ‘#ConstruimosOportunidades’. Su objetivo es permitir a jóvenes y profesionales participar en la dinámica y generar espacios de colaboración, así como dar a conocer el modelo de E2O.
En 2019, en el IV encuentro, celebrado en Madrid, abrió la jornada institucional la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, quien destacó que "las Escuelas de Segunda Oportunidad logran devolver a miles de jóvenes la autoestima y la confianza en sus posibilidades". Y de eso se trata, de devolver confianza, generar talento y construir oportunidades, para todos y todas, desde un modelo educativo innovador y acorde a las necesidades de los jóvenes y en especial a las de los más vulnerables.
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