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Los alumnos del IES El Picarral combaten los estereotipos 'Borrando etiquetas'

El proyecto educativo del instituto zaragozano se centra en el trabajo para superar los prejuicios y los estereotipos, que tantas veces impiden una convivencia sana y constructiva entre los alumnos, y erradicar la discriminación.   

Dos alumnas del IES El Picarral de Zaragoza exponen las conclusiones de su trabajo al resto de sus compañeros de clase
Dos alumnas del IES El Picarral de Zaragoza exponen las conclusiones de su trabajo al resto de sus compañeros de clase
Toni Galán

Trabajar como un negro". "¿Hablo en chino?". "Corres como una niña". "Eres tacaño como un soriano" o "cabezón como un maño"... Los estereotipos llenan nuestra vida e intoxican nuestro lenguaje. Los prejuicios se han convertido en frase hecha y parece que una parte de la sociedad acepta que ‘Cuando el río suena agua lleva’. Algo habrá de cierto en las generalizaciones, el reduccionismo y las simplificaciones.

"Un estereotipo es una imagen mental fija muy simplificada acerca de un tipo de persona o cosa. Puede ser tanto positivo como negativo; normalmente es negativo". Así comienza la página web que alumnos y profesores del IES El Picarral de Zaragoza han construido como lugar común donde volcar y compartir el proyecto educativo en el que están trabajando. Se llama ‘Borrando etiquetas’, una iniciativa diseñada para los cursos de 1º, 2º y 3º de ESO, en colaboración con el Proyecto de Integración de Espacios Escolares (PIEE) de El Picarral.

Declaración de intenciones

"Un estereotipo suele ser un conjunto de creencias compartidas socialmente sobre las características de alguien –un tipo de persona o grupo social–. Creencias que suelen exagerar un determinado rasgo que se atribuye a esa persona o a ese grupo. Normalmente, esa imagen fija no coincide con la realidad". Y con esta declaración de intenciones, han comenzado a reflexionar sobre este tema, que afecta a todos y que es fuente de tanta discriminación y conflictos.

Los alumnos han entrevistado a docentes, compañeros, vecinos del barrio...
Los alumnos han entrevistado a docentes, compañeros, vecinos del barrio...
Toni Galán

En el marco de la ‘Semana de la Mujer y la Niña en la Ciencia’, que se celebró el pasado 11 de febrero, y con el horizonte en la celebración del Día de la Mujer, el próximo 8 de marzo, pensaron en abordar los estereotipos de género. Pero la idea fue cobrando fuerza y decidieron ampliar la mirada a toda clase de estereotipos: las etiquetas sociales, económicas, religiosas, raciales… La orientadora del instituto, Carolina Millán, y la educadora del PIEE del Picarral, Judith Urigoitia, se sumaron entusiastas al proyecto y junto con Blanca Domínguez, jefa de estudios del centro, diseñaron una propuesta que implicaba a las asignaturas de Tutoría, Valores Éticos, Religión y Educación para la Ciudadanía. "No se trata de un proyecto curricular ni calificable –subraya Domínguez– y eso lo hace todavía más valioso. Ha dependido, por completo, del grado de implicación de los alumnos". Y este ha sido más que satisfactorio.

Entrevistas y testimonios

Por parejas, los alumnos crearon un cuestionario sobre un determinado estereotipo –de clase social, de género, étnico y cultural–, para poder entrevistar a personas de su entorno y recoger las respuestas por escrito. Como colofón a esas entrevistas, pidieron a los entrevistados un testimonio personal, una anécdota..., que grabaron con sus móviles y con los que hicieron vídeos de un minuto.

Para dar ejemplo, motivar a los escolares y arrancar con el trabajo, varios miembros de la comunidad educativa grabaron sus propios testimonios. El director, la jefa de estudios, la orientadora, el trabajador social del centro, algunos profesores… contaron, desde su propia experiencia, historias que habían vivido, relacionadas con los estereotipos, lo que permitió a los adolescentes pasar de los enunciados a la primera persona. "Poner en boca de personas concretas y conocidas la experiencia de haber sufrido por los prejuicios y estereotipos es importante y hace accesible la reflexión. Además, los alumnos sintieron así la empatía necesaria en un trabajo que combina el análisis con la educación emocional", explica Carolina Millán.

"A través de las entrevistas –explica Blanca Domínguez–, el alumnado se ha dado cuenta de que muchas personas adultas, niños o adolescentes, como ellos mismos, sufren situaciones negativas por causa de la presencia dominante de un estereotipo. Es entonces cuando se favorece la empatía, porque el estereotipo es algo arbitrario e injustificado y a todo el mundo puede alcanzarle. A partir de ahí, el estereotipo pierde parte de su poder destructivo. Si no destructivo sí reduccionista. Porque la realidad es mucho más rica que un montón de etiquetas".

La exposición ante el grupo y la reflexión, bases de la metodología del instituto
La exposición ante el grupo y la reflexión, bases de la metodología del instituto
Toni Galán

En la web del proyecto 'Borrando etiquetas' , alumnado y profesorado han podido encontrar, además, recursos para trabajar los diferentes tipos de estereotipos. Desde una guía visual para desterrar prejuicios sobre los alumnos que presentan Trastorno de Espectro Autista (TEA) y los mitos acerca del autismo, realizada por la profesora del centro Arancha Hernández, hasta materiales del Centro Reina Sofía sobre adolescencia y juventud, que pudieran servir de reflexión y punto de partida del proyecto.

"Tampoco queríamos que los alumnos tuvieran muchos materiales y recursos a su disposición antes de comenzar el proyecto para que pudieran ser ellos mismos los que extrajeran sus propias conclusiones, reflexionaran a partir de hechos reales y construyeran juntos el conocimiento", destaca la jefa de estudios. Este modo de proceder es una de las señas de identidad de todos los proyectos del instituto. Así, el proceso de aprendizaje, tal vez, es más lento, pero cala hondo en los jóvenes y les hace sentir que lo aprendido es algo más que una lista más o menos adecuada de conocimientos.

Compañeros, familiares...

Durante las semanas que han trabajado en el proyecto, los alumnos han entrevistado a decenas de compañeros, profesores, familiares y vecinos del barrio, recogiendo valiosísimos testimonios sobre cómo los prejuicios condicionan e impiden muchas veces una convivencia sana y constructiva.

Preparando el cuestionario de las entrevistas
Preparando el cuestionario de las entrevistas
Toni Galán

Estereotipos relacionados con la clase social a la que se pertenece; estereotipos en función del sexo –el color azul es para niños y el rosa par las niñas–; incluso, cuando pensamos en hacer un regalo, ofrecemos un cochecito para el niño y una muñeca para la niña. Otros estereotipos muy extendidos, y que han aparecido en el desarrollo de este proyecto, es el asociado con las razas, etnias y culturas. Así, cuando pensamos en una persona de origen chino, inmediatamente asignamos varios juicios de valor peyorativos, como, por ejemplo, que todos comen perros y gatos. O que todos los árabes son terroristas; los franceses, prepotentes...

Todas estas etiquetas han ido cayendo poco a poco al mismo tiempo que los alumnos desarrollaban competencias importantísimas para su futuro como la capacidad de análisis crítico o la autonomía para decidir qué preguntas serían las apropiadas para que sus entrevistados mostraran con mayor claridad y contundencia el poder de los estereotipos y las formas de combatirlos.

Los alumnos visualizan los vídeos que han realizado
Los alumnos visualizan los vídeos que han realizado
Toni Galán

Alumnos y tutores han visualizando todos los testimonios recogidos en vídeo y han puesto en común sus conclusiones. Entre todos, han elegido los mejores, los más representativos y, junto con la reflexión compartida, han dado forma a una posible ‘Guía para la reflexión’ y han surgido muchas propuestas para mejorar, que les permitirán afrontar los prejuicios con una mirada más honda, compleja e inclusiva.

Trabajar sin libros

En estos momentos de incertidumbre, limitaciones y restricciones, el IES El Picarral ha optado por trabajar en proyectos de profundidad, por ahondar en las razones que nos llevan a hacer juicios sin argumentos que los sustenten, a rechazar al diferente, a excluir a los que no encajan en nuestras etiquetas. Un proyecto, precisamente, orientado a borrar todos esos estereotipos, que tanto daño hacen en la etapa de la adolescencia y siempre. No obstante, el instituto nació con vocación de hacer las cosas de «otra manera». Su proyecto educativo pone al alumno en el centro de todo y recoge las metodologías activas como eje principal de su acción educativa. Trabajan sin libros de texto, apoyando todo el proceso de enseñanza-aprendizaje en el soporte digital. Probablemente, esto es lo que más llama la atención de alumnos y familias cuando se aproximan, por primera vez, al centro. Sin embargo, no es lo más importante en un instituto que lleva por bandera el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), el estilo cooperativo y, sobre todo, que los alumnos sean los protagonistas de su propio aprendizaje, que vayan construyendo el conocimiento por sí mismos con la ayuda de los profesores como guías y apoyo.

Bajo estas premisas, una vez al trimestre, rompen el ritmo de las clases y durante tres semanas dedican todo el horario lectivo a trabajar en torno a un tema transversal, intentando converger en un producto global: ‘Este es mi barrio’, ‘El laberinto de los mitos’, ‘Tiempo de escuela’, ‘¿Cuáles son tus poderes?’, ‘Cultura urbana’ y ‘Timeline’ son algunos de los proyectos que se han desarrollado o tienen previsto emprender durante este curso.

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