Pedro Melero: "La sociedad debe aplicarse en una solidaridad generosa con los más vulnerables"

El presidente de Cáritas Aragón ha visto como la pandemia se ha cebado con los que menos tienen. En 2020 se han disparado las solicitudes de ayuda que ya en agosto superaban el presupuesto anual de la organización.

Pedro Melero, presidente de Cáritas Aragón
Pedro Melero, presidente de Cáritas Aragón
Oliver Duch

Pedro Melero comenzó como voluntario en Cáritas y ahora es presidente regional de la organización. Pedro A. Melero ha sido testigo principal de como la crisis provocada por el coronavirus ha golpeado a los más pobres.

¿Cómo han vivido este 2020 en la vanguardia de la emergencia social?

Hemos visto como la segunda ola de la pandemia ha disparado la solicitud de ayudas. Tenemos un objetivo: atender a todos, especialmente a los más empobrecidos y excluidos. Cáritas no cierra la puerta a nadie y es alarmante cómo se ha incrementado la cuantía económica de las ayudas. A mediados de año ya habíamos cubierto el presupuesto para todo 2020.

¿Han notado si el coronavirus ha modificado el perfil de los solicitantes?

Hay familias que acuden a nosotros porque no pueden pagar el alquiler o la luz y en invierno los gastos de vivienda se incrementan. Hay personas que se han quedado sin recursos, y otros con trabajos expuestos a la estacionalidad y a las coyunturas socio-económicas. Incluso teníamos socios que ahora vienen a solicitar ayuda porque no llegan a final de mes. El mercado laboral actual no es capaz de asegurar a una parte de la población, incluso a la ocupada, un trabajo decente. Cáritas a través de sus programas y empresas de inserción busca que las personas más necesitadas puedan acceder a ese tan ansiado trabajo.

¿Cuál es la solución para salir de esta crisis?

Es complicado. Se aprobó el Ingreso Mínimo Vital y es una gran noticia, pero esta es una crisis con muchas necesidades sociales. Gobierno, comunidades autónomas y ayuntamientos deberán agilizar sus políticas para no dejar al margen a muchas familias excluidas y la sociedad deberá aplicarse en una solidaridad generosa. Todos lo estamos pasando mal por la anomalía coyuntural de la covid, pero hay que sensibilizarse. Ver a las personas que están a nuestro alrededor en soledad no deseada. Se trata de mirar a ese vecino que no conocemos y al que deberíamos conocer.

¿Es más difícil ayudar ahora?

Las restricciones de movilidad y de alejamiento social hacen todo más difícil. Las acogidas, por ejemplo, no se pueden hacer de forma presencial y perdemos ese escuchar a las personas cara a cara para conocer sus problemas, desaparece la empatía

¿Qué aporta Cáritas ante esta grave situación?

Alguien me decía que, si Cáritas no existiera, habría que inventarla. La cantidad de gente que pasa por las manos de voluntarios es mucha y sin ellos nada se podría hacer.

¿Y cómo vamos de solidaridad?

La pandemia ha provocado dos efectos: la gente mayor tiene miedo de salir a la calle y muchos de nuestros voluntarios lo han notado. Sin embargo, también hemos visto un incremento sustancial de personas jóvenes que este verano han comenzado a colaborar en el reparto de alimentos o para llevar las tareas escolares a los niños. Han aumentado las donaciones en el tiempo de confinamiento, pero las ayudas también se han incrementado.

¿Cómo prevé que será 2021?

Dado el estado de incertidumbre en el que nos encontramos no hay función matemática que nos permita extrapolar lo que puede pasar. Todo es una incógnita, pero podemos intuir lo que va a suceder y no es alentador. Esta pandemia afecta más a los más pobres. Hay que tener especial cuidado con la brecha digital educativa, los menores con menos recursos se encaminan a una situación con más pobreza.