Cuatro décadas mejorando las cosechas

Desarrollar variedades que se adapten a los climas cambiantes y que generen resistencia a las enfermedades y plagas que surgen año tras año. Este es el reto de futuro al que se enfrentan los responsables de Agromonegros, empresa aragonesa, ubicada en la localidad zaragozana de Leciñena y que lleva cuarenta años dedicada a la producción y obtención de semilla certificada de la mejor calidad.

Cuatro décadas de intenso trabajo que le han permitido posicionarse dentro de un competitivo sector y contar con un catálogo de semillas propio al que este año se suma la cebada Pirene, que es el último ejemplo procedente de sus planes de mejora que cuentan, además, con otras tres cebadas propias y dos trigos duros.

"Visto desde la perspectiva que da el paso del tiempo, el nacimiento del proyecto en los años setenta fue muy ilusionante y sobre todo muy importante, ya que era una época en la que el campo empezaba a modernizarse y arrancaron significativas iniciativas en el mundo de las semillas, así como nuevas legislaciones. Mi padre compraba cebada y vendía abonos y a raíz de esto, y con el apoyo incondicional y el empuje de mi hermano, decidieron arrancar un proyecto que hoy en día cuenta en su plantilla con una docena de trabajadores", indica Fernando Bagüés, gerente de Agromonegros.

En la década de los ochenta, la empresa familiar, dedicada a la producción y obtención de semilla certificada de la mejor calidad, se fue consolidando y en los noventa, Agromonegros fue una de las promotoras del ‘Convenio Marco del Gobierno de Aragón – Productores de Semillas de Aragón’ que permitió obtener las variedades de trigo duro Regalo y Alacón y la cebada Eva y de cuya conservación y desarrollo son responsables. En esta época también establecieron una estrecha colaboración con Anheuser Buch Company, que fue el primer fabricante mundial de cerveza que confió a Agromonegros la conservación de sus variedades malteras en Europa.

Vocación por investigar

Pero lejos de conformarse con los logros alcanzados, a partir de 2001 decidieron iniciar sus propios planes de mejora para obtener nuevas variedades nacionales con el fin de que respondieran mejor a las necesidades agroclimáticas de la Península Ibérica."Conseguir una variedad nueva es muy costoso y exige mucho trabajo y nosotros estamos consiguiendo sacar una nueva variedad cada año o año y medio", matiza.

Además, han sido pioneros en firmar un convenio de colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, cuyos primeros resultados fueron las variedades de cebada Icaria y Forcada, inscritas en el Registro de Variedades en 2010.

Agromonegros colabora con otros centros de investigación y forma parte del proyecto Barista, dedicado al desarrollo de nuevas variedades de cebada. Se trata de una iniciativa europea integrada por ocho países y que cuenta con la colaboración de trece entidades públicas, como el CSIC en España y empresas privadas, siendo Agromonegros la única española. Además, la empresa forma parte del Programa Nacional de Mejora de Cebadas.

"Nuestra satisfacción, en este cuarenta aniversario, es darnos cuenta que hemos logrado transmitir a nuestros clientes que somos una empresa que produce semilla de calidad y que no es necesario irse a otros países para lograr los mejores productos. Nos avalan nuestra calidad y es lo que nos impulsa a seguir trabajando e investigando día a día", concluye Fernando Bagüés.