crisis del coronavirus

El Gobierno aragonés prohíbe las visitas a las residencias para garantizar la seguridad de usuarios y personal

Los profesionales demandan más protección tras detectarse casos de coronavirus en cuatro centros

Reunión de Lambán en Huesca
Reunión de Lambán en Huesca, este martes.
HA

Quedan prohibidas las visitas a las residencias para garantizar la seguridad de los usuarios y trabajadores aunque, de facto, varias de ellas ya habían restringido el acceso. A partir de ahora, solo se permitirá la entrada de forma excepcional en casos de estricta necesidad, y se facilitarán las llamadas y mensajes con los familiares. Así lo indicó este martes el presidente de Aragón, Javier Lambán, que anunció un refuerzo de los servicios de atención al mayor. La orden que ajusta los servicios sociales que presta la Comunidad al Estado de alarma incluye, además, la posibilidad de derivar a usos sanitarios los hogares y centros de día, públicos y privados, que permanecen ahora cerrados, y de destinar a los profesionales liberados a la lucha contra el Covid-19.

Desde que se conoció la propagación del contagio de este virus, las residencias comenzaron a tomar medidas de prevención limitando las visitas y colocando geles hidroalcohólicos para desinfectar las manos. Y las fueron endureciendo cada vez más hasta que se han prohibido, ya que los residentes se encuentran en una situación de vulnerabilidad al presentar comorbilidad, tener edad avanzada y estar en estrecho contacto con otros usuarios del mismo colectivo y en entornos cerrados. De los doce fallecidos con coronavirus en Aragón, nueve vivían en residencias y se han registrado contagios en cuatro centros de Zaragoza y Teruel.

Los profesionales de las residencias -unos 7.000, que atienden a más de 18.000 usuarios- reclaman una mayor protección. Desde CC. OO. trasladaron su "inquietud" ya que "son los colectivos más expuestos al coronavirus y los focos de contagio han sido en residencias". Insistieron en que su trabajo "debe darse con todas las garantías de prevención y protección hacia su salud". En su caso, sus delegadas de prevención están realizando "una labor intensa" para conseguir los equipos de protección individual y que se cumpla el protocolo.

Gustavo García, coordinador en Aragón de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, destacó que el presidente Pedro Sánchez "se olvidó de agradecer el trabajo de este colectivo", a pesar de que son "más de 150.000 en todo el país, la mayoría mujeres", que "están viviendo con preocupación" esta situación.

La reorganización de los servicios sociales abre la puerta, además, a derivar a usos sanitarios los hogares de mayores y centros de día, tanto públicos como privados, que ahora están cerrados, si la lucha contra la expansión del coronavirus lo requiere, y a destinar, también, personal de atención telefónica a reforzar el servicio de información sobre el Covid-19.

Garantizar la atención a los mayores es el objetivo de varias medidas incluidas en la resolución del Instituto Aragonés de Servicios Sociales que se aprobó ayer. Se realizará, durante el Estado de alarma, un seguimiento telefónico de los usuarios de los centros de día y los hogares y de los mayores sin recursos asistenciales, y se estudiará, en la medida de lo posible, el establecimiento de un servicio de comida a domicilio. Tras la reorganización de la ayuda a domicilio, se intentará facilitar el acceso a comida y fármacos a quienes carecen de una red familiar. Lambán, que garantizó la renovación de las ayudas económicas del IASS, anunció la activación de un protocolo para que los casos de vulnerabilidad detectados por Sanidad sean puestos en manos de los Servicios Sociales.

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