Heraldo del Campo

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El ‘Ikea’ de las naves agrícolas

Mekanaves es una joven empresa zaragozana que construye naves modulares personalizadas que puede montar el propio usuario de manera sencilla.

Una de las naves dedicadas a uso agrícola e instalada en La Rioja, diseñada y fabricada por la empresa aragonesa Mekanaves.
Una de las naves dedicadas a uso agrícola e instalada en La Rioja, diseñada y fabricada por la empresa aragonesa Mekanaves.
Mekanaves

"Prefabricar mucho para trabajar lo menos posible en la obra". Sobre esta sencilla idea pivota la actividad de Mekanaves, una joven empresa dedicada al diseño y fabricación de naves industriales para casi cualquier sector de actividad, entre ellos el agrícola.

"Al principio la construcción de naves era una línea de negocio de una empresa anterior, pero alcanzó tal desarrollo que entre 2017 y 2018 consideramos que debía ser nuestra apuesta y surgió Mekanaves", explica Miguel López, gerente de la empresa.

Una de las claves del crecimiento del desarrollo de esta firma aragonesa es su sistema de fabricación, que la empresa tiene patentado, que parte de la idea del mecano, aquel juguete infantil que consistía en el montaje de estructuras más grandes a través de la unión de piezas más pequeñas. Este sistema, junto con un sencillo manual de montaje, permite al propio cliente montar su propia nave sin que sea necesario tener conocimientos específicos. "Tratamos de facilitar al máximo todo el proceso, también en detalles más pequeños, como, por ejemplo, que absolutamente todos los tornillos sean iguales o que los paquetes de piezas ocupen el mínimo espacio posible", afirma López. "De hecho, nos parecemos más a una cadena de montaje de una empresa de automoción que a una constructora", añade.

Estándar y personal

Cuando un cliente contacta con Mekanaves para realizar un pedido, se inicia un proceso que combina a la perfección las ventajas del uso de módulos estandarizados con la perfecta adaptación a los gustos y necesidades del cliente. Por ello, no hay dos naves iguales. "Es una manera de crear valor añadido a nuestros productos proporcionando exclusividad a nuestros clientes, algo que se reconoce en muchos otros sectores, pero no tanto en el nuestro", explica López.

El primer paso es la creación, por medio de los programas más avanzados, de un diseño en 3D del producto final. Una vez que el cliente acepta, se desglosan todas las piezas para ser fabricadas, algo que suele llevar alrededor de un mes.

Todos los proveedores son españoles (de Zaragoza, Cataluña y la provincia de Burgos). "Como, además, nuestro modelo permite escalar la producción, podemos fabricar varias naves al mes", apunta el gerente de Mekanaves.

Posteriormente se produce el ensamblaje. Cuando se trata de naves más pequeñas, es el propio cliente quien puede llevar a cabo todo el montaje de la nave. En el caso de naves más grandes, son equipos de la propia empresa los que se trasladan a cualquier lugar de España para llevar a cabo el montaje. "Nuestros equipos han montado naves en estaciones de esquí, a pie de playa o en el aeropuerto de Teruel, donde ya hemos hecho una nave y vamos a construir tres más".

Y es que Mekanaves construye naves para prácticamente cualquier tipo de actividad. Esto requiere "un conocimiento muy profundo de cada sector y de sus necesidades, porque no es lo mismo construir un hangar que una nave destinada a una granja de gallinas", explica López. Por eso, "en Mekanaves podemos vender a nuestros clientes un traje a medida al precio de un traje hecho en serie", asevera Miguel López.

Ejenanos

Mekanaves, aunque cuenta con una oficina técnica en Zaragoza, está ubicada en la localidad de Ejea de los Caballeros. "Casi las tres cuartas partes de nuestra plantilla son gente de esta localidad. Somos de aquí y estamos muy orgullosos de estar aquí", asegura el responsable de la empresa.

Sin embargo, López afirma que estar ubicados allí supone un cierto hándicap "principalmente a la hora de encontrar personal cualificado en la zona". Por eso se recurre a profesionales de la ciudad pero "la gente va y viene todos los días para trabajar y al cabo de un tiempo la carretera pesa", añade López. La empresa da empleo a once personas: "un equipo joven, altamente cualificado y, sobre todo, con un nivel de compromiso y unas ganas de avanzar que no quiero dejar de reconocer", destaca.

Para esta empresa 2020 supone no solo el año de la consolidación paulatina de su negocio, sino también el del comienzo de su salida al exterior. Para comenzar han puesto el foco en los dos mercados exteriores más próximos: Francia y Portugal.

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