Heraldo del Campo

entrevista

"Cada vez se venderán menos máquinas, pero serán más grandes, potentes y más tecnológicas"

José Lafuente, presidente del comité organizador de FIMA 2020, es el responsable en España de Kuhn, una referencia en el ámbito agrícola y ganadero.

José Lafuente, presidente del comité organizador de FIMA 2020, y máximo responsable en España de Kuhn.
José Lafuente, presidente del comité organizador de FIMA 2020 y máximo responsable en España de Kuhn.
Rafael Gobantes

La nueva edición de FIMA vuelve a batir récord de participación y expositores. ¿Esta feria no tiene límites?

Parece que no. Es una feria muy atractiva porque después de tantos años y de tantas ediciones, tanto para los fabricantes como los agricultores se ha convertido en un foro en el que todos los actores del sector tenemos la ocasión de vernos y transmitirnos experiencias. En FIMA es donde los fabricantes más cerca tenemos al cliente final y siempre es bueno hablar de tú a tú y saber de sus necesidades.

¿Cuáles son las claves de este éxito?

Sobre todo su tecnología. FIMA presenta las últimas evoluciones de toda la inversión en I+D+i del sector, porque hay una gran evolución tecnológica en la agricultura, ya que de aquí a 2050 hay que producir un 50% más de alimentos para una población un 25% superior. Y ese incremento va a venir dado por la introducción de la tecnología a la maquinaria. De hecho, este año se han presentado al concurso de novedades técnicas un 8% más de proyectos y todo esta relacionadísimo con el big data, con los mapeos, con los GPS…

Usted que conoce muy bien la feria, como presidente del comité organizador de esta edición, ¿ha propuesto alguna idea nueva?

Sí, una que consideramos que era esencial, porque desde la experiencia de haber trabajado en FIMA desde el concesionario durante muchos años creía que había que darle su sitio a este tipo de empresas. Lo que se ha hecho, y ha habido una reacción rápida de la Feria de Zaragoza, es habilitar un pase especial para que el personal de estos establecimientos puedan acceder al mismo tiempo por la mañana que los fabricantes y no tener que estar esperando a que se abran las puertas de la feria. Lo que buscamos con esto es conseguir que todos esos comerciales estén en los stand con los fabricantes para poder atender lo mejor posible al visitante. Creo que va a dar un punto más a la atención del visitante que es lo que creo que nos faltaba.

Este año cerca de 100 firmas participan por primera vez en FIMA. ¿Qué tipo de empresas son?

Hay que tener en cuenta que cada vez tenemos que manejar otro tipo de servicios y tecnologías alrededor de la agricultura, entre ellas las empresas relacionadas con la tecnología, que es lo que en cada edición va a hacer crecer más la participación en FIMA. Hay fabricantes de países como de Polonia o de Turquía, que antes no estaban pero que se han sentido atraídos por la dimensión que ha tomado la feria en los últimos años y su gran reconocimiento internacional. Además, hay que destacar la importancia de nuestro mercado, que, por supuesto, hace que cada día participen más empresas. Hay que tener en cuenta que España es un país con una gran diversidad de cultivos, que es además líder a nivel mundial en el olivar, en la viña, en la horticultura y el frutal... y por eso cada vez necesitamos más maquinaria y más adaptada, lo que lo convierte en un mercado muy apetecible para los fabricantes.

¿Están en FIMA todos los que son o echa de manos alguna firma?

Creo que estamos todos los que somos. Siempre habrá nuevas marcas a las que captar, pero estoy convencido de que en el futuro, y aunque la feria esta muy sectorizada, cada vez tendremos más demanda de espacio de empresas puramente tecnológicas.

FIMA llega en un momento convulso para el sector agrario, que está en las carreteras denunciando su precaria situación. ¿Cree que esta falta de rentabilidad que denuncian los agricultores se sentirá en el ánimo inversor de la feria?

La complicada situación que vive el sector no viene de hoy. El problema de los precios de los productos agrícolas se arrastra desde hace muchos años y nosotros, desde FIMA, apoyamos, por supuesto, a los agricultores y sus reivindicaciones. El problema de la agricultura es que está siempre en esa incertidumbre de no saber que va a cobrar al final y por eso a quien corresponda tendrá que hacer esfuerzos para regular esa situación. Pero precisamente la innovación y la tecnología que propone FIMA es para ayudar al sector a intentar optimizar los costos de su explotación y para que los agricultores consigan mayor rentabilidad. Lo que me gustaría es agradecer a las organizaciones agrarias la decisión de no utilizar FIMA para convocar manifestaciones, porque ellos son parte de la feria, entienden lo qué es la feria y saben que FIMA poco tiene que ver con la situación actual.

Lo que no ha tenido apenas impacto es el temor al coronavirus.

Nosotros no tenemos tanta relación con los países asiáticos como en otros certámenes. Es cierto que cada vez hay más participación en FIMA pero todavía la presencia de las empresas de este país no es significativa. Tampoco teníamos previsto que fuera a haber una gran afluencia de personas de aquel país. Considero que el coronavirus no tiene que afectar para nada a FIMA.

¿En qué momento se encuentra el mercado de maquinaria agrícola?

El sector de la maquinaria agrícola está cada vez más especializado. Cada día se venderán menos unidades, pero serán más grandes y con mucha tecnología. Que en un país se venda más o menos depende de muchos factores y sobre todo del clima. Por ejemplo, en España llevamos dos campañas en las que ha habido una climatología bastante adversa. Por ejemplo, yo nunca había visto en Castilla y León las producciones tan bajas de estos dos últimos años, lo que ha influido negativamente en las compras. A medio plazo, como he comentado antes, vamos hacia máquinas más grandes, a más tecnología, más potencia en tractores.

Ahora que el campo está en boca de todos, ¿usted sería partidario de dedicar, como hace Fitur, un día al público en general para que la sociedad pudiera conocer con qué herramientas y con qué tecnología trabaja el sector y se hiciera una idea más actual de la realidad?

Puede ser algo que podemos transmitir al próximo comité organizador. Es una buena idea. Desde Ansemat ya intentamos hacer algo en el pasado Demoagro y estamos apoyando a empresas y entidades para preparar y formar a los jóvenes ya no solo en la agricultura sino en la mecanización agraria, porque lo cierto es que tenemos un problema: no encontramos personal para trabajar, no lo encuentran los agricultores ni tampoco los fabricantes de maquinaria. No encontramos vocaciones, permítame decirlo así, porque no se conoce el medio rural, porque la sociedad no le da el valor a saber de dónde vienen los alimentos. Nos preocupamos, sí, de la sostenibilidad, de la que ya se ocupa muchísimo el agricultor, pero no le damos ninguna importancia a cómo se producen esos alimentos. FIMA, los fabricantes, los agricultores... todo el sector trata de transmitirlo, pero parece que a la sociedad en general no le interesa mucho. Deberíamos dar un poco más de valor al alimento, a su origen, al precio que estamos pagando y a cuanto lo estamos pagando.

¿Con qué se quedaría satisfecho una vez que acabe FIMA?

Estoy satisfecho con las cifras que presenta el certamen y con toda probabilidad también será de gran satisfacción poder superar el número de visitantes de la edición pasada. Pero me quedaría especialmente satisfecho si durante los cinco días que dura FIMA somos capaces de reforzar esa relación que tenemos todos los participantes del certamen, si durante esos cinco días hablamos de nuestras cosas desde la tranquilidad que nos da estar juntos en ese marco, y si somos capaces de proponer acciones para el futuro. También me gustaría que consiguiéramos comunicar a través de la feria quienes somos, qué hacemos y que estamos para asegurar el futuro de la sociedad, el futuro de la alimentación.

PERFIL
  • ​José Lafuente, presidente del comité organizador de FIMA 2020, es desde 2007 el máximo responsable en España de Kuhn, una marca de referencia que cuenta con una amplísima gama de producto que cubre las necesidades de los agricultores y ganaderos en todos los terrenos de actividad. Fue en septiembre de 2003 cuando Kuhn Ibérica comenzó a operar como filial del Grupo Kuhn en España, primero en Daganzo de Arriba (Madrid) y desde 2009 en la ciudad de Huesca.

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