El consejo regulador de la Denominación Campo de Borja ha puesto en marcha los trámites para disponer, en un plazo aproximado de un año, de una nueva sede, más amplia, moderna y acorde con sus necesidades tanto vinícolas como de formación.

La idea no es nueva. Ya hace dos años, cuando realizaron la reforma de Subestación Enológica Campo de Borja, una bodega piloto para avanzar en la mayor calidad de los vinos de la denominación y que ocupa la planta inferior del edificio en la que están instalados, pensaron en la necesidad de disponer de una nueva sede que sustituyera a las actuales instalaciones "muy modestas y humildes", explican desde la denominación. La idea comenzó a tomar forma con la compra del ‘Antiguo Casino’, propiedad de la cooperativa de Ainzón y situado en la planta superior del edificio.

Dicha planta cuenta con una superficie de 450 metros cuadrados, por lo que cuando la reforma esté realizada, la nueva sede del consejo regulador dispondrá de 1.100 metros cuadrados. La ampliación supondrá la actuación sobre el edificio completo, señala la D. O., no solo para conectar todas las plantas sino también para convertir el inmueble en unas instalaciones energéticamente sostenibles. Dado que el edificio cuenta con una "fantástica techumbre orientada al sur", se recubrirá el tejado con placas solares para que la sede sea autosuficiente. Además, se instalarán dos punto de recarga de vehículos eléctricos, tanto para uso del consejo regulador –ya dispone de este tipo de automóviles– como para utilidad pública.

La Denominación de Origen que preside Eduardo Ibáñez quiere comenzar lo antes posible los trabajos de ampliación, que supondrán una inversión cercana a los 500.000 euros, a los que hay que sumar los 182.000 euros que ha supuesto la adquisición de la planta superior.

Por eso, su primer trámite ha sido abrir un plazo –hasta el próximo 21 de febrero a las 15.00– para que las empresas constructoras que estén interesadas en llevar a cabo a cabo la ampliación, diseñada por Proyectos Agrícolas 2000, presenten su presupuesto. Aunque no tienen una fecha concreta para el término de la obras, el consejo regulador confía poder estrenar su nueva sede a comienzos a 2021.

El edificio ampliado y remodelado contará con una gran sala de cata, tanto para recibir a clientes ya consolidados o potenciales tanto nacionales como extranjeros. Pero también será un centro en el que impartir formación relacionada con el sector y no de una manera puntual, señalan desde la D. O., sino con una programación anual.

Además, el consejo regulador quiere que su nueva sede, cuya construcción coincide con el 40 aniversario de su constitución, esté a disposición del municipio en la que está instalada y de la comarca a la que pertenece y que pueda albergar actos organizados por ambas entidades.