Heraldo del Campo

Entrevista

Francisco Marcén: "Hay que pelear, todos juntos, por una nueva PAC más realista para el sector ovino"

Francisco Marcén, que ha ocupado la dirección general de Grupo Pastores desde 1985, exige ayudas para los que realmente "trabajan la calidad".

Francisco Marcén en la carnicería zaragozana de María Carmen Vera, clienta de Pastores.
Francisco Marcén en la carnicería zaragozana de María Carmen Vera, clienta de Pastores.
Toni Galán

Natural de Zuera (Zaragoza), Francisco Marcén conoce con profundidad y detalle al sector ovino. Como suele decirse, fue cocinero antes que fraile: compaginó sus estudios de veterinaria (que no llegó a terminar) con su trabajo en la explotación ovina de su familia. En 1981 fue uno de los 20 ganaderos que crearon Carne Aragón, germen de la actual Oviaragón-Grupo Pastores. Ocupó la presidencia de Carne Aragón desde 1982 a 1985 y ese año pasó a la gerencia, como director general de Oviaragón. En representación de Cooperativas Agroalimentarias de España, fue nombrado el pasado 2 de diciembre presidente de la Interprofesional del Ovino y Caprino de Carne (Interovic, un mandato que terminó el 24 de mayo. Marcén insiste en que su salud le obliga a hacer un impás pero seguirá muy de cerca los vaivenes del sector al que piensa volver "en cuanto me den el alta médica".

Deja la dirección general de Pastores después de más de 30 años en el cargo. ¿Qué balance se lleva?

Quiero decir primero que dejo el cargo, pero no me voy, en cuanto me den el alta médica me incorporaré como asesor a Oviaragón. El balance de todos estos años es muy positivo, pero lo que me llevo es que tanto a nivel productivo como de comercialización hemos sido un revulsivo importante en Aragón. También para revitalizar el consumo. Creo que se ha hecho un gran trabajo, con nuevos cortes, nuevas referencias y nuevos programas de mejora de productividad y rentabilidad en las explotaciones. No somos los únicos, Pastores ha sido el revulsivo principal.

¿Hay algún momento especial con el que se queda?

Cuando pusimos en marcha la sala de despiece hace unos 15 años y comenzamos a hacer bandejas para el sector de la distribución nos surgió un problema, se nos descompensaban las ventas, unas partes se vendían mucho y otras nada, como la pierna, nada, por lo que hubo que incentivar el espíritu innovador. Un día leyendo un dominical de Heraldo de Aragón sobre el bocadillo de ternera se me ocurrió trasladarlo al cordero. Lanzamos una campaña de bocadillos de pierna de cordero en la bocaterías y fue un éxito absoluto porque además hemos hecho muchas referencias en torno a esa idea. Me quedo con ese momento, porque ese es el camino, la modernización, que además tiene mucho recorrido.

También ha terminado su mandato como presidente de la interprofesional del ovino y caprino Interovic. ¿Se va con la sensación del deber cumplido?

Mi objetivo era trasladar al resto de España el plan de modernización que estábamos realizando en Aragón con el cordero, para incentivar su consumo e introducirlo entre los jóvenes. En este periodo hemos conseguido el consenso de la interprofesional (productores, transformadores y comercialización) en torno a la promoción y el I+D. Hemos conseguido que los 800.000 euros recaudados anualmente con la extensión de la norma (cinco céntimos por cabeza al ganadero y al comercialización) se hayan multiplicado por 3,5 hasta conseguir, con financiación europea, un presupuesto de 3 millones de euros para cada campaña. Y hemos puesto en marcha tres campañas importantes, una dedicada a la modernización de los nuevos cortes, la otra centrada en la sostenibilidad y los nuevos modelos de consumo y una tercera que tiene la mirada puesta en el mercado de terceros países, en concreto Hong Khong, Israel, Arabia Saudí y Emiratos Árabes. Sí, me voy satisfecho.

¿Han conseguido buenos resultados?

Sí. Se ha mejorado la percepción de esta carne y se ha frenado la caída del consumo. Ha aumentado la frecuencia de compra aunque en cantidades más pequeñas y el porcentaje de aquellos que nunca habían comprado cordero ha bajado de un 40% a un 25%. Y las encuestas nos han demostrado que hay que enfocar las campañas hacia los jóvenes, porque si estos encontraran esta carne en formatos más adaptados a sus necesidades y sus gustos y en todos los establecimiento comprarían un 40% más que ahora.

Interovic acaba de presentar en Madrid el Paquito, el bocadillo de cordero. Lleva su nombre, ¿es un reconocimiento a su labor?

No lo sé, tal vez sea un homenaje, pero yo no lo sabía. Será porque hemos trasladado a Madrid la experiencia de Aragón.

¿Le queda alguna espinita?

Un reto es ganar en rentabilidad, pero en Oviaragón hemos puesto en marcha programas que llamamos Evo (por evoluciona) que ya se están aplicando en 400 explotaciones con el que se mejora la rentabilidad en 20 euros por oveja al año. Quizá la espinita que he queda es que ha bajado mucho el número de ganaderos, que se ha ido mucha gente joven y que en 10 años el sector ha perdido la mitad del censo y de los ganaderos. Un descenso que puede repetirse en otros diez años.

Se lleva años hablando de la grave crisis estructural del sector. ¿A quién hay que echar la culpa?

La PAC ha tenido mucha responsabilidad porque a partir del desacoplamiento de las ayudas muchos ganaderos se quitaron animales. Vincular las ayudas a la tierra ha sido nefasto y ha llevado al abandono de las explotaciones y al envejecimiento del sector. Hay que destacar, sin embargo, que en Europa hay preocupación. De hecho el comisario Hogan citó a Interovic para el grupo de trabajo creado para frenar la caída del ovino. De allí salió una hoja de ruta, que yo mismo presenté a los grupos políticos españoles en el Parlamento y con el apoyo de PP el PSOE se aprobó una declaración con 121 medidas en las que debería basarse la nueva PAC.

Ahora se está negociando una nueva reforma, ¿confía en que recoja estas medidas?

Hay que seguir peleando, pero hay que hacerlo unidos, todos juntos, para conseguir que las ayudas asociadas vayan principalmente a la gente que más se esfuerza en calidad, en mejora genética y realmente pastorea.

Es el subsector más envejecido del ya por sí envejecido sector agrario. ¿Que tiene el sector ovino que no interesa a los jóvenes?

Hay muchos chavales que seguirían en el sector si se mejorará la calidad de vida, porque se puede ganar lo mismo que en una fábrica pero si para eso hay que trabajar el doble, pues mal. Pero hay otros problema importante que es la obligación de disponer de tierras para justificar las ayudas, lo que obliga a los ganaderos a irse a otros pueblos y alquilar fincas al que ni siquiera van. Con esta burocracia, con todas estas exigencias y una normativa tan incompresible es complicado que los jóvenes se sientan atraídos cuando lo que habría que hacer es poner un puente de plata a todos los que se quisieran quedar.

Se ha avanzado en el mercado interior, ¿y en el exterior?

El consumo del cordero es muy nacional, pero cada vez se está abriendo más al exterior, porque además el producto que hacemos en Aragón tiene una gran calidad que hemos conseguido complementando con un poco de pienso en la cría final. Según nuestra experiencia en Pastores la exportación crece una barbaridad, un 30% anual, y ya estamos en 16 países, pero yo estoy convencido de que podemos llegar a 100 países porque es un producto distinto, ‘gourmet’. Es cierto que lo haremos con volúmenes pequeños, no vamos a llegar a China como el porcino, pero estaremos en supermercados y restauración de alta gama. Y de eso hay en muchos países porque en todo el mundo hay gente con dinero.

Con el escenario actual, ¿cómo ve en el futuro del ovino?

Si mejoramos la productividad, apostamos por la modernidad del consumo, impulsamos la exportación y logramos una PAC realista, la ganadería extensiva de ovino tiene posibilidades. Yo creo que hay motivos para la esperanza, pero es necesario que el Ministerio comprenda que hay que enfocar mejor la distribución de las ayudas. Y como ya he dicho tenemos que estar muy unidos.

Hoy se celebra el Día del Cordero. ¿Por qué esta fecha?

Es una iniciativa de Interovic para promocionar el consumo de cordero. Queríamos que la noche de San Juan, que es cuando se permite hacer hogueras, se pusiera de moda asar y comer carne de cordero y convertir este producto en un alimento típico de esta fiesta.

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