Heraldo del Campo

Gente de la tierra

"Si lo que más me gusta son los animales, ¿por qué irme a vivir fuera?"

Lorena Palacio ha recibido, junto a otras tres familias ganaderas del valle de Broto, el premio que entregan Oviaragón y UPRA a la Biodiversidad. 

La joven ganadera Lorena Palacio.
La joven ganadera Lorena Palacio.
Oviaragón

Las familias de Lorena Palacio y Juan José Solana, de Viu de Linás, Diego Sampietro, de Broto, y Juan José Villacampa, de Sarvisé, recibieron, durante la pasada celebración de la feria agrícola y ganadera de la comarca oscense de la Jacetania, Expoforga, el XI Premio a la Biodiversidad, entregado por Oviaragón y la Unión de Productores de Rasa Aragonesa (UPRA). Este reconocimiento, destaca "el imprescindible papel medioambiental que nuestra ganadería extensiva tiene en el medio rural y su contribución al equilibrio natural y a la biodiversidad", señalan desde las entidades organizadoras.

"Nos han distinguido con este galardón por el manejo que hacemos del ganado. Subimos a los puertos los cuatro juntos, desde junio hasta que nos echa del monte la nieve", explica Lorena Palacio. «La experiencia es muy buena. Si tienes que ir solo al monte, a recoger a las ovejas y a curarlas es mucho más complicado que hacerlo entre todos», cuenta la joven.

En total, 1.380 ovejas subieron, el pasado 1 de junio, a Cotefablo, desde donde irán ascendiendo hasta alcanzar, a finales de julio, las faldas de Tendeñera. "Allí pasan todo el verano y, a mediados de septiembre, bajaremos las que empiecen a tener braguero, que quiere decir que van a parir pronto, y al resto las dejaremos hasta que las eche la nieve", apunta la ganadera.

Ingeniera de Montes titulada, Lorena Palacio, de 32 años, siempre tuvo claro que, tras acabar la carrera en Lérida, volvería a su localidad natal para establecer allí su proyecto vital. "Si lo que más me gusta son los animales, ¿para que voy a dedicarme a otra cosa? ¿Por qué vivir fuera?", reflexiona la joven. "Los estudios están ahí, pero es más importante hacer lo que te gusta".

A su regreso a Viu de Linás, Palacio se incorporó a la explotación de vacas y ovejas de su padre, ampliando el número de estas últimas, de las que, en la actualidad, cuentan con 450. Madre desde el mes de marzo, a veces le toca correr para saciar el hambre de su bebé cuando se encuentra cuidando de los animales. "Si tengo que ir al monte, le dejo la leche en el congelador". "Ahora mi padre tiene que ayudarme, hasta que sea un poco más mayor, pero la verdad es que nos apañamos bien", sentencia la ganadera.

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