día de la mujer en huesca

El mensaje feminista oscense se apodera de la ciudad desde un extremo al otro

Dos manifestaciones recorrieron las calles de este a oeste para llevar la reivindicación hasta la plaza de Navarra.

Una de las dos manifestaciones convocadas en Huesca
Una de las dos manifestaciones convocadas en Huesca
Rafael Gobantes

"Porque somos mujeres, tenemos hijas, nietas, hermanas... y no hay igualdad". María Jesús Buisán ayudaba a sujetar un tapiz de ganchillo blanco y morado que las asistentes a la Universidad Ciudadana de Huesca han tejido durante un mes y que este viernes por la tarde llevaron desde el barrio del Perpetuo Socorro hasta la plaza de Navarra, donde esta marcha se unió a la que había partido, también a las 19.00, desde el hospital San Jorge. Las dos fueron multitudinarias, reivindicativas, sonoras y violetas y con ellas culminó la jornada de huelga convocada por la Asamblea Feminista del 8M.

Durante el recorrido, las participantes corearon lemas y consignas tras numerosas pancartas de diferentes colectivos como el del equipo femenino de fútbol sala de la Universidad, las Mujeres de Monegros, las cuidadoras, las Mujeres Rurales... ‘Sin nosotras se para el mundo, ‘Que viva la lucha de las mujeres’, ‘Nos queremos vivas, ni una menos’... La variedad de eslóganes también era incalculable, con frases propias escritas en folios o cartones de embalaje: ‘No necesito ningún príncipe, me salvo yo sola’.

Las manifestaciones y la posterior concentración discurrieron en un ambiente festivo, envueltas en lazos morados y pañuelos rojos con lunares blancos, como el de la icónica remachadora y que este año se ha incorporado al movimiento feminista. Pero tras los colores y la música estaba la reivindicación de la igualdad en las oportunidades laborales, los salarios o la educación y, sobre todo, la de la libertad de ir por la calle de noche sola y sin miedo.

Iguácel Esporrín cantaba ‘A la huelga, compañeras’, convertida ya en un himno del 8M, junto a dos amigas. "Somos jóvenes y tenemos que reivindicar nuestros derechos porque, aunque mucha gente no se da cuenta, el machismo es algo cotidiano". Antes de entonar esa y otras canciones se recordó a las mujeres ausentes, a las asesinadas, a las que trabajan sin contrato o en precario y se leyó el manifiesto preparado para el 8M de este año, que ha tenido como referente la huelga feminista de 2018.

Este viernes, como entonces, el seguimiento del paro apenas se notó fuera de las aulas, pero las calles de Huesca volvieron a estar llenas de mujeres de todas las edades, y también de hombres. En la capital oscense hubo dos marchas por la mañana. Una salió del Centro Cívico del Perpetuo Socorro y otra de la plaza de Europa. En ambas fue numerosa la presencia estudiantil. Dos jóvenes, Claudia y Azahara, explicaron que acudían a la convocatoria porque "creemos que debemos tener los mismos derechos que los hombres, tanto en la vida general como en la educación". "Aunque se ha avanzado mucho, aún no los tenemos porque sigue habiendo comportamientos machistas en las aulas", añadieron.

Ellas explicaron que cursan el itinerario de Ciencias "y vemos muchas diferencias por parte de los profesores y de ciertos alumnos". En su clase hay siete chicas y más de 20 chicos. "Siempre vemos que los estudios de letras son para ellas y las ciencias para ellos y estas pequeñas cosas demuestran que aún existe el machismo", comentaron. Al lado, una compañera señaló que en su clase, de Bachillerato Tecnológico, solo hay dos alumnas.

Hacia el mediodía, las dos manifestaciones llegaron al Coso y las participantes formaron sendas cadenas humanas que se unieron en las Cuatro Esquinas. La marea morada se dirigió entonces hacia la plaza de Navarra, que durante todo el día fue una especie de campo base con actividades y preparativos para las marchas de la tarde. A primera hora de la mañana, los bicipiquetes habían recorrido la ciudad con pañuelos y globos anunciando que empezaba una jornada de reivindicación feminista por la igualdad y bloqueando el tráfico en algunas rotondas.

El día fue intenso. Pasadas las 20.00, junto a la pared del Casino, Silvia Campodarve, tras el tapiz blanco y morado, miraba la plaza. Hace 40 años, "cuando éramos muy pocas", que sale a la calle para reivindicar la igualdad.

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