POLÍTICA

La decisión de Escartín de romper con IU y ZEC abre otra crisis interna en Podemos

Descarta ir a las primarias de Zaragoza, una decisión que los críticos amenazan con incumplir y piden que vote la asamblea.

Consejo autonómico de Podemos-Aragón.
Consejo autonómico de Podemos-Aragón.
Guillermo Mestre

Podemos Aragón rompe la baraja y abre de nuevo la caja de los truenos. El secretario regional, Nacho Escartín, anunció ayer que su formación solo concurrirá a las autonómicas y municipales con Equo y sin Izquierda Unida, ante la imposibilidad de alcanzar un "acuerdo razonable" tras la "generosa oferta" que formuló a la formación que lidera Álvaro Sanz. También anunció que la situación es crítica en el ámbito municipal. Podemos no concurrirá a las primarias de ZEC, aunque dejó una puerta abierta a que la confluencia ceda y proponga una solución. Pero pronto. "No podemos estar sine die hablando de coaliciones, pactos y alianzas. No vamos a esperar hasta el último día para sellar una coalición", reprochó.

El anuncio pilló por sorpresa a Álvaro Sanz, que lamentó "profundamente" la decisión y aseguró que no entiende por qué "lo que vale para Madrid no vale para Aragón". No fue el único que salió rebotado. Los críticos de Podemos, liderados en la sombra por Erika Sanz, que perdió las primarias autonómicas contra Maru Díaz por 72 votos, cargaron contra la decisión de la dirección de no presentarse a las primarias de ZEC. Es más, aseguraron que esta decisión "vulnera la autonomía municipal", atenta contra las competencias de la Asamblea Ciudadana de Podemos Zaragoza, y amenazó, por ello, con iniciar un recurso ante la comisión de garantías de Podemos en Madrid. En la nacional está el secretario de Organización y cabeza de lista al Congreso por Zaragoza, Pablo Echenique, afín al sector de Sanz y al que Escartín ha plantado cara en varias ocasiones.

Poco se podía imaginar Escartín que la decisión que adoptó el Consejo Ciudadano Autonómico, el máximo órgano de decisión regional, iba a desembocar en una nueva crisis en la formación a dos meses de las autonómicas y las municipales.

El podemista justificó la ruptura de la coalición con IU en que la formación no acepta su propuesta "generosa" en términos de "referencialidad y participación". Incluso intentaba quitar hierro a la ruptura: "No es un drama lo que está pasando. Aragón es tierra de acuerdos, nos toca dialogar y eso se hará después de las elecciones".

Las diferencias, según parece, afectan también a la forma de hacer política. Escartín defendió que Podemos Aragón debe ocupar un "espacio transversal", que a veces "se aleja de las formas y el fondo de hacer política clásica desde la izquierda".

Por esa línea iba Sanz, que señaló: "No sé si tendrá que ver con los futuros pactos postelectorales, pero como IU es una formación seria le gusta ir antes a las elecciones y pactar programas concretos para gobernar". El coordinador de IU hizo hincapié en que mientras Podemos quiere estar "en el lado de la centralidad política y la transversalidad", su formación está "al lado de la gente". Confiaba, no obstante, en que Podemos se "replantee la situación" aunque lo ve complicado.

La negociación de las coaliciones y las confluencias se ha enrocado más de lo esperado, y la dirección de Podemos se ha cansado de los desplantes constantes de ZEC a sus planteamientos. La ponencia actual de la confluencia de Zaragoza es "incompatible" con Podemos, decía Escartín. Respecto al acuerdo alcanzado con Equo, el podemista indicó que implica la presencia de personas muy concretas liderando listas de municipios de Huesca.

Se fue por las ramas al intentar explicar cómo interpretarán sus electores que vaya con IU a las generales y por separado a las locales. "La gente identifica a Podemos como una fuerza capaz de liderar el Gobierno de Aragón, de llegar a acuerdos, y lo que gestiona lo hace bien", concluyó, antes de que arreciaran las críticas.

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