sanidad
Los nuevos helicópteros sanitarios de Aragón cuentan con mayor seguridad
Disponen de un teléfono satelital, lo que permite tener cobertura en todo momento y garantizar la conexión con el Centro de Emergencias SOS Aragón.
Los nuevos helicópteros que presenta el servicio de transporte y de emergencias cuentan, como novedad, con un volumen útil de la cabina aumentada a 6 metros cúbicos (las antiguas tenían 4), lo que incrementa el confort del paciente y el espacio de trabajo de la tripulación sanitaria.
Además, la tripulación de abordo está formada por la de vuelo, con un piloto y un mecánico, y la médica, con un facultativo y un enfermero y el rotor de cola es ahora carenado, incrementando la seguridad hacia la población, según informa el Gobierno de Aragón en una nota de prensa.
La presentación de los vehículos ha contado con la participación del consejero de presidencia, Vicente Guillén; la directora general de Justicia e Interior, María Ángeles Júlvez; y el jefe del Servicio de Seguridad y Protección Civil, Miguel Ángel Clavero.
Estos nuevos helicópteros poseen, además, una autonomía de vuelo que pasa de 2 a 2.30 horas y las nuevas aeronaves llevan patines que sustituyen a las ruedas, lo que aumenta la versatilidad de las mismas, ya que les permite aterrizar en lugares de difícil acceso donde antes no se podía.
También, los nuevos helicópteros disponen de un teléfono satelital incluido en la cabina, lo que permite tener cobertura en todo momento y garantizar la conexión con el Centro de Emergencias 112 SOS Aragón.
Este Centro, adscrito a la Dirección General de Justicia e Interior del Departamento de Presidencia, moviliza los recursos y efectivos precisos ante las distintas emergencias que se generan.
Además, los dos helicópteros medicalizados están provistos de incubadoras, cuando en el anterior contrato solo disponía de este equipamiento el de Teruel.
La renovación de los helicópteros también ha solventado la situación que se daba con las aeronaves antiguas, que, debido al avance de la normativa, en los días calurosos de verano no podían operar desde la base de Teruel, al no alcanzar los mínimos de seguridad establecidos por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).
