Ruta por las huellas de la Guerra Civil del Campo de Belchite

Diez puntos señalizados muestran cómo las localidades de Belchite, Codo, Fueendetodos, Azuara y Plenas han sido testigo de la Guerra CiVil.

Sus edificios y calles han sido testigo de una de las batallas de la Guerra Civil española, la batalla de Belchite de 1937.
Sus edificios y calles han sido testigo de una de las batallas de la Guerra Civil española, la batalla de Belchite de 1937.
Heraldo.es

El pueblo fantasma de Belchite es una escapada obligatoria. Se encuentra a tan solo 49 kilómetros de Zaragoza y es uno de los pueblos más famosos de España. Sus edificios y calles han sido testigo de una de las batallas de la Guerra Civil española, la batalla de Belchite de 1937.

Una ruta sigue las huellas de la Guerra Civil en la Comarca de Belchite, con diez puntos que se detienen en las posiciones de los bandos nacional y republicano, ubicados en las localidades de Belchite, Codo, Fuendetodos, Azuara y Plenas.

El responsable de la Oficina de Turismo de Belchite, Juan Galindo, ha explicado a Europa Press que este itinerario se oferta a grupos bajo demanda y como complemento a la visita al Pueblo Viejo.

Consta de diez puntos señalizados con paneles informativos, la mitad de ellos se encuentran en el término municipal de Belchite y son escenarios "relevantes" de la batalla ocurrida entre agosto y septiembre de 1937 en esta población.

En Belchite, se encuentran "las posiciones defensivas del Saso, una paridera que se aprovechó para hacer trincheras y un refugio con ametralladoras y galerías de tiro", en manos del bando nacional. Se sitúan a un kilómetro del Pueblo Viejo, junto al actual vertedero de Belchite y "tienen buenas vistas de los olivares, del pueblo de Codo y de la reserva natural del Planerón", ha comentado.

Otro de los puntos de esta ruta se encuentra en el seminario y el cementerio de Belchite, en la posición del fortín de la dehesa, que "era una avanzadilla para controlar esa zona", mientras que el seminario se encuentra en la cuenca del río Aguasvivas y fue en la época un seminario menor "de bastante importancia en cuanto a alojamiento de los seminaristas".

"Se decía que tenía tantas ventanas como días tiene el año", por lo que pudo tener alojados a 300 seminaristas. También contaba con un huerto de gran tamaño y una valla "difícil de flanquear". Este edificio monumental estuvo defendido por un batallón del tercio de los almogávares, pero cayó en manos del bando nacional y en esa contienda "hubo bastantes muertos". Quienes sobrevivieron "huyeron una noche de septiembre al casco urbano, a la defensa de la ciudad", ha relatado, al detallar que este inmueble se utilizó durante la dictadura como "símbolo de la resistencia".

Otra posición se encuentra en el cabezo del Lobo, en la carretera hacia Letux a seis kilómetros de Belchite. En este caso es el pico más elevado de la sierra de Belchite, con 630 metros. En agosto y septiembre de 1936 los republicanos consiguieron tomar esa posición y con ayuda de los mineros de Utrillas excavaron una cueva debajo de la cresta para poner artillería "apuntando hacia el norte, hacia Belchite". Varios bombardeos de la batalla de Belchite, un año después, se realizaron desde este enclave.

Barrancones de Rusia

El siguiente punto es Rusia, los barracones para personas desplazadas que se construyeron enfrente del Seminario, en 1938. Tras caer ocho meses en manos republicanas, el bando nacional recuperó ese espacio y lo utilizó para alojar a quien se había quedado sin vivienda. Al acceder se encuentra la capilla de la Virgen de los Desamparados y, a continuación, a unos 200 metros están los barracones.

En la ruta también se puede ver un pozo de tirador, un puesto de vigilancia en el desvío hacia La Puebla de Albortón, ha continuado Galindo.

"El punto más importante es la senda o la pista de los Barbis", del bando nacional. Los Barbis eran ingenieros militares que construyeron fortificaciones en esta zona del bando nacional, "como la del Saso o el pozo del tirador de La Puebla de Albortón", ha dicho. Su obra más conocida se encuentra en los pinares de la zona trasera del Santuario de Nuestra Señora del Pueyo, una zona elevada en un barranco donde se situaron "posiciones de artillería y un observatorio".

"Otra posición republicana se encuentra en Fuendetodos, en el aerogenerador número 3, que a simple vista parece un refugio de pastores, pero se fortificó como puesto de vigilancia y se reutilizó" en la contienda.

En Azuara, se encontraba un hospital de campaña y una serie de cuevas que se utilizaron por parte del bando republicano; mientras que la ermita del Calvario de Codo "fue una posición avanzada del bando nacional".

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