Monforte de Moyuela: nuevos aires de esperanza para aterrizar sueños

El pueblo recuerda cada tres años el paso del Cid, espera dos nuevos parques eólicos y honrará la pérdida natural de su simbólico árbol latonero con un mural en el nuevo parque que va a construirse en el pueblo.

Lidia Lahuerta poda un árbol; las ramas se engavillan y se acumulan para su uso como fuente natural de calor en invierno.
Lidia Lahuerta poda un árbol; las ramas se engavillan y se acumulan para su uso como fuente natural de calor en invierno.
Laura Uranga

Situado al pie de la sierra de Oriche, repoblado en 1157 –fue entonces cuando Ramón Berenguer IV le dio Carta de Población, con los Fueros de Zaragoza–, Monforte de Moyuela se llama así desde 1916; antes fue Monforte a secas. Atesora dos vestigios históricos de interés; los restos de una presa romana y parte de dos torres del castillo local, enclavado en el cabezo de San Antón y que forma parte de la Ruta del Cid. Además, hay varias ermitas: la del Pilar es la más apreciada).

En el día a día del municipio, la figura de Lidia Lahuerta es fundamental; la corporación tiene tres miembros y ella, concejal, es la única que reside en Monforte. "Me toca resolver los problemas, pero siempre bajo la supervisión del alcalde, José Gracia. Nací en Barcelona, pero mis raíces están aquí, ya hace 10 años que volví; ayudé en la Asociación Montefuerte y cuando entré en el Ayuntamiento ya me concentré en esta tarea".

Monforte de Moyuela: del Cid a Pedro Altabella

La historia de Lidia tiene su aquél. "Llegué al pueblo de Barcelona de adolescente; de hecho, cumplí los 18 aquí. Montamos un bar en el pueblo y lo llevé 7 años; luego compramos un restaurante en Escatrón Los Arcos, y ahí estuve otros 7 u 8 años, hasta que me tocó la desgracia en forma de grave accidente; los siguientes 13 años los pasé en recuperación, terapia... tuve que aprender a andar otra vez, y me han quedado secuelas. Cuando me fue posible llevar una vida más o menos normal, trabajé en la ONCE 9 años como asistente de discapacitados auditivos, también monté una pequeña empresa de electrónica, pero los dolores volvieron y ya no podía llevar un ritmo de trabajo normal. Me dieron la minusvalía y decidí volver al pueblo; aquí hago lo que puedo, pero a mi ritmo. Cuando me canso paro, pero al menos me siento útil; si puedo ayudar a 10, mejor que solamente a uno. Ahora quiero tener aquí a mis padres, que viven en Barcelona, son mayores y están deseando volver".

Teresa Rodrigo vive en Zaragoza, pero pasa largas temporadas en Monforte desde que su marido se ha jubilado. Son moteros de pro; tienen un ‘trike’ muy especial –moto de carretera de talle alargado, con asiento contiguo y tercera rueda– con las que ambos se hacen buenas rutas. "Tengo raíces aquí, también en Plou y Loscos pero éste es mi pueblo. Llevo tres años en la Asociación y ahí doy clases de restauración de muebles y manualidades en verano. Con la moto somos de tiradas largas, siempre que las circunstancias lo permiten; hace una década pasé las mejores vacaciones de mi vida, fuimos de aquí a Barcelona y luego por todo el litoral hasta una concentración en Faro, en Portugal y vuelta, 17 días y 5.000 kilómetros. Ahora estamos más centrados en arreglar nuestra casa en el pueblo".

Lágrimas por el allondrero

Monforte tiene varios iconos, empezando por el Cid, pero el gigantesco allondrero (también llamado latonero) de más de dos siglos que se yergue en un campo próximo a las casas del pueblo es el más querido. Sin embargo, este verano sufrió un ataque devastador por parte del agresor más implacable (y no punible, claro): la naturaleza. "Este verano nos lo destrozó una especie de tornado con pedrisco, lo partió por la mitad; el ayuntamiento va a recordarlo con un mural en la pared contigua al nuevo parquecito que estamos preparando en el centro del pueblo", apunta Lidia.

La asociación y el ayuntamiento están orgullosos del rescate de las trincheras del Cabezo Santo, con el nido de ametralladoras que da una vista privilegiada de buena parte del municipio.

El municipio saluda ahora la llegada de dos parques eólicos, con un total de 13 molinos; 10 estarán en Monforte y 3 en Loscos. "Crearán algún puesto de trabajo y, por supuesto, serán el gran ingreso para un pueblo que no tiene tierras, porque pertenecen a una antiquísima Comunidad de Montes y están repartidas en acciones entre vecinos e hijos del pueblo. Podremos desarrollar nuevas ideas y retomar viejos retos ideas, como acabar el albergue. Quedan tres pastores, aunque uno ya lo está dejando. Cuando lo dejen todos, la ganadería tradicional desaparecerá de aquí. Sí contamos en intensivo con una granja porcina, y viene otra ovina".

En el pueblo no hay negocios pequeños más allá del centro social, pero sí hay una cantera, Arcillas Oliete, que quiere ampliar miras. Los veteranos, aunque ya no están entre la población activa, son otro tesoro. Hace unos años se marcaron una fantástica representación de ‘La venganza de Don Mendo’. "Y sin apuntador, de lo más bien –recalcan Lidia y Teresa– y es que aquí la gente tiene mucho arrojo; en 2011 pasó algo gracioso, varias vecinas junto a cinco niños de San Ildefonso un poco mayores hicieron un anuncio de la Lotería de Navidad del pueblo; recuerdo que Salvador, Koldo, Vicente, Manolo y Paco cantaron los números con el palo de oros de dos barajas: el 27.484. Lo colgamos en Facebook y se hizo viral, nos llamaron de todas partes. Eso sí, solo nos han tocado pedreas".

La Asociación Montefuerte ejerce de bastión cultural del municipio desde 1990

El año que viene, la Asociación Cultural Montefuerte –­que toma su nombre del que antaño tenía el pueblo– cumplirá treinta años de actividad. Aunque el grueso de sus acciones en pro del entretenimiento y el aprendizaje loca se desarrollan en verano, cuando crece exponencialmente la población de Monforte, su actividad es muy diversa. Teresa Rodrigo se encarga, por ejemplo, de los talleres de restauración de enseres y muebles antiguos, actividad que ha venido desarrollando en Zaragoza durante muchos años. También se imparten clases de cocina, baile, patchwork, escritura antigua… un poco de todo. La preside Julián Dueñas, que también se ha significado en la investigación de los orígenes históricos del pueblo. En invierno es el ayuntamiento el que coge el relevo; acaba de concluir un taller de defensa personal dedicado especialmente a las mujeres del pueblo, y en las próximas semanas se hará un curso abierto de informática.

En datos

Comarca: Jiloca.

Población: 64.

Distancia a Teruel, su capital de provincia: 113 km.

Los imprescindibles

Las fiestas

El próximo sábado llega la hoguera de San Antón, y el 3 de febrero se festeja al patrono,_San Blas. La romería a la ermita de la Virgen del Pilar llega el  tercer sábado de mayo y las fiestas de agosto son por la Exaltación de la Santa Cruz.

Recreación del Cid

Hace doce años se empezó a celebrar con periodicidad bianual una recreación del paso de Rodrigo Díaz de Vivar por Monforte, glosado en el Cantar del Mío Cid. La última fue hace cinco meses. Actualmente se hace cada tres años.

Francisco Azorín

Este arquitecto y activista español, de honda huella en la urbe de Córdoba y que vivió en México durante la dictadura, nació en Monforte de Moyuela en 1885. Su otra gran pasión fue el estudio y desarrollo del esperanto.


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