La cifra de nacimientos no deja de caer en Aragón desde principios de siglo

En el primer semestre de este año, entre enero y junio, en Aragón solo han nacido 4.843 bebés, lo que supone un 4,7% menos que los registrados en el mismo periodo en 2017, según los datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística hechos públicos ayer. Es el número más bajo de alumbramientos registrados desde principios de este siglo, ya que en el año 2000 llegaron al mundo 4.903 niños y en 1999, 4.695. Mientras, en España, en este mismo periodo solo hubo 179.794 nacimientos, la cifra más baja para un semestre desde que empieza el registro del INE en 1941.

El balance del número de partos restado de las defunciones, conocido como el crecimiento vegetativo, refleja que en la Comunidad persiste una tendencia negativa, con 2.445 muertes más que nacimientos. En la cantidad de fallecim¡entos, Aragón marca la diferencia y es una de las cinco regiones en las que el dato de habitantes que han perdido la vida en el primer semestre de 2018, 7.288, es inferior al del año pasado, 7.537, lo que supone un descenso de un 3,3%.

El año 2017 Aragón registró el peor saldo vegetativo en 18 años, con 10.531 nacimientos y 14.208 óbitos: con 3.677 más muertes que natalicios. La comparativa del primer semestre de este año por comunidades autónomas sitúa a Aragón (-2.455 personas), como la novena región con un resultado más negativo. Un ranquin que lideran Galicia (-9.135), Castilla y León (-7.857) y la Comunidad Valenciana (-5.959).

Aunque los guarismos publicados por el INE hasta junio de este ejercicio son provisionales y pueden variar los definitivos, parece evidente que la población aragonesa sigue un declive demográfico difícil de revertir a corto plazo. Hay que recordar que solo en 2008, año de la Expo y del estallido de la crisis, se consiguió un crecimiento vegetativo con 277 más alumbramientos que defunciones.

La conciliación familiar, la clave

¿Es posible dar un giro radical a esta situación? "El problema no es tanto que no haya nacimientos, que es grave, como que vaya descendiendo la fecundidad, que se tengan cada vez menos hijos por mujer", explica la profesora de Geografía de la Universidad de Zaragoza, María Zúñiga. "Es posible revertir la situación pero para hacerlo hace falta mucho más que cuatro años que tienen las legislaturas actuales, hace falta una generación completa y un apoyo institucional fuerte a la clave de todo esto, que es la conciliación familiar", apunta la también presidenta del Colegio de Geógrafos de España.

Para esta especialista, se está viviendo una "segunda transición demográfica" en la que los hijos se han convertido "en un bien de lujo". Otro factor importante que apunta es que cada vez las parejas retrasan más el momento de buscar a su primer retoño. "Solo pueden permitirse uno o como mucho dos y, además, no se plantean tenerlos hasta que se encuentran en una situación económica de solvencia, lo que hace que se demore la decisión y al final se tengan menos", explica. A ello añade que fruto de las bajas natalidades cada vez es menor el número de madres potenciales, lo que contribuye a este deterioro demográfico y a "hipotecar" el futuro de la sociedad "con graves consecuencias sociales y económicas".

Los nacimientos han descendido en todas las comunidades autónomas sin distinción, aunque de forma más acusada en La Rioja, donde han caído un 13,7%; seguida de Extremadura, con un 10% y de Cantabria, con un 7,8%. Con una bajada del 4,7%. Aragón se sitúa en un puesto por debajo de la media nacional, que es de un 5,8% menos de los que nacieron un año antes.

Más matrimonios

Aragón es una de las pocas comunidades en las que ha repuntado la cifra de enlaces en lo que va de año. En todo 2017 se casaron 4.294 parejas y en los primeros seis meses de 2018 van 1.780 matrimonios (el año pasado eran 1.765). Como es lógico, junio fue el mes con más bodas (654) mientras que en enero apenas hubo 109. La media nacional indica un descenso del 5,7% de los matrimonios y solo Canarias, La Rioja, Cantabria y Aragón van a contracorriente. La edad media para casarse es de 36 años.