Turismo en el valle de Benasque: un paraíso entre las cimas más altas

El parque natural Posets-Maladeta reúne el mayor número de picos de más de 3.000 metros de todo el Pirineo.

Unos excursionistas en el valle de Estós.
Unos excursionistas en el valle de Estós.
Ayuntamiento de Benasque

Conocido como el Reino del Aneto, el valle de Benasque es el paraíso del montañero, ya que el Parque Natural Posets-Maladeta, declarado en 1994, reúne el mayor número de picos de más de 3.000 metros de todo el Pirineo. Ideal para disfrutar de la naturaleza y de los ríos, glaciares, ibones, cascadas y bosques.

Desde las cimas más altas pueden contemplarse las mejores vistas de la cordillera, pero esta zona no solo es apta para profesionales de la montaña, ya que hay rutas senderistas para todos los públicos y que discurren por sus 18 pueblos. Además, el valle de Benasque ofrece un amplio abanico de posibilidades con sus pistas de esquí, sus relajantes espás, el turismo de aventura (con escalada, quads, BTT, kayak o parapente), el familiar o su deliciosa gastronomía, en la que destacan sus embutidos, quesos, setas de temporada, carnes del valle y productos de caza o pesca. El conocido como ‘Chamonix español’ concentra los picos Aneto (3.404 metros de altitud), Posets (3.375 m.) y el Perdiguero (3.221 m.), al norte, y las moles del Turbón (2.492 m.) y Cotiella (2.912 m.), al sur.

La arquitectura de Benasque, con sus fachadas de piedra y tejados de pizarra perfectamente integrados con el entorno, también lo hacen merecedor de una parada. Aunque no es el único pueblo para visitar en el valle, donde destacan otros como Montanuy, San Juan de Plan o Gistaín. Refugios de montaña como el de Llanos del Hospital también son más que obligatorios. En esta zona, se puede practicar esquí de fondo o utilizar raquetas para una excursión diferente rodeado de las cimas más altas.

Tradiciones, danza y fiestas patronales

Danzas, músicas y fiestas patronales. Disfrutar de las tradiciones más arraigadas es una forma de acercarse a un lugar y a su gente. El folclore es una de estas señas de identidad en este valle y una de sus máximas expresiones se vive en Benasque con el Ball de Benás, que se celebra por San Marcial el 30 de junio y consta de dos composiciones: el ball dels omes, solo para hombres, y el de les dones, que se baila en pareja al día siguiente.

Les Falles de Sahún es otra de las citas marcadas en el calendario del valle. El 23 de junio, se produce la quema de antorchas, una tradición ancestral incluida en las Fiestas del Fuego del Solsticio de Verano en los Pirineos, declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión