El clima podría limitar la presencia de la abeja gigante de la resina en Aragón

Un equipo de investigadores ha alertado de la llegada a Cataluña de la 'Megachile sculpturalis', también conocida como abeja gigante de la resina, procedente de Japón y China, según informa la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).

El trabajo, publicado en el Boletín de la Institución Catalana de Historia Natural, ha localizado la presencia de este insecto en dos casas de Sant Celoni y la Garriga (Barcelona), así como en Olot (Gerona), y se trata de una nueva especie exótica invasora que llega a España. Los expertos prevén que este insecto continúe su expansión por toda Cataluña y buena parte de la península ibérica, aunque hasta ahora su presencia en zonas europeas de clima cálido es muy escasa. Según Leopoldo Castro, especialista aragonés en himenópteros (abejas, avispas y hormigas), esto hace pensar que quizás esta especie no se va extender mucho por España, y que aunque "sí se puede esperar que llegue a Aragón desde Cataluña, existe teóricamente la posibilidad de que se limite al norte o noreste y que gran parte de nuestra Comunidad sea desfavorable para la abeja gigante por su clima".

Estas especies invasoras constituyen la segunda causa de pérdida de biodiversidad en todo el mundo, solo por detrás del deterioro de los hábitats. En concreto, ponen en serio peligro a multitud de especies autóctonas, que en ocasiones llegan al extremo de encontrarse en peligro de extinción. Castro explica que en el único trabajo publicado sobre la presencia de 'Megachile sculpturalis' en la península (Aguado et al., 2018: Butlletí de la Institució Catalana d'Història Natural, 82: 157-162), no han detectado interacciones negativas de esta especie invasora con especies nativas de insectos en Cataluña. En este sentido, este experto imagina que en zonas donde la abeja gigante sea abundante "esta podría consumir muchos recursos alimenticios y reducir con ello la cantidad de comida disponible para especies autóctonas de abejas, tanto silvestres como domésticas, y quizás pueda llegar a ser un competidor importante a la hora de encontrar sitios buenos para anidar".

El ejemplar es un insecto solitario, no forma colonias, tiene un tamaño de 2,5 centímetros y hace el nido en agujeros que encuentra en troncos, taludes y ladrillos con resina, arcilla y pequeños trozos de madera. Los expertos han estimado que llegó a Europa el año pasado mediante el comercio de madera, y han subrayado que pueden atacar cuando se sienten amenazadas, aunque son cautelosas porque de una abeja depende la reproducción y la protección del nido.

Para evitar su expansión, se recomienda no tener plantas exóticas ornamentales en jardines y parques, o en lugares como comunidades de vecinos. Y es que esta abeja tiene especial predilección por este tipo de plantas, en especial por la acacia de Japón, también llamada árbol de la miel o de las pagodas. El citado trabajo de Aguado et al. comenta que la abeja gigante demostraba en Cataluña cierta preferencia por plantas procedentes del este de Asia, pero también visita flores ibéricas autóctonas, Según Leopoldo Castro, "en principio esta especie podría resultar beneficiosa como polinizadora de alguna planta de interés agrícola", aunque se muestra cauteloso al respecto.

En este sentido, la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla) llama a la colaboración entre Administraciones y sociedad en general para controlar la expansión de la 'Megachile sculpturalis' para evitar que se convierta en una plaga, "con todos los perjuicios tanto para otras especies, la vegetación e incluso los seres humanos que puede llegar a ocasionar”, explica Milagros Fernández de Lezeta, directora general de la asociación.