El ascenso de Ciudadanos y del PSOE frente al descenso del PP y de Podemos serían en conjunto los rasgos más destacados del sondeo electoral para las autonómicas y municipales aragonesas que hoy publica HERALDO. Si en mayo se confirmase la tendencia de este momento, cabría la posibilidad de que la gobernabilidad de las instituciones se apoyase en coaliciones de centro-derecha o centro- izquierda de las que el partido naranja sería el árbitro.

Está muy claro que la gran fragmentación política que caracteriza tanto a las Cortes de Aragón como a los plenos municipales de las tres capitales va a mantenerse. Seis, o tal vez siete, formaciones obtendrían escaños en el Parlamento autonómico; y cinco conseguirían concejales en el Ayuntamiento de Zaragoza. Sin embargo, y a diferencia de lo ocurrido en 2015, del sondeo se desprende que en esta ocasión sería más factible componer coaliciones que contaran con mayoría suficiente para gobernar de manera estable y eficaz. Ante la tendencia a igualarse en escaños entre el PP y el PSOE, producida por la recuperación de los socialistas, es el notable ascenso de Ciudadanos el que introduciría la mayor novedad en cuanto al posible diseño de alianzas. Para la DGA cabría tanto formar un gobierno PP-Cs-PAR como otro PSOE-Cs-CHA. Y similares opciones existirían en los consistorios de Zaragoza, Huesca y Teruel. En principio, que haya posibilidades diferentes para una gobernanza orientada al centro y que cuente con apoyo parlamentario suficiente es algo positivo, pero serán los partidos y sus líderes quienes tendrán que asumir los resultado electorales con responsabilidad. E, inevitablemente, deberán sentarse a negociar, preferentemente con la vista puesta en acuerdos de largo alcance, que den estabilidad a las instituciones y que permitan abordar y poner en práctica soluciones para los problemas de la ciudadanía.