Insoportable siniestralidad

La muerte ayer de otras dos personas en un accidente en Peñalba, en la N-II, en plena operación retorno de las vacaciones se suma a un incesante goteo de víctimas en las carreteras de la Comunidad que hace saltar todas las alarmas sobre la siniestralidad en Aragón.

Dos fallecidos y un herido en otro accidente este sábado en la N-II a la altura de Peñalba
Dos fallecidos y un herido en otro accidente este sábado en la N-II a la altura de Peñalba
DPZ

Nos podemos encontrar, lamentablemente, ante uno de los peores balances de la década. En lo que va de verano, ya han fallecido 22 personas en las carreteras aragonesas y esta cifra asciende hasta las 48 desde enero. Si bien es difícil establecer una causa directa que explique el aumento de víctimas, existe un dato que puede ofrecer luz sobre la propensión a los accidentes en la Comunidad: solo 845 kilómetros están desdoblados y son precisamente las dos carreteras nacionales de vía única, la N-232 y la N-II, las que más vidas se han cobrado en los últimos años. Desde hace demasiado tiempo, los diferentes ministerios de uno y otro signo político han vertido tantas promesas como incumplimientos en estas dos carreteras, llenas de retrasos, sin percibir que nos encontramos ante uno de los más graves problemas que, sin ninguna duda, sufre Aragón.

En ese contexto, y ante la tercera muerte en las carreteras en apenas 24 horas, urge una reflexión de las autoridades autonómicas y central sobre la necesidad de mejorar la red viaria para rebajar unas cifras de accidentes inaceptable. No puede permitirse, por ejemplo, que el Consejo de Ministros apruebe el viernes una bonificación para Cataluña del 50% para el tráfico pesado en la AP-2 y en la AP-7 mientras Aragón sigue cargando con el 75% de las bonificaciones en la Comunidad. Y, además, Fomento continúa sin ejecutar los 10 millones aprobados en los presupuestos para contribuir con las bonificaciones a desviar el tráfico de camiones entre Pina de Ebro y Fraga. Las duras críticas que este sábado vertieron los alcaldes de las zonas afectadas por la situación de la N-II deben servir para que la DGA exija explicaciones directas a Fomento, que tiene que actuar con celeridad y cumplir con los compromisos y partidas aprobadas.